Casa propia: arquitecta de Roca ayuda en la estrategia de saber qué, cuándo y cómo hacerla

La estrategia a seguir desde la compra misma del terreno definirá el resultado final. Cuáles son los aspectos a tener en cuenta.

Por Mijal Orihuela (*), especial para «Río Negro»

Vivir en una casa propia a veces parece imposible. Sin embargo, la realidad es que lo más probable es que algún día la tengamos. La clave radica en tener una buena hoja de ruta o estrategia que nos permita saber qué hacer, cuándo y cómo hacerlo. Con esto, concretar tu sueño, es sólo una cuestión de tiempo.

1Elige bien el terreno. La tierra es siempre una buena inversión, porque tiende a subir de valor con el tiempo. Por eso, comprar terrenos es recomendable tanto para quienes van a construir como para quienes quieren ahorrar de modo seguro.

Si tenés el capital para comprar el terreno que quieras, elegí uno que se encuentre en el barrio donde más te gustaría vivir. Pero, si tu meta es llegar a juntar el dinero para comprarte algo, apuntá a un loteo económico, hecho por una desarrolladora reconocida, que te ofrezca una financiación en pesos. Una vez que lo tengas, decidirás si construir ahí mismo o en otro lado.

En segundo término, analizá la ubicación del lote respecto de los sitios atractivos como el río y las rutas o áreas céntricas, si se encuentra en un barrio cerrado o abierto, si tiene desniveles o es inundable, qué superficie del terreno puede realmente ocuparse y con qué tipo de construcción y qué hay en los alrededores. Todo esto, te dará indicios respecto del valor real del terreno, de cuánto puede llegar a valorizarse con el tiempo y si es probable que se forme un barrio de casas caras, un área de talleres y negocios o un barrio de casas económicas.

La elección del terreno ideal y su potencial de futuro es el primer paso para la casa perfecta.


2- Establecé tus prioridades. A la hora de diseñar nuestro hogar, las limitaciones que imponen el presupuesto y el espacio disponible nos obligan a priorizar diversos espacios y elementos por sobre otros. Por ello, es fundamental tener un listado claro de necesidades y deseos, numerados según orden de relevancia. Así, quien te asesore sabrá si es más importante que tu dormitorio tenga un vestidor o un espacio para un rack de TV, si tu cochera debe ser cubierta o puede resolverse con un tinglado bonito, y, si tener ese dormitorio extra te resulta más importante que el mármol Carrara del baño.

Para establecer estas prioridades es útil pensar en qué necesita cada miembro de la familia, qué actividades hace en la casa, cuáles son sus preferencias, qué tareas pueden llevarse a cabo en un mismo espacio, cuánto lugar para guardado se requiere, qué cambios pueden llevar a haber en nuestra vida de acá a 5 años, si es importante que nuestra casa impresione a los demás o es suficiente con que sea cómoda y funcional, y, si queremos una casa moderna o atemporal.

Manejo de finanzas



3- Analiza tus finanzas. Según nuestro caso particular, puede ser conveniente pensar en hacernos una casa para toda la vida o una casa trampolín.

Si no sabemos de dónde vamos a sacar la plata para construir, empezar por pagar un lote económico en cuotas puede ser un primer paso. Y, quizás, no nos convenga pensar en la casa ideal, sino en una casa pequeña, funcional, bien construida, ampliable, bonita y vendible. El hecho es que los terrenos tienden a valorizarse con el tiempo y una casa terminada vale aproximadamente un 30% más que su costo. Entonces, una vez que el barrio se haya consolidado y nosotros contemos con un nuevo terreno, algo de ahorros o la posibilidad de acceder a un crédito hipotecario, podremos venderla y hacer una más grande o con materiales más caros.

«Teniendo un presupuesto en mente, podremos saber de cuántos metros cuadrados estamos hablando y si necesitamos construir por etapas o podemos hacer la casa de un saque».

Si, en cambio, ya tenemos un capital de base, lo aconsejable es hacer un cálculo realista de cuánto dinero disponemos y qué financiamientos podemos llegar a obtener para hacer nuestra casa. Teniendo un presupuesto en mente, podremos saber de cuántos metros cuadrados estamos hablando y si necesitamos construir por etapas o podemos hacer la casa de un saque.

4- Planificá qué vas a construir y establecé un plan de acción. Bajar nuestras ideas, deseos y necesidades a un diseño concreto es fundamental para saber cuántos metros tiene realmente nuestra casa, si se puede construir por etapas y cuál es su costo. Además, nos permite contar con un listado de materiales realista, con el que podremos comenzar acopiar, es decir, ahorrar en materiales. Podemos, establecer un plan de inversión o compras que llegue hasta determinado punto, luego, obtener los permisos municipales y realizar un plan de inversión para lo que resta de materiales y mano de obra.

Los detalles de terminación representan el 30% de la obra total.


Trabajar de esta manera nos permitirá orientar mejor nuestras energías y esfuerzos, podremos ahorrar para algo concreto y asequible, aprovechar ofertas de los corralones, investigar materiales alternativos y más económicos, estar atentos a los créditos bancarios que puedan surgir, saber si nos conviene o no hacer ese viaje que deseamos y, si tenemos espacio, ir guardando algunos elementos.

5- Pensá fuera de la caja. Hasta el momento de pegar el primer porcelanato, gastamos mas o menos un 70 % de lo que vale nuestra casa. Es decir que las terminaciones representan aproximadamente un 30 % del costo total de la obra. Esta es una etapa que atrapa nuestra atención, porque queremos que nuestro hogar se vea bonito. E incluye materiales que tienen precios muy disímiles, como revestimientos para paredes y pisos, griferías y juegos de baño o pinturas.

En consecuencia, cuando te acercás a esta instancia de la obra es prudente revisar o hacer un diseño de interiores. Solemos tener ideas muy fijas respecto de lo que queremos, las cuales no siempre se adecuan a nuestra realidad económica y que, a su vez, nos limitan la posibilidad de ver alternativas copadas.

Usando materiales alternativos, en pisos, paredes, mesadas y muebles, podemos lograr espacios super chic y, a su vez, económicos. La clave, para esto, es que las cosas armonicen al estar juntas y combinadas y cierta manera. Por esto, aunque estés ajustado de presupuesto, es ideal asesorarte con alguien a la hora de diseñar los interiores de tu hogar. Una persona con el ojo entrenado, podrá ayudarte a seleccionar y articular materiales de elementos de manera mágica.

(*) Mijal Orihuela es arquitecta y urbanista

Buen Vivir. Arquitectura y Diseño / Embajadora LxArch

@mijal.arquitecta


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