Por qué allanaron al juez Piedrabuena, qué pasará con el fiscal y con el jury

La trama mezcla relaciones privadas con acusaciones públicas, y hunde al Poder Judicial en un conflicto que no encuentra fondo.

El caso Piedrabuena desbloqueó otro nivel de escándalo. El primer juez en ser declarado en rebeldía por no presentarse en una audiencia penal en su contra se convirtió ayer en el primero cuya vivienda fue allanada, acusado de presunta extorsión contra un fiscal.

Del domicilio se llevaron computadoras, teléfonos, otros dispositivos electrónicos, pendrives y documentación. En el legajo se acumulan, como indicios, audios de whatsapp, declaraciones testimoniales, correos electrónicos y archivos en formato pdf con textos y fotografías.

La investigación comenzó por una denuncia del fiscal de Delitos Sexuales, Andrés Azar, que según la información oficial fue presentada el 3 de junio pasado ante el fiscal Diego Azcárate, encargado del operativo de ayer.

Se vincula con un mail anónimo que empezó a circular en los últimos días por las casillas de correo de magistrados, funcionarios, legisladores y periodistas que le atribuye a Azar una serie de delitos presuntamente cometidos en el ejercicio de su función.


«Piedrabuena y su entorno»


Fiscal Andrés Azar. (Gentileza)

La investigación de Azcárate reunió elementos que «indican que el juez de Garantías Diego Piedrabuena y las personas de su entorno familiar estarían vinculadas a la confección del documento PDF en contra del fiscal Azar, con la posible colaboración de personas de otras provincias», dice la información oficial del Ministerio Público Fiscal. Las sospechas de complicidades son tan amplias que tienen desde tonada cordobesa hasta fragancia marina.

La autorización para el allanamiento lo otorgó la jueza de Garantías de Zapala, Leticia Lorenzo, debido a que casi todos los magistrados de la provincia están impedidos de intervenir, porque se excusaron o fueron recusados por Piedrabuena.

En el pedido de allanamiento, el fiscal del caso sostuvo que “considero que lo denunciado por Azar, en el marco de este legajo, constituye una clara acción intimidante hacia su persona. Del propio testimonio del denunciante, de los audios y demás información aportada, como así de las entrevistas testimoniales realizadas telefónicamente surge un claro accionar coaccionante por parte de Piedrabuena y su entorno».

También planteó que “es el propio Azar quien manifiesta que todo esto le ha generado una clara intimidación y afectación a su libertad psíquica, y ello –claramente- se condice con la información colectada hasta el momento”.


Qué hay en los pdf


Diego Piedrabuena, en la última audiencia de la que participó. (Zoom)

El correo anónimo contiene datos y fotos sobre la vida personal del fiscal Andrés Azar, hace afirmaciones respecto de presuntas conductas delictivas dentro y fuera de los legajos a su cargo, involucra a funcionarias judiciales, abogadas y a su exesposa de manera indiscriminada, con muchos datos erróneos y otros que merecen atención.

Azar, según la información oficial, presentó una denuncia el 3 de junio. En esa fecha se habría enterado, a través de allegados, que se gestaba una maniobra en su contra. Y la atribuyó al juez Diego Piedrabuena, contra quien debe declarar en el Jurado de Enjuiciamiento.

Habría dicho en su denuncia que las fotos que luego aparecieron en los pdf salieron del teléfono de quien era su esposa, hoy radicada en Córdoba, y del suyo. Se enteró, por alguna vía, que fueron a parar a manos del juez o de algún allegado al juez.

Respecto de los delitos que le atribuye el anónimo, fuentes del Ministerio Público Fiscal indicaron que habrá una investigación.


Traslado y ¿auditoría?


Por ahora no está previsto separarlo del cargo; por el contrario, es muy probable que se lo traslade a la fiscalía de Homicidios donde hace poco se produjo una vacante por jubilación.

Río Negro preguntó si habrá una auditoría en los legajos que deja el fiscal para despejar inquietudes que surgieron ayer a partir del correo anónimo. Es posible, fue la respuesta.

Abogados y abogadas que tienen como clientes a víctimas o familiares de víctimas de delitos sexuales relataron ayer los mensajes de preocupación que recibieron cuando trascendieron el allanamiento a Piedrabuena y los detalles del correo anónimo.

Una de las consultas se refería al futuro de las investigaciones que conducía Azar, porque no estaba claro si el fiscal continuaría en esa unidad o sería trasladado.

También se realizaron varios chequeos de plazos procesales, ya que el anónimo cita presuntas irregularidades en causas en las que le tocó intervenir a Azar y, casualmente, a Piedrabuena.


Busamia: preocupación institucional


Germán Busamia, presidente del Tribunal Superior.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Germán Busamia, expresó que «sería deseable que estas situaciones no ocurran, ni los hechos que generan intervención penal ni las distintas diligencias en el marco de un proceso penal que involucran a integrantes del Poder Judicial. Sin embargo hay que tener presente que si ha ocurrido alguna conducta que motive y justifique que se activen los mecanismos de investigación que contempla la normativa procesal penal provincial, luce saludable que si el investigado es un integrante del Poder Judicial, se apliquen a su respecto idénticas medidas que las dispuestas para cualquier ciudadano alcanzado por una investigación fiscal o un trámite penal bajo supervisión de un Juez Penal provincial».

Y en su carácter de presidente del Jurado de Enjuiciamiento contra Piedrabuena, dijo que «las cuestiones que han trascendido públicamente, incluso en caso de acreditarse, no guardarían relación directa con los hechos por los que se ha abierto el trámite de Jurado», por lo que «no se advierte que la noticia conocida tenga incidencia en el Jurado en curso».


En la lista


Piedrabuena y Azar protagonizaron un enfrentamiento en una causa penal por abuso sexual, tal como lo reveló en su momento Río Negro.

Azar cometió un error y se le vencieron los plazos, recusó a Piedrabuena, y el juez lo trató de «pelotudo de mierda». También tildó de «burra» a la defensora Andrea Rapazzo, quien aparece mencionada en los anónimos.

Desde el entorno del juez afirman que el allanamiento fue una maniobra del fiscal general José Gerez, a quien Piedrabuena acusó de falsificar pruebas en el jury. En esa denuncia aparece mencionada la jueza Carolina García.

Azar, Rapazzo, García, son testigos en contra de Piedrabuena en el Jurado de Enjuiciamiento. Gerez es el encargado de sostener la acusación.

Como publicó este diario, la estrategia de Piedrabuena inquieta al Poder Judicial. Ayer la pregunta era si existe una lista, o si todo se marchitará aquí como un jazmín alcanzado por las heladas de este invierno.


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