Argentina podría ser Irlanda en 45 años, aseguró Milei: cuáles son las diferencias, según expertos

El presidente volvió a mencionar su aspiración de que el país se convierta en Irlanda y le puso plazo: 45 años. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro en el país nórdico.

Ayer, en su saludo de fin de año, Javier Milei dejó una justificación sobre las medidas de ajuste que tomó y le envió un fuerte mensaje al Congreso para que aprueben sus reformas. Pero otro punto que llamó la atención fue que el presidente retomó su idea de que Argentina podría convertirse en Irlanda, en el plazo de 45 años. Sin embargo, hay expertos que señalan importantes diferencias.

«Nuestras reformas implicarían niveles de libertad económica que en un lapso de 45 años nos permitiría aspirar a multiplicar por 10 veces nuestro PBI per cápita, alcanzando niveles similares a Irlanda, que hoy mismo se encuentra 50 % por encima del de Estados Unidos», afirmó anoche el mandatario.

Fue en agosto del año pasado cuando Milei, en su entrevista para «Financial Times», afirmó sobre los irlandeses: «ellos hicieron reformas y su PBI por habitante se ha más que sextuplicado en los últimos 30 años, me gustaría que la Argentina se parezca a Irlanda».

«Venimos a hacer lo mismo que hicieron países como Irlanda hace no tanto tiempo«, insistió en su discurso después de haber ganado las elecciones.


Irlanda no mide su éxito económico por el PBI pér capita, índice que tomó Milei


En Irlanda se produjo una distorsión de las mediciones macroeconómicas. Fue cuando, en 2003, bajó del 40% al 12,5% la tasa de impuestos corporativos. Esto provocó la radicación de más de 1500 multinacionales, como Facebook, Google, Amazon y Tik Tok, entre otras; farmacéuticas y empresas de arrendamiento de aviones.

Estos traslados impactaron en el PBI, incrementándolo enormemente en una población relativamente pequeña, lo que hizo que Irlanda superar a Estados Unidos al hacer la división por habitante («pér capita»).

«Como los activos de estas compañías tienen su domicilio en Irlanda, deben computarse al calcular su PIB, pero esto no significa que realicen su actividad económica en el país«, advertía el economía, doctor en administración de empresas, Guido Agostinelli a Página 12.

De hecho, la Oficina de Estadísticas de Irlanda tuvo que crear el índice de Ingreso Nacional Bruto Modificado (GNI en inglés). Este resta del PBI las variaciones por Propiedad Intelectual, Arrendamiento de Aeronaves y la renta neta de Compañías Públicas extranjeras radicadas en Irlanda.


Irlanda: no todo lo que brilla es oro


El incremento de las cuentas macroeconómicas de Irlanda no impacta en forma directa en su población. De hecho la falta de lugares para vivir ha impulsado numerosas marchas de miles de personas.

Según la agencia EFE, La patronal irlandesa (Ibec) había advertido que la crisis de la vivienda que atraviesa el país es una «barrera crítica» para mantener el crecimiento económico y captar mano de obra e inversiones extranjeras.

Agostinelli había señalado que, si se tiene en cuenta el Consumo Individual Real (consumo de los hogares y del gobierno), Irlanda queda lejos de ser uno de los primeros diez países más ricos del mundo.

Incluso, desde el 2010 hasta la actualidad, el consumo individual real cayó mientras que el PIB aumentó significativamente. A pesar de que el PIB crece, no ocurre lo mismo con el ingreso familiar bruto, que representa lo que realmente se llevan los hogares irlandeses, puntualizó el economista.

Otra advertencia del especialista fue que la economía internacional representa aproximadamente el 15 % de los puestos de trabajo. Pero las multinacionales en ese país representan un 52 % del PIB total. 

Otro punto es que si bien Irlanda es benevolente con las empresas, tiene una presión tributaria general alta. Agostinelli afirmó que llega al 21,5 por ciento, es decir, está lejos del país con menos presión impositiva que es Nigeria con el 5,5 por ciento sobre el PIB.

Citó dos ejemplos: el impuesto al valor agregado (IVA) generalmente, es más alto que en Argentina (23 % versus 21 %); lo mismo ocurre con los impuestos a los trabajadores, donde alcanza el 52 % de los ingresos, mientras que en Argentina la alícuota máxima es del 35 %.

Además, resaltó: «el Estado irlandés no solo está presente sino también endeudado, con más de 43 mil euros por persona (apenas por debajo de Singapur).»


