Cortés trazó un panorama crítico y dijo que el municipio de Bariloche está “a punto de la quiebra”

El intendente aseguró que su antecesor, Gustavo Gennuso, mintió cuando presentó sus números finales, porque las deudas ascienden a 16.000 millones.

La gestión municipal que cerró su ciclo el pasado 8 de diciembre dejó “una situación caótica”, con deudas acumuladas por más de 16.000 millones de pesos, una planta de personal inflada hasta lo “innecesario” y con material insuficiente para la prestación de servicios.

El diagnóstico fue presentado hoy por el intendente Walter Cortés en su segunda conferencia de prensa para describir el estado de la administración que dejó su antecesor Gustavo Gennuso. Hace 15 días ya había encabezado una presentación similar en la que se refirió a la deuda con proveedores (cifrada en 6.000 millones de pesos) y dijo que el municipio enfrentaba “un estado calamitoso en el tema ingresos”.

Ahora fue más allá y cuantificó el pasivo general en 16.000 millones de pesos, incluidas las demandas judiciales que pesan sobre el municipio y que deben ser previsionadas. “A uno le parece que llegaron cansados al final de la gestión -sostuvo Cortés en referencia a Gennuso y sus colaboradores-. De otra forma no se explica el estado en el que quedó sumida la municipalidad”.

Dijo que el exintendente “mintió” al decir que dejaba un ahorro equivalente a cinco masas salariales del personal municipal, cuando “en vistas a las deudas encontradas existe un faltante de siete masas salariales”.

Cortés pasó revista también a los recursos disponibles y pintó un panorama desolador. Dijo que el municipio tiene 22 vehículos fuera de servicio, varios “irrecuperables”, solo cuatro camiones recolectores que funcionan con normalidad. Agregó que el vertedero de residuos no tiene alambrado perimetral “porque se lo robaron varias veces”, tampoco cámaras ni iluminación por falta de electricidad. Agregó que hay máquinas para la separación y recupero que no funcionan y gente que va a “vender droga” en el predio. Lo definió como “una desidia total”.

El repaso leído que efectuó el intendente por las áreas en grave crisis de infraestructura incluyeron las de sanidad animal, el cementerio, “colapsado desde 2004”, el mercado municipal y el área de Comunicación, donde dijo haberse encontrado con una dotación de 21 personas, que resolvió achicar a nueve.

Aseguró haberse encontrado una municipalidad “a punto de la quiebra”, que la limita a ser simplemente una administración “paga sueldos”.

“No se puede administrar una municipalidad con tanta desidia, tanto desorden, con tanta deuda a pagar” afirmó Cortés, y además de confrontar con Gennuso, se reservó varias frases que podrían abrirle un frente de conflicto con el Soyem.

Dijo que el cuadro actual de la administración barilochense deriva de lo ocurrido “en varios mandatos”, donde “cada intendente ha sido responsable de incorporar a una planta de personal inmensamente grande, innecesaria, porque hay gente que no tienen qué hacer, y que termina pagando el pueblo con sus impuestos”.

Costo que pagan “los barilochenses”

Hoy el municipio tiene alrededor de 2.300 agentes, y la masa salarial mensual es de unos 1.300 millones de pesos. Cortés apuntó sus críticas también sobre el área de medicina laboral “que no está a cargo de un médico, sino de una enfermera” y que sería la responsable de habilitar licencias para “alrededor de 200 personas que no trabajan, algunas hace 30 meses”.

Apuntó como un derecho controvertido del Estatuto del Trabajador municipal el que permite el otorgamiento de licencias por seis meses con el 50% del sueldo, “que debe pagar el pueblo de Bariloche”.

Cortés puso como ejemplo de la discrecionalidad en la organización del personal lo que ocurre en Inspección General, “donde hay 81 personas y un solo móvil”. Y cargó sobre la predisposición de los empleados. “Lo peor es el estado del personal municipal -dijo Cortés-. Empleados descreídos, abandonados a su suerte, descuidados y por consiguiente sin ganas de aportar a su ciudad. La gente está deprimida, cansada y sin objetivos”.

Señaló para matizar que también hay “trabajadores municipales que son muy buenos y tienen disposición” y que les debe “agradecer”, pero “hay otros que no”.

