Doble crimen en Roca: las últimas horas de Agostina y el sometimiento de «los Guiñez»
Ayer liberaron a la mujer que había sido detenida junto al único imputado, Martín Guiñez. El joven enfrenta delitos que tienen como única condena la prisión perpetua.
Martín Guiñez es el único imputado en la causa donde se investiga el femicidio de Agostina Ríos y el crimen de su propio padre. "El Chule" Guiñez. foto: archivo.
Acorralada, indefensa y presa del miedo. Así estaba Agostina Ríos, la joven de 25 años que murió en medio del brutal ataque que habría perpetrado Martín Edwin Guiñez, quien también habría asesinado a balazos a su padre de 61 años en la casa del barrio padre Alejandro Stefenelli, en Roca.
Determinar las circunstancias que padeció la joven en los días previos al doble crimen es uno de los objetivos del Ministerio Público Fiscal que buscó entre las personas allegada a Agostina los testimonios para tratar de armar ese escenario de sometimiento que rodeó a la jovencita durante los últimos meses.
Se sabe que el vínculo con Raúl «El Chule» Guiñez no era de una relación sentimental como se dijo en un principio sino que muy por el contrario, era de «sometimiento» porque el sujeto de 61 años la tenía «amenazada y se aprovechaba de su adicción a las drogas». Tampoco vivía en la casa donde se produjo el doble asesinato sino que deambulaba entre casas de amigos y familiares aunque habitualmente concurría a la vivienda de calle Carlos Gardel al 600 donde residía la otra víctima del doble crimen.
Para algunos de los testigos en la causa, «El Chule» estaba «obsesionado» con la joven y si bien no existía un vínculo sentimental, el tema siempre era el eje de las principales discusiones entre Martín y su padre. Incluso desde allí habría surgido la amenaza lanzada hace un tiempo atrás por el principal imputado contra Agostina a quien habría amenazado con matarla con un arma de fuego si se volvía a presentar en la casa de Stefenelli.
El comprometedor dato surgió en la última audiencia de formulación de cargos, cuando el fiscal Andrés Nelli contó sobre las circunstancias en las que se encontraba Agostina.
Justamente en esa audiencia, la jueza María Gadano dio por formulados los cargos contra quienes hasta ese momento se encontraban detenidos; Camila Zicarelli y Martín Guiñez.
La mujer fue imputada por el delito de encubrimiento que según el Código Penal establece una pena de 1 a 6 años aunque por tratarse de un delito «agravado», el monto del tiempo de detención podría duplicarse.
A Martín Guiñez lo acusaron del delito del homicidio calificado por el vínculo por el crimen de su padre y de femicidio por la muerte de Agostina Ríos. Los dos delitos tiene como pena la prisión perpetua.
Las cámaras y «todo bajo control»
«El Chule» no era un improvisado a la hora de manejar la comercialización de estupefacientes a baja escala. Conocía el negocio y los posibles problemas que podría enfrentar por lo que había instalado cámaras de seguridad en los accesos a la vivienda. «Mucha gente iba a comprar a toda hora. Lo sabía la policía y todo el barrio», dijo uno de los vecinos que dialogó con este medio en las últimas horas.
Es más, monitoreaba todo desde su habitación de la planta alta donde tenía el control de la casa en caso de que suceda algún hecho inesperado. Si bien durante la audiencia de formulación de cargos desde la Fiscalía explicaron que tras el doble crimen alguien se había llevado los archivos de las filmaciones fuentes policiales señalaron en los últimos días que lo de Guiñez sólo respondía a una tema de vigilancia y no gravaba a las personas que habitualmente llegaban a su casa con fines de comprar algún tipo de estupefacientes.
«En la casa vivían los Guiñez. Toda la policía lo sabía pero miraban para otro lado. Sabían que acá estaba Martín que tenía pedido de captura. Nadie hizo nada», reveló la misma fuente que pidió reserva de su identidad teniendo en cuenta la tensa situación que todavía se vive en la barriada ubicada al este de calle Vintter.
Los motivos que llevaron al doble crimen todavía no están claros. Para algunos investigadores era una situación de violencia extrema entre padre e hijo. Para otros, había deudas pendientes vinculadas al tráfico de drogas aunque todavía no habría muchos datos que aporten a esta última hipótesis.
Comentarios