Irlanda, un país con fuerte intervención estatal


El economista Agostinelli desarrolló varios aspectos que muestran la fuerte intervención estatal en Irlanda.

Subsidio por desempleo: se basa en las contribuciones abonadas por los trabajadores durante el tiempo de empleo en Irlanda o cualquier país de la comunidad europea, y dura hasta 15 meses.

Asistencia por desempleo: aquellos que no tienen derecho a recibir el subsidio o que agotaron su derecho al mismo, reciben la asistencia por desempleo durante el tiempo necesario, mientras que cumplan ciertos requisitos, como estar totalmente desempleado al menos tres días en cualquier período de seis días consecutivos, satisfacer una prueba de recursos económicos (deben ser inferiores a un cierto nivel), ser capaz de trabajar, tener entre 18 y 66 años y tener una dirección reconocida. 

– Los planes sociales son aún más cuantiosos que en Argentina.

– Interfiere por medio de las empresas públicas, tales como la corporación de radiodifusión pública, más conocida como RTE, cuya misión es enriquecer la vida irlandesa con contenidos que desafíen, eduquen y entretengan, según afirman en su página oficial; o la empresa nacional de servicios de agua potable Uisce Éireann, que es la responsable de la operación de todos los servicios públicos de agua y aguas residuales. En este último caso se provee de forma gratuita agua potable para los hogares. 

Salud y educación gratuitas no solo para irlandeses sino también para todos los miembros de la comunidad europea.

– El Estado lleva adelante el plan de Igualdad de Oportunidades en las Escuelas (DEIS), una política nacional de inclusión educativa, dirigida a niños desfavorecidos, que se desarrolla mediante un sistema estandarizado que identifica el nivel socioeconómico de las escuelas, y luego, se ofrecen recursos y apoyo a las escuelas a través de un Programa de Apoyo Escolar integrado basado en su nivel de necesidad. 

– Profesionalización de directores y profesores, implementación de medidas para abordar los déficit de alfabetización y aritmética, financiación adicional para libros y bibliotecas, entre otras iniciativas. 

– Plan que prevé construir 33.000 nuevas viviendas al año hasta 2030. 

Plan de alquiler de viviendas sociales y una iniciativa para habitar las zonas costeras ofreciendo subvenciones de 50 mil euros (con posibilidad de extenderse a 20 mil adicionales) para repoblar 20 islas del litoral occidental. 


Después del pronóstico de Milei, las coincidencias de Argentina con Irlanda


El éxito irlandés estaría vinculado a la baja de impuestos a las empresas, reforma a la que aspira el presidente. Pero más allá de esta visión de futuro, más o menos cercano, hay puntos en los que Argentina coincide con Irlanda.

Así lo ve Lucila Bonilla, economista para mercados emergentes de la consultora Oxford Economics, con sede en Londres. «La economía argentina tiene unos pocos puntos en común con la historia de Irlanda», explicó recientemente a La Nación.

«Los dos países son históricamente agrícolas. A fines de los 70, la agricultura representaba entre el 15 y el 20% del PBI de Irlanda y, en el caso argentino, el 24% del PBI proviene hoy del campo. Por otra parte, los dos tienen buenos niveles de educación y una fuerza laboral calificada»”, agregó Bonilla», detalló la especialista.


Irlanda y la importancia de los acuerdos


Otros dos puntos a tener en cuenta al ver la experiencia de Irlanda son los acuerdos. En el caso del país nórdico, hay que mirar al pasado, pero también a una visión de futuro que parece haber acordado el grupo político.

El economista para Irlanda de la Oxford Economics Ricardo Amaro desandó estos dos aspectos en una nota para La Nación.

«El modelo de crecimiento irlandés comenzó a despegar después de su ingreso a la entonces Comunidad Económica Europea en 1973 y luego, con la creación de la Unión Europea 20 años más tarde, el país se vio obligado a cumplir con los parámetros de ordenamiento macroeconómico fijados por la alianza y fue ganando impulso con un enfoque cada vez más globalizado», señaló.

Al ordenamiento, Amaro le suma el acompañamiento político al remarcar que «para atraer inversiones fue clave un acuerdo amplio y duradero de todo el espectro político sobre la importancia de una tasa impositiva relativamente baja para las empresas. Si Milei lograra bajar los impuestos corporativos, pero no se despeja el riesgo de que en un gobierno siguiente esa reforma se desande, las inversiones no se concretarán».


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