Perfil de un campeón distinto
Su juego no brilló como en otros mundiales.
No es necesario imaginarse qué sería de esta selección sin Lionel Messi. Basta con hacer memoria y recordar el primer partido del Mundial: Messi fue suplente y Argentina perdió.
Aquel sábado 11 de junio Estados Unidos derrotó a la albiceleste' 1 a 0 y el crack del Barcelona jugó sólo los segundos 45 minutos, a partir de una decisión táctica difícil de entender del director técnico, Francisco Ferraro. Tras la caída inicial, el DT había argumentado que a Messi «había que cuidarlo, llevarlo de a poco», entonces Pablo Vitti fue titular. Pero los cuidados duraron apenas un tiempo. Messi jugó la segunda parte con EE.UU. y fue titular el resto del mundial. Y ya se sabe, Argentina fue campeón.
Es imposible pensar esta selección sin caer en la figura de Lionel Messi, este pequeño futuro monstruo del fútbol mundial, que en su 1,69 de al
tura conviven desde ayer balón y botín de oro.
Desde los tiempos del mejor Maradona que una selección no dependía tanto de un futbolista, como ocurrió durante este Mundial con Messi. A partir de su ubicación a medio camino entre el enganche y el delantero, fue el líder futbolístico de un equipo que como nunca antes, fue el mejor sin un '10'. A contrapelo de la tradición argentina de campeones juveniles, esta vez no hubo un '10', pausa y pase gol. Maradona, Ibagaza, Riquelme y Romagnoli fueron los creadores en los cuatro mundiales ganados.
En un principio hubo enganche: José Sosa. Pero el de Estudiantes se fracturó una muñeca y se quedó sin Mundial. Su lugar lo ocupó Patricio Pérez, de Vélez, per nunca fue tenido en cuenta por Ferraro.
Y en un principio también hubo un '9': Pablo Vitti. Fue titular en el debut con EE.UU., no funcionó y perdió el puesto con Messi. Recién ante España, por cuartos, volvió a ser titular, pero duró apenas un tiempo tras ser reemplazado por Oberman.
Entonces, ¿cuáles fueron los argumentos del campeón? (Casi) todo corrió por cuenta de Messi: el juego (fue el mejor jugador del Mundial) y el gol (marcó seis).
Pero también tuvo un arquero, Oscar Ustari, seguro, solvente y sin fisuras; una defensa que salvo en la final, (Garay reemplazó a Cabral) siempre formó igual: Formica, Paletta, Cabral, Barroso; un mediocampo equilibrado entre la marca (Torres) y el buen pie (Gago) y con opciones ofensivas (Cardozo y Zabaleta) y un delantero (Oberman) dinámico y de buen panorama, que supo complementarse con Messi.
Aunque sin el brillo de juveniles pasados, esta selección fue buen campeón que iluminó a todos con Lionel Messi.
Juan Mocciaro
Brasil, en el último escalón del podio
René Weber veía como sus jugadores recibían la medalla de bronce y pensaba, con bronca y resignación que la lección había sido aprendida demasiado tarde.
«Aprendimos mucho de la derrota en semifinales (del Mundial que se juega en Holanda) con Argentina. En el segundo tiempo ante Marruecos salimos a buscar el partido, como no hicimos aquél día y pudimos revertirlo», reconoció el técnico de Brasil.
Ayer, la selección brasileña logró dar vuelta el marcador en apenas tres minutos, y cuando ya parecía que perdía 1-0 contra Marruecos, Fabio Santos y Edcarlos le dieron un triunfo agónico por 2-1 que le otorga el tercer puesto en el Mundial Sub-20.
El partido fue atractivo, con muchas situaciones de gol, la mayoría para los sudamericanos, que de todos modos estuvieron en desventaja desde el minuto 44 de la primera etapa, cuando Harmach lanzó un remate tras una serie de rebotes y la pelota se desvió en Fabio Santos.
A partir del segundo tiempo, la insistencia de Brasil fue total, con tiros en los postes y contando con la enorme inseguridad del portero Bourkadi. A los 44 llegó el empate, cuando Fabio Santos empujó una pelota que increíblemente se le escapó a Bourkadi.
Brasil se animó a buscar el segundo antes de ir al tiempo extra, y así fue como Edcarlos logró la ventaja final. (DPA)
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