Piden perpetua por el asesinato de Barrionuevo

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NEUQUÉN (AN).- La fiscalía pidió ayer prisión perpetua para cuatro de los imputados en el asesinato de Darío Barrionuevo. El quinto sospechoso recuperó la libertad ante la falta de acusación. Por su parte los defensores solicitaron la absolución, y cuestionaron además la calificación legal de la fiscalía: homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de varias personas. La sentencia se conocerá el lunes próximo. Barrionuevo, de 18 años y conocido por el apodo de “Topito”, recibió 13 balazos calibre 9 milímetros, la mayoría en las piernas. Fue el 27 de junio de 2011 en la zona oeste de la ciudad. Los imputados que llegaron a juicio son Andrés Quilodrán, Pedro Maniqueo, Sergio Aravena, Juan Pablo Alvear y Leonardo Castro. El fiscal Pablo Vignaroli se abstuvo de acusar a Quilodrán, cuya libertad se dispuso ayer mismo, pero mantuvo la imputación y formuló pedido de condena para el resto. En el caso de Alvear y Castro, que se encuentran en libertad, solicitó su inmediata detención. La Cámara, integrada por Héctor Dedominichi, Mario Rodríguez Gómez y Andrés Repetto, se lo negó aunque les impuso a los sospechosos la obligación de presentarse todos los días en la sede del Tribunal hasta el lunes próximo. Según la hipótesis del crimen, Barrionuevo cayó en una especie de emboscada cuando estaba intentando cambiar una moto robada por un arma de fuego. En ese momento lo rodearon nueve hombres que bajaron de dos automóviles y le efectuaron más de 20 disparos. El joven con el que presuntamente intentaba realizar el canje fue uno de los testigos en el juicio, pero no por su voluntad: nadie podía encontrarlo hasta que cayó detenido acusado de un robo. Un intercambio de información entre el juzgado que lo apresó y la Cámara hizo posible que se lo llevara a declarar. De acuerdo con otros testimonios recogidos en la investigación, uno de los agresores le dijo a Barrionuevo: “Te equivocaste amigo, le robaste la moto a un pibe que andaba laburando”. La víctima intentó huir y recibió un balazo en la espalda. Alcanzó a refugiarse en el patio de una vivienda donde lo remataron. Según la autopsia recibió cinco impactos en la pierna derecha, seis en la izquierda, uno en la espalda y uno en el tórax, todos calibre 9 milímetros. Después de balearlo, los agresores le quitaron las zapatillas y se fueron. Para la defensa, “el dolo homicida no fue probado” ya que la bala que le causó la muerte a Barrionuevo pudo provenir de un rebote.