«¿Qué tiene que tener mi Malbec preferido?»

¿Por qué el Malbec es tan importante en Argentina?
 
El Malbec es una cepa insignia en la Argentina porque tuvimos la fortuna de que encontrara en nuestros terruños los elementos que le darían una excepcionalidad que encantó a los mercados internacionales. En general, el criterio imperante para salir a exportar era: “nosotros hacemos esto, si les gusta, bien y sino…”. Ese “y sino…” hizo que por lustros la industria vitivinícola de nuestro país exportara 5 millones de dólares al año. Así como se lee. Cuando resolvió producir lo que el mundo demandaba, paso a 1000 millones. Así de simple.

¿Cómo te imaginás el futuro del Malbec en Argentina?

Me imagino que el Malbec tiene que seguir siendo nuestra cepa insignia de exportación, pero debemos ir sin prisa y sin pausa informándole al mundo de las otras cepas que se dan maravillosamente en nuestro suelo. Casi todos los enólogos que vienen nos piden que prestemos atención a nuestro Torrontés. Nos llaman la atención sobre nuestro Merlot, al punto de tener al enólogo de Petrús merodeando por Mendoza en procura de desarrollar un vino de esta cepa que obtenga los apetecibles 100 puntos. El futuro del Malbec, entonces, es de servir como llave que permita que se cuelen en las catas internacionales más de nuestros maravillosos vinos, ampliando nuestra oferta.

¿Qué tiene que tener tu Malbec preferido?

Mi Malbec preferido es uno que tiene que comportarse como un Malbec argentino. Como decía el padre de la enología moderna, Émile Peynaud: “Me gusta el vino que sabe a la uva de que está hecho”. Sin vueltas. Hubo un Malbec que me enamoró y fue el que hacía Ricardo Santos. Me gusta el que hacen bodegas como López, Catena Zapata y Terrazas. Me gusta lo que tomo de Rosell Boher, Salentein y Zuccardi. En fin, es difícil poner nombre y apellido a esta maravillosa cepa se hace cuesta arriba. Lo dicho: me gusta el Malbec que se hace en la Argentina.