Prohiben desnudar a los presos en las requisas en Senillosa

Desde abril los internos de la cárcel de Senillosa son sometidos a esta modalidad al entrar y salir de los pabellones. El juez federal Gustavo Villanueva ordenó cesar con esa práctica.

El juez federal Gustavo Villanueva ordenó el cese de las requisas vejatorias a la conducción del Servicio Penitenciario Federal en la cárcel de Senillosa.
La desnudez masiva y diaria para el reingreso a los pabellones se aplicó a partir de los primeros días de abril, luego de un presunto intento de fuga en uno de los pabellones, el primero del que se tenga conocimiento en este penal.

La defensa oficial puso en duda la existencia de ese episodio, por cuanto no se informó, ni se armó una causa con esa novedad.

Contándose con dispositivos electrónicos de control, constituye un exceso hacerles quitar diariamente las vestimentas hasta quedar desnudos en un sitio no del todo adecuado».

Gustavo Villanueva es fuez federal.

Según describió en el fallo del 6 de mayo pasado, el Servicio Penitenciario federal cambió la modalidad de cacheo luego de un episodio ocurrido el 6 de abril pasado en el penal de Senillosa, cuando se detectó que desde afuera algunas personas emitían luces hacia uno de los pabellones. Las pesquisas de los penitenciarios indicaron que luego de una requisa, se encontró en una de las celdas, barrotes que habrían sido limados.

El presunto intento de fuga salió a la luz debido a que desde esa fecha todos los internos que iban a la zona de talleres, a la escuela, a salidas al juzgado u otros egresos laborales, fueron desnudados y revisados corporalmente por personal en un ambiente no privado, tanto al reingreso como a la salida del pabellón.

La Unidad Federal V

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hay en la cárcel de Senillosa. El juez ordenó la provisión de más paletas electrónicas y los cacheos exhaustivos con ropa.

La continuidad de las nuevas revisiones en todos los pabellones derivó en la presentación de un amparo por trato vejatorio. La fiscalía describió la modalidad del cacheo continuado como “humillante” y un “agravamiento de las condiciones de detención”.

Tanto la fiscalía como los defensores oficiales solicitaron que la revisión se realice “según la normativa vigente”.

Villanueva solicitó informes y pruebas ante la modalidad adoptada y desde el Servicio Penitenciario se justificó esa requisa en el intento de fuga;al tiempo que se admitió la continuidad de la medida. El juez ordenó que cese el trato humillante, y que se practiquen las revisiones exhaustivas con las paletas electrónicas. “El servicio penitenciario puede disponer de medidas extraordinarias, pero no constituyen la regla. Son requisas invasivas practicadas diariamente”, describió.


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