Villa Mascardi: A un año del desalojo, propietarios todavía no reconstruyeron sus casas destruidas

Aseguraron que no están dadas las condiciones para hacerlo. Criticaron la intención de Nación de cederles un lote a la comunidad mapuche desalojada. Afirmaron que aún no viven en paz.

«Durante este año apenas pude ingresar a ver el estado de mi propiedad, pero el ingreso sigue restringido porque las fuerzas de seguridad mantienen una valla antes de la tranquera, con lo cual es difícil que un amigo mío pueda pasar e ingresar sólo con mi consentimiento si no estoy ahí”, comentó ayer Juan Grehan, propietario, junto a su esposa María Giménez Tournier, de La Escondida.

Esa propiedad estuvo usurpada por la comunidad Lafken Winkul Mapu desde finales de enero de 2018 hasta el 4 de octubre del 2022, cuando se ejecutó el desalojo. Y quedó destruida.

Dijo que en su caso “es una recuperación muy parcial”. Indicó que pasó un año y “los prófugos siguen prófugos con el consiguiente riesgo que eso conlleva, con lo cual lo único que cambió en Villa Mascardi es que no existe el riesgo de cortes de ruta y agresiones al circular por la ruta”.

“Pero la circulación por los lotes propios y vecinos y por el mismo Parque Nacional lindero a ellos está muy limitada”, explicó.

Grehan opinó que el desalojo “fue acertado, debió haberse concretado 5 años antes, claramente”. “Pero dejó al descubierto la responsabilidad de los funcionarios provinciales y nacionales, claros promotores del accionar delictivo de esta banda de encapuchados, cuando una vez desalojados intentaron darles la posesión de la misma tierra de Parques Nacionales a los mismos delincuentes disfrazándola de “legal”, con la connivencia incalificable del juez Hugo Greca”, cuestionó.

Recordó que ese “acuerdo» fue apelado por el fiscal federal “y estamos esperando la resolución de la instancia superior”.

Consideró que esta situación “no va a tener definición antes del cambio de gobierno, con lo cual esperamos que sea el nuevo directorio de la Administración de Parques Nacionales quien lo derogue (el acuerdo) y así podamos empezar a tener algo de paz”. “Aún quedará la definición de las causas pendientes y unas cuantas acciones más, ya que sólo con palabras de los candidatos no cambiará nada”, opinó.

Luis Dates, propietario de Los Radales, explicó que no inició “ningún tipo de reconstrucción de mi vivienda ni lo haré hasta que haya un gobierno que garantice y defienda los derechos de los vecinos y no los de los delincuentes como lo ha hecho la administracion de Alberto Fernández y Cristina Kirchner”.

Para Dates, “el desalojo estuvo bien hecho, aunque como todo en este país se hizo tarde”. Lamentablemente, la jueza no dispuso el retiro del falso tótem con lo cual aún persiste la posibilidad que los delincuentes de la Lof Lafken Winkul Mapu reclamen el lugar donde está situado como sitio sagrado”, señaló.

Dijo que al estar la zona “custodiada, cada vez menos, por el Comando Unificado de fuerzas existe entre los vecinos un inestable clima de cierta tranquilidad, pero sabemos que hasta que todos los integrantes de la Lafken Winkul Mapu sean apresados y juzgados no volverá la verdadera paz a Villa Mascardi”.

Foto: Marcelo Martinez / Patagonia.

No hay garantías


Diego Frutos, dueño de La Escondida, dijo que este año “que pasó ninguno de los vecinos hemos podido restaurar nuestras viviendas ya que sería en vano, no tenemos ninguna garantía para poder regresar y vivir en paz”.

“Ninguno de los encapuchados, salvo su jefe Jones Huala, fue capturado después de haberse profugado en el desalojo”, sostuvo.

“Ya tenemos bien claro que no hay ningún interés de los gobiernos provincial y nacional en capturarlos, han acordado con ellos una vez más”, denunció.

Frutos evaluó que el desalojo “fue totalmente extemporáneo y demasiado anunciado”. “Ya en los días previos venían desfilando por Bariloche las tanquetas y vehículos especiales venidos desde Buenos Aires dándoles el aviso; todo un bleuf”, observó.

“No hubo ni táctica ni estrategia del Comando Unificado. La montaña debió haberse barrido de arriba hacia abajo y no en sentido inverso como lo hicieron topándose con el escudo de mujeres y niños que apedrearon a las fuerzas federales ganando los encapuchados varios minutos importantísimos para profugarse arriba de la montaña”, manifestó.

“Hoy, Villa Mascardi es la imagen de la resultante de una guerra donde al circular por la Ruta 40, uno puede ver una sucesión de esqueletos edilicios que oportunamente fueron nuestras cabañas familiares”, lamentó Frutos.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios