Omar Gutiérrez concluye 16 años de ciclo Azul: el legado y lo que viene en Neuquén

El gobernador asegura que se va “en paz” tras dos gestiones al frente de Neuquén. El domingo le pasará el mando a Figueroa, el primero sin el sello del MPN. La economía, principal desafío.

En exactamente una semana, al gobernador Omar Gutiérrez le tocará la inédita tarea de entregar el poder de la provincia a un sucesor que no llevará el sello del Movimiento Popular Neuquino. Será un traspaso agridulce, pero no del todo. El mandatario logró en estos largos ocho meses de transición reconstruir una relación con su excompañero de fórmula que le viene garantizando una salida sin conflictos y hasta con chances de ocupar un lugar en la futura gestión.

«Tranquilo y en paz», se definió a sí mismo a Diario RÍO NEGRO en la antesala de sus últimos siete días al frente del gobierno. Dijo que lo que va a pasar el 10 de diciembre es «la finalización de una etapa», que no está nostálgico, pero tampoco saltando de alegría. «Es lo que deseo», resumió sobre el cambio de rumbo.

Sus planes lo ubican, por ahora, en el sector privado, «entre Neuquén y Buenos Aires», aunque hay versiones de un posible desembarco en YPF como representante en el directorio por Neuquén, o incluso en GyP, la petrolera estatal. Sobre ninguna de las dos quiso dar confirmaciones.

Gutiérrez asumió por primera vez en el 2015 y fue reelecto en 2019, en ambas ocasiones por un porcentaje magro que anticipaba el desgaste del partido provincial frente al electorado. Ese caudal ya no alcanzó cuando le tocó este año competir al actual vicegobernador, Marcos Koopmann, quien resultó perdedor frente a la propuesta rupturista de Rolando Figueroa.

Con sello nuevo, un frente multipartidos y una ficha de afiliación que todavía dice MPN se impuso frente al aparato de la lista Azul que el próximo domingo finalizará su ciclo de 16 años.

Uno de sus resultados «colaterales» será el corrimiento de Jorge Sapag como principal líder y armador de la política provincial.

Figueroa ya recibió apoyo explícito de al menos cuatro de los diez diputados electos por el MPN por lo que, no sólo llega a la asunción con su espacio multicolor conservado, sino que también logró ampliarlo aún más. Si finalmente se convertirá en el nuevo líder del partido, no será ahora.

«La sociedad votó en abril un cambio desde la política, a través de una propuesta provincial, y nosotros vamos a respetar ese mandato», afirmó días atrás en Cutral Co, cuando rechazó gentilmente la invitación de militantes del MPN para volver a su cuna.

Estado del Estado


En cuanto a los indicadores económicos y sociales que dejará el gobierno de ocho años de Omar Gutiérrez, ni Figueroa ni sus equipos de la transición quisieron revelarlos.

Los ministerios entregaron 17 carpetas con información de todas las áreas del Estado a mediados de septiembre, pero su contenido nunca fue revelado.

En lo presupuestario, Gutiérrez finalizará su mandato con «equilibrio» en las cuentas, según las proyecciones al tercer trimestre, aunque sus gestiones no pudieron aprovechar el incremento de los ingresos por las regalías de Vaca Muerta ni para dar un salto de escala en la obra pública ni para reducir la incidencia del gasto salarial.

Los sueldos de los empleados públicos se llevaban en el 2015 más de un 55% de los gastos corrientes y, según los últimos datos de 2023, hoy son casi el 53%. Eso sin contar otros que paga indirectamente a través de las transferencias que hace a municipios y al Poder Judicial.

Las regalías, en cambio, representaban en el último tramo del gobierno de Jorge Sapag casi un 18% de los ingresos corrientes de la provincia y este año llegan al 31%, impulsadas por el despegue de la producción de producción de gas y petróleo en Vaca Muerta.

Cuando asuma Figueroa, lo hará con un presupuesto ya aprobado que superará los 2 billones de pesos y que destinará un 14% a obra pública, cifra similar a la que se irá en los servicios de deuda pública.

