Planificar

Santa Rosa

Cuando alguien desea construir una casa, primero la imagina y la sueña. Luego la planifica en papel, la lleva a un arquitecto e ingeniero para luego comenzar a construir. O sea que hay que planificar, como todo en la vida. Ya Mafalda lo hacía con el tubo de pasta de dientes. Es que si no se tienen ilusiones o planes, se anda a la deriva.


Una empresa, posiblemente nace en una cocina o un taller, pero luego de tanto crecimiento debe comenzar a planificar. Nuestro país se está pareciendo a Casapueblo de Paez Vilaró, en Punta Ballena en Uruguay. Nos está faltando planificación. Todo Estado y/o empresa se guía por un presupuesto a fin de coordinar los esfuerzos y recursos.

¿Nosotros lo tenemos? Es posible, pero no se usa. Es un simple formalismo, ya que luego He-Man lo puede cambiar “a piaccere”. Y así nos va, tapando agujeros, pero seguimos haciendo agua. Los inversores extranjeros no nos prestan un peso, por no ser ni serios ni creíbles. Estamos como una devota de un santo, caminando de rodillas, mendigando un favor.


Pongamos gente sería como administradores o estaremos a la deriva. Por ahora nuestro capitán se ha quedado sin radar ni sonar en plena niebla, pero nos está llevando hacia los arrecifes. Y los nuevos, ¿tienen la “varita mágica”?

Gladys B. Rosales
DNI 10.198.095


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