Quieren impedir que los “Bin Laden” vuelvan a la toma La Familia

NEUQUÉN (AN).- Los vecinos quieren vivir tranquilos, que sus hijos jueguen y poder salir sin temores a la calle, es por todo eso que en toma La Familia juntaron 1.500 firmas para evitar que el grupo conocido como los “Bin Laden” reaparezca por el sector. Explicaron que se presentó un escrito en el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU), para evitar que el lugar sea ocupado nuevamente por la familia Soazo, pero hasta el momento no tuvieron respuestas. Gustavo Gómez es el verdulero con el que iniciaron los incidentes el pasado 2 de noviembre. Reconoce que las últimas dos semanas las vivió intranquilas, aunque dijo, desafiante: “Uno no puede tener miedo, porque si tenés miedo estás lacras te pasan por arriba”. Junto a su esposa, Daniela, pudieron volver a su casa recién una semana después del incidente en el que terminó incendiada la vivienda de los Soazo, porque durante el operativo montado por la policía para dispersar a los vecinos enardecidos una granada de gas entró a su casa y el químico perduró por varios días. Su hijo de ocho años todavía está en casa de sus abuelos y lejos del barrio por precaución. Gustavo comentó que en el barrio se siente una especie de tranquilidad, pero con eso no alcanza. Sus vecinos y amigos no quieren que los “Bin Laden” vuelvan. Por ese motivo continúan demoliendo las paredes de la casa, montan guardias permanentes por las noches y no se conforman con la presencia de patrulleros, quieren que ese terreno sea convertido en un destacamento para la policía. Todo eso llevó a buscar otras soluciones y otros caminos que no sean por medio de la violencia, y en los primeros días de la semana se propusieron juntar firmas. “Los vecinos de la toma no firmaron nada, porque están asustados. Pero los de los barrios cercanos se sumaron enseguida. