Presunta lesión del acusado frenó inicio del juicio

Leonardo Petricio

NEUQUÉN (AN).- Se frustró ayer la iniciación del juicio oral al oficial de policía Claudio Salas, acusado de matar de un disparo en la nuca a Braian Hernández (14 años), el 19 de diciembre pasado en el barrio Cuenca XV. En la apertura de la audiencia los jueces informaron que el acusado había sufrido una descompensación en la ducha, que se cayó, que como producto de ello sufrió una herida cortante en la cabeza y debió ser traslado la hospital Castro Rendón.

Previo a ello Elizabeth Hernández, la madre de la víctima, había alertado de la situación de manera que cuando el presidente del tribunal Fernando Zvilling la oficializó -ante una sala colmada de público y periodistas- no sorprendió. El fiscal Pablo Vignaroli de inmediato pidió que un médico forense verificara la gravedad de la herida y definiera si podía o no participar de la audiencia.

El tribunal de la Cámara 2 -que integran además Florencia Martini y Héctor Dedominichi- accedió, y abrió un cuarto intermedio para la gestión y dos horas después informó que a Salas se le hacían estudios -el informe del penal aludía a placas radiográficas y una tomografía computada- y que se había resuelto suspender la audiencia.

Si bien se supo que las audiencias se iniciará hoy, Gustavo Lucero -uno de los defensores, el otro es Omar Urra-, abrió un interrogante y dijo que recién en la mañana de hoy se sabrá si el imputado está en condiciones de participar de la audiencia (ver recuadro).

La demora en la apertura de la sala para el ingreso del público encendió la luz de alerta ayer en los tribunales de calle Irigoyen de esta ciudad, vallada, con fuerte presencia policial y medio centenar de personas manifestando con coloridas banderas y pancartas, esperando por ingresar.

Además de familiares había dirigentes organizaciones de derechos humanos -Madres de Plaza de Mayo, Corriente por los Derechos Humanos de Neuquén y Río Negro, Zainuco, Activar, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación-, de partidos políticos y gremios.

Cuando Zvilling formalizó la suspensión de la jornada Elizabeth Hernández expresó su bronca a viva voz. “Este cobarde, que ni siquiera le dio la posibilidad a mi hijo de defenderse, finge, es una basura que no quiere dar la cara”.

Agregó, en lo que terminó siendo un monólogo, que “lo denuncio a él y al resto de los policías, que nos se presentaron hoy a declarar, porque tienen miedo. Hay que condenarlos socialmente por eso”.

A renglón seguido anticipó que marcharían al hospital para “escrachar” a Salas. No vamos a escrachar al hospital, sino a este asesino para que de la cara, que salga de ahí esta basura corrupta, mafiosa, que está vinculado a un montón de cosa negras en el oeste”.

Gritó que Salas “es un represor que violó todas las leyes. Él y todos sus compañeros deben presentarse -a declarar-, porque Braian necesita justicia para descansar en paz”.

“Este cobarde finge, es una basura que no quiere dar la cara”, dijo Elizabeth Hernández.