Psicólogas ponen la mirada en los efectos del aislamiento

Los especialistas advierten que la cuarentena podría traer a las personas consecuencias en materia de salud mental, con cuadros de angustia, temor y conflictos interpersonales. En Bariloche trabajan en un plan para ofrecer ayuda.

La evolución de la pandemia de coronavirus y las consecuencias del aislamiento prolongado tendrán efectos también en el terreno de la salud mental que derivará -según los especialistas- en cuadros de angustia, temor y conflictos interpersonales.

El Colegio de Psicólogos de la Zona Andina ya trabaja en un plan para atender la emergencia y ofrecer ayuda en coordinación con los organismos de Salud Pública. La idea es generar una “red de asistencia y prevención” acorde con la crisis.

La psicóloga Alejandra Schneebeli dijo que la cuarentena “obliga a enfrentar la incertidumbre, lo inesperado” y va a ser “un ejercicio muy grande” desde lo psicológico.

Sobre las reacciones que se pueden esperar dijo que “el abanico es diverso y no hay antecedentes”. Opinó que “para aquel que le toca estar solo es una situación compleja. Aunque depende de cada uno y de la historia previa”. Dijo que algunas familias tienen poco hábito de estar juntas y el encierro obligado también puede generar situaciones no previstas.

Datos

3
personas dieron negativo hasta el momento en la ciudad tras ser considerados casos sospechosos de coronavirus.
2
pacientes siguen internados y aislados en el hospital Ramón Carrillo a la espera de los resultados del Malbrán.

Según Schneebeli, “con el transcurso de los días va a ser importante habilitar un servicio de asistencia, para los casos de ansiedad, de angustia y para las personas que están solas”.

Su colega Celeste Manterola dijo que el Colegio que los agrupa ya se movilizó por ese tema. “Empezamos a hablar y a organizarnos para poder tener una participación solidaria -aseguró-. Aunque es el Estado quien debe brindar todo lo necesario para la asistencia y prevención en salud mental, es importantísimo que se coordinen las acciones desde todos los organismos y entidades”.

Dijo que el aporte del colegio de psicólogos no está delineado aún, pero podría empezar por una asistencia “virtual” y luego con intervenciones “en territorio”, con las debidas medidas de prevención.

El centro de Bariloche, desierto. Foto: Alfredo Leiva

Manterola señaló que “la crisis es básicamente de angustia”, derivada del miedo y la incertidumbre. Y que además de la cuestión sanitaria interviene “la incertidumbre por lo económico, la pérdida de trabajo, de rutina, de ingresos. No hay certeza sobre lo que va a pasar después de la cuarentena”.

La especialista dijo que es esperable que el aislamiento “acarree conflictos” y que existen estudios sobre cómo manejar situaciones de catástrofe sanitaria, pero aun así “saber lo que va a venir es muy difícil”.

Otra psicóloga barilochense, Mariana Cairo, consideró que el encierro no querido puede ser ocasión para reflexionar sobre “el bienestar de todos, más allá del interés personal”. Subrayó la recomendación de “buscar cosas para hacer, mantenerse ocupado dentro de los medios de cada uno, con lecturas, tareas domésticas, arreglar el jardín” u otras del mismo tipo.

Schneebeli también consideró que una de las primeras medidas intrafamiliares debería ser “dosificar la información”. Dijo que en su casa lo pusieron en marcha.

Hay que regular la cantidad de noticias que absorbemos, pasar el filtro, elegir fuentes confiables y entender que lo importante ya lo sabemos”, explicó.

Lo económico un factor clave

Las consecuencias se pueden agravar por la preocupación económica y la dificultad para llevar adelante un hogar con menos ingresos.

“Si no genero trabajo no voy a poder pagar las cuentas y será necesario elegir. Es casi una situación de guerra -graficó la Mariana Cairo-. Alimentarse antes que nada y postergar el pago de las cuentas, o el colegio de los chicos. Esto nos va a apretar a todos en el bolsillo. Y no es sólo una cuestión de voluntad sino de cómo enfrentar las obligaciones”.

En coincidencia, Schneebeli dijo que “lo económico es un componente importante y por eso hace falta que el Estado, en forma gradual, acompañe todo esto con medidas que protejan a los más vulnerables”. “Es una ocasión para revisar situaciones de vida, modos de vivir que nos han llevado a esto y asumirlo también con responsabilidad”. Consideró que el Estado “no se puede desentender” y agregó: “crear alguna línea telefónica de ayuda puede servir”.


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