Bariloche ha recibido mucho turismo, más de un millón de visitantes en el último año. ¿Cómo puede ser entonces que esta sea una municipalidad pobre?

Walter Cortés, intendente.


Contribuyentes deudores y pago de salarios


La secretaria de Hacienda, Carina Ondarçuhu, dijo que entre otras falencias de arrastre en su área “casi no se realizaban acciones de cobranza administrativa” sobre los contribuyentes, con intimaciones y cartas documento para recupero de deudas. Señaló que desplegará “una normativa de plan de pago” para esos casos, sin condonación de capital pero sí con alguna quita de intereses, como paso previo al cobro por vía judicial.

Señaló también el que el pago de sueldos de diciembre, comprometido para el viernes próximo, estaba pendiente todavía del envío de coparticipación por parte de la provincia, que debía entrar hoy y estaba trabada “por problemas de interbanking”. Confió en poder resolverlo a tiempo.

Ondarçuhu dijo que el municipio “acumuló deudas significativas”, con órdenes de pago “por compromisos asumidos hace bastante tiempo”. Habló por ejemplo de un pago de 300 millones de pesos adeudados con una constructora encargada de la obra de gas del barrio Reina Mora, para destrabar ese proyecto. Cortés agregó otros ejemplos menores como una deuda de 56 millones de pesos con la empresa privada que opera el vertedero, otra de 15,7 millones por “reparación de flota” y otra de 900 mil pesos con una imprenta, que había dejado al municipio sin talonarios para multas.

La secretaria de Hacienda también hizo referencia a una deuda del municipio con el Soyem por retenciones de cuotas gremiales a los empleados que no fueron transferidas de modo automático, como es obligatorio, y de incumplimientos similares con mutuales y entidades financieras que otorgan préstamos personales y se cobran con descuentos de sueldo.

El jefe de Gabinete, Héctor Leguizamón Pondal, también acompañó a Cortés en la conferencia, dijo que les toca “administrar miseria” y reconoció que manejar la política de personal no es fácil porque “hubo mucho relajamiento en los controles y no hay estímulos” Dijo que se prouso realizar en primer término “un relevamiento” de trabajadores, de las tareas de cada uno, y que podría haber “reasignaciones”. Algo que esperan “trabajar con el gremio”.

Cortés buscó no sonar demasiado negativo. “Asumo la responsabilidad que me otorgó el pueblo como un desafío que esperé toda mi vida. Nada me va a detener -aseguró-. Vamos a tratar de encarrilar el municipio, llevándolo a buen puerto, No me quejo, tenemos las ganas, la fuerza y el equipo suficiente”.


Una réplica anticipada desde Juntos Somos Río Negro


La exjefa de Gabinete y actual legisladora provincial por JSRN, Marcela González Abdala, difundió un informe con profusión de datos sobre los logros de la gestión anterior y el elocuente título “Bariloche es viable”.

Recordó allí que pagaron el 75% de los aguinaldos antes de transferir el mando el 8 de diciembre (cuando la obligación vencía varios días después) y dejaron una caja disponible de 940 millones de pesos: “540 millones de rentas generales y 400 millones de fondos específicos”.

Abdala publicó su descargo por anticipado, horas antes de la conferencia de Cortés, a sabiendas de que allí abundarían las críticas sobre la “herencia” recibida.

La exfuncionaria municipal destacó que antes de 2018 Bariloche usaba toda su recaudación para el pago de salarios, y hoy destina a ese fin “solo el 58% de sus ingresos”.

También sostuvo que Bariloche “es la única ciudad de la provincia cuyo porcentaje de recaudación propia alcanza el 60% del total y supera a la coparticipación”, que completa el otro 40%.

Defendió lo actuado por Gennuso en materia de regularización de deudas judiciales (que hoy paga en cuotas a razón de 30 millones por mes), y la inversión realizada “en 300 obras” y en la compra de 30 vehículos.

En su enumeración apuntó que el gobierno anterior dejó obras casi terminadas de asfalto, de riego, el gimnasio 5 “con todo el material comprado y el 60% de ejecución”, más un puente sobre el arroyo Ñireco al que solo le falta “hormigonar una de las rampas”.


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