La Pampa refuerza su reclamo para ingresar asado con hueso a la Patagonia

El gobernador pampeano juntó a los sectores representativos de los productores de ganado y a los industriales para plantear que la barrera sanitaria debe abrirse para que ingrese carne con hueso.

El 18 de marzo, los gobernadores de Neuquén, Rolando Figueroa, y de Río Negro, Alberto Weretilneck, lograron frenar por 90 días la implementación de la Resolución 180/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que autorizaba el ingreso de carne con hueso al sur del río Colorado. En respuesta, La Pampa reactivó su estrategia política para avanzar hacia la eliminación de la denominada barrera sanitaria.

El gobernador Sergio Ziliotto encabezó en Casa de Gobierno de Santa Rosa una reunión con representantes del sector agropecuario y de la industria frigorífica provincial.

Al grupo que se reunió se lo identificó como la Mesa Agropecuaria Provincial, que emitió un documento en el que se ratificó la postura histórica de La Pampa: promover el levantamiento de la barrera sanitaria y habilitar el paso de carne con hueso al resto de la Patagonia.

Según la Agencia Provincial de Noticias del gobierno pampeano, el documento en conjunto propone la creación de un espacio federal de debate, con participación de todas las provincias y sectores productivos e industriales involucrados.

El texto fue firmado por el Gobierno de La Pampa, la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Federación Agraria Argentina (FAA), la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), así como por los frigoríficos HV S.A., Carnes Pampeanas S.A., General Pico S.A. y Pilotti S.A.

La declaración advierte que “no avanzar con la medida de levantamiento de la barrera —que impide el paso de carne con hueso al sur del río Colorado— genera preocupación por la falta de seriedad del organismo sanitario nacional”.

Asimismo, sostiene que “es el propio organismo sanitario oficial quien, en la normativa prevista por la Resolución N° 180/25, dejó claro que no hay riesgos ni de circulación viral ni de afectación de mercados”.

En virtud de esta postura unificada, el gobernador Ziliotto solicitará una audiencia con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, para presentar formalmente el reclamo de la provincia. El documento también propugna una convocatoria al Consejo Federal Agropecuario como ámbito de diálogo para alcanzar consensos productivos y sanitarios.

La barrera sanitaria actual sobre los cruces de los ríos Barrancas y Colorado, se estableció hace 23 años luego de que se experimentara con una división de la norpatagonia para permitir solo el asado con hueso, pero luego se cerró.

Junto a los puestos sanitarios que impiden el ingreso de carne con hueso y animales en pie (la carne sin hueso puede ingresar) funcionan retenes que impiden el ingreso de frutas y verduras sin tratamiento cuarentenario.

El 18 de marzo cambió todo. Se publicó una resolución que levantó la barrera, pero a las horas se la suspendió. La suspensión fue solicitada por los gobernadores de Neuquén, Río Negro y otras provincias patagónicas, quienes expresaron preocupación por el impacto en la producción local y la necesidad de proteger el estatus sanitario de la región, que se encuentra libre de fiebre aftosa sin vacunación. 

La medida afecta especialmente a los productores de carne en la Patagonia, quienes dicen que no temen una competencia desleal con la carne del norte del país, que podría ingresar con menor costo y sin las mismas restricciones, sino que piden respeto por el esfuerzo que significó no vacunar durante los últimos años contra la aftosa.

Los gobernadores patagónicos criticaron la decisión inicial del gobierno central, que consideraron inconsulta y arbitraria y pusieron de relieve el estatus sanitario. La región de la precordillera neuquina es una zona de cría y el engorde de los novillos se realiza en alguno de los 12 engordes a corral que hay en la zona de secano.

Se espera que en los próximos 90 días se puedan llevar a cabo conversaciones entre el gobierno nacional y los gobernadores patagónicos para encontrar una solución que proteja tanto la salud animal como la economía regional. 

La suspensión de la barrera sanitaria fue celebrada por La Pampa, que considera que la barrera era un obstáculo comercial y no sanitario. 

En la actualidad, lo que se conoce como pulpas, carne sin hueso, ingresa sin restricción desde el norte del río Colorado y sus precios son sensiblemente superiores a los que tienen los cortes en la zona pampeana, inclusive son el triple. Pero el interés comercial radica en el asado con hueso que hoy se vende en forma clandestina a precios que oscilan entre los 23.000 y 25.000 el kilo.


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