Este ítem será uno de los más complejos para la administración del nuevo gobierno, porque se concentrarán en su gestión los vencimientos de capital e intereses en dólares que se reestructuraron en el 2020. El de Gutiérrez y el de Jorge Sapag fueron los dos gobiernos que más emisiones en dólares hicieron en la historia de la provincia a través de herramientas como los bonos Ticafo, Ticap, Tiprodeu, Ticade, Tideneu y un préstamo con el Credit Suisse que totalizaron más de 800 millones en cada gestión.

Este año, el actual gobernador volvió a endeudarse por otros 100 millones de dólares para dejarle «stockeado» lo que necesitará su sucesor para cancelar las obligaciones del 2024 sin comprometer los recursos, que ya se visualizan como limitados. Figueroa también podrá hacer uso de otros 50 millones de dólares remanentes que ya tienen aval de la Legislatura.

Los aumentos por inflación, una herencia difícil


El gobierno de Rolando Figueroa deberá decidir este verano, cuando le toque negociar por primera vez con los sindicatos estatales, si continúa con la metodología de aumentos salariales atados a la inflación de Omar Gutiérrez.

El actual gobernador fue el creador de este mecanismo automático que, en el 2017, se había presentado como «un cambio de paradigma que da la tranquilidad de garantizar el poder adquisitivo del trabajador».

Fue durante su segundo año de gestión, luego de un 2016 en el que había otorgado porcentajes semestrales que se quedaron cortos frente al proceso inflacionario.

«Nos va a permitir armonizar los recursos con los gastos salariales, algo que antes no sucedía», había asegurado en ese momento el exministro de Economía, Norberto Bruno, quien incluso llegó a proponer su implementación vía ley.

La indexación vía Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Indec y Estadística y Censos le evitó a Gutiérrez las permanentes renegociaciones salariales, y solo se suspendió durante el 2020 y 2021, los años de mayor impacto de la pandemia.

Hasta el momento, Figueroa no ha dado definiciones claras respecto de si seguirá con esta metodología o buscará a una estrategia de porcentajes fijos. Dijo que no estaba «en contra», pero viene advirtiendo la necesidad de una administración austera, en particular con el contexto nacional es de incertidumbre.

El propio gobierno, con Guillermo Pons en el ministerio de Economía, reconoció este año que las subas por IPC llevaron a la provincia «a un estrés financiero» porque los recursos no están aumentando al ritmo en que lo hacen los sueldos estatales.

«El IPC no se toca, lo vamos a defender, aunque sabemos que hay que tener un Estado más eficiente y con un reordenamiento del personal», advirtió el secretario general de ATEN, Carlos Quintriqueo, sobre la posibilidad de una negociación distinta el año que viene. El actual acuerdo finalizará en febrero, cuando se pague el último trimestre de 2023.

El gobernador electo viene demostrando una hábil desarticulación de sus eventuales adversarios políticos (el MPN ya parece funcionar más como oficialismo que como opositor), pero todavía deberá enfrentar la prueba que le tomarán los sindicatos cuando asuma el poder de la provincia.

El gabinete de «austeridad» se conocerá mañana


El gobernador electo Rolando Figueroa anticipó que mañana se presentará en la Legislatura el proyecto para sancionar la nueva ley de ministerios de la provincia. El texto será el que finalmente defina cómo va a estar organizado el gobierno que comenzará el 10 de diciembre, la cantidad de ministerios, secretarías de Estado y de qué área dependerá cada organismo descentralizado y empresa estatal.

Figueroa ya anticipó que buscará un gobierno de «austeridad» y con una estructura política más chica que la actual. El gobernador Omar Gutiérrez fue, hasta el momento, el que mayor cantidad de ministerios tuvo en sus gestiones.

Se inició con una estructura de ocho que tenía como novedad la creación del ministerio de Ciudadanía, la elevación de rango para Turismo y una cartera exclusiva para Educación. Esa primera conformación fue variando y, actualmente, el gabinete se compone de 12 ministerios.

Se sabe que Figueroa tendrá un número más reducido, pero aún no reveló la cantidad. Los únicos con cargo ya nombrado son los de Economía (Guillermo Koenig), Turismo (Gustavo Fernández Capiet), Jefatura de Gabinete (Juan Luis Ousset), Infraestructura (Rubén Etcheverry), Educación (Soledad Martínez) y Trabajo (Lucas Castelli). El área que conducirá Julieta Corroza aún no tiene título. Los interrogantes recaen aún en Seguridad, Salud y Energía.


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