«No demoren más» la boleta única de papel en las votaciones

La Red Ser Fiscal, impulsora desde hace años de la iniciativa por una mayor tranparencia electoral, insiste en su reclamo acompañada de miles de ciudadanos.

Transparencia electoral, simplemente eso. La iniciativa de que se implemente cuanto antes en el país la Boleta Unica Papel, promovida desde haca ya bastante tiempo por la Red Ser Fiscal, viene demorándose de forma preocupante.

“Ya pasaron más de 60 días desde el inicio del año parlamentario y aún no se ha constituido la Comisión de Asuntos Parlamentarios, ámbito esencial para el tratamiento de los proyectos de Boleta Única Papel, que se encuentran demorados a la espera de su elevación para el tratamiento al Pleno de la Cámara”.

Así se expresó en nota dirigida al titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, la entidad que agrupa a muchas organizaciones civiles del país.

Además, más de 174.000 ciudadanos han firmado esta petición a través de la plataforma change.org/boleta única papel.

“Además de elevar estas solicitudes al diputado Massa, se presentó el proyecto Boleta Única Papel Argentina, para que contribuya a un mejor debate y otros aspectos centrales de una mayor transparencia electoral”, señaló el responsable de la Red Ser Fiscal, Claudio Bargach. La Red es una organización ciudadana, voluntaria, federal y política no partidaria que trabaja sobre cuestiones de transparencia electoral, desde hace doce años.

Qué se propone

La propuesta de ley BUBA (Boleta Única de Papel Argentina) tiene por objeto modificar la herramienta del sufragio que se encuentra vigente -boleta partidaria-. Propone que la boleta única papel sea utilizada “en todas las competencias electorales de candidatos/as a nivel nacional e invitando a las provincias y municipios a adherir, unificando también –y de ser posible- el calendario electoral también”.

Desde hace años la Red Ser Fiscal hace notar que el sistema de votación vigente “resulta obsoleto y contiene deficiencias que vulneran la integridad del proceso electoral. Por ello -dicen- hemos bregado por una reforma electoral que contemple diversas cuestiones en torno a una modificación del instrumento del sufragio, la unificación del calendario electoral y la creación de un Instituto Electoral independiente”.

Recuerda que el actual sistema tradicional de voto con boleta de papel establece que los partidos políticos deben diseñar, imprimir y distribuir las boletas de votación. “Ello conlleva a un manejo estratégico de las boletas partidarias antes y durante la jornada electoral, permitiendo que algunos partidos políticos se beneficien sobre otros, o que resulte en una oferta electoral incompleta (por robo o sustracción de boletas)”.

La normativa electoral vigente deja en manos de los partidos políticos el diseño y oficialización de las boletas electorales (art. 62 del Código Electoral).

Añade la Red: “Con respecto a la distribución de las boletas partidarias no resulta clara la normativa ya que deja a discreción de los partidos políticos la decisión en cuanto a la distribución de las mismas. Ello genera un desequilibrio entre aquellos partidos políticos que cuentan con la posibilidad de distribuir sus boletas en todas las mesas electorales y aquellos que no pueden (incluyendo el costo económico de la impresión de boletas que genera –también- grandes desigualdades entre las fuerzas políticas, más allá de las financiadas por el Estado que sólo incluye el equivalente a la cantidad de boletas de un padrón cuando normalmente se precisa imprimir para tres padrones)”. De esta manera, “no se garantiza una oferta electoral completa en todas las mesas de votación por lo que se vería limitado el derecho de elegir y ser elegido”.

Asimismo, advierte que “la necesidad de que los partidos políticos precisen fiscales para reponer las boletas en el cuarto oscuro implica también una gran desventaja para aquellas fuerzas políticas que no cuentan con los fiscales suficientes para cumplir – además de la fiscalización electoral- con esa tarea de reposición cuando se le acaban las –pocas- boletas con las que cuenta el Presidente de Mesa”.

Suma también: “Otro grave riesgo que se corre con el sistema de boleta partidaria está relacionado con la falsificación de boletas o la errónea distribución de las mismas (en jurisdicciones que no corresponden o de las PASO cuando se trata de elecciones generales, por ejemplo)”.

Y agrega: “La utilización de boleta partidaria permite prácticas reñidas con la transparencia electoral tal como resulta del denominado “voto cadena” en el que se intercambian sobres con un voto decidido a cambio de una dádiva o pago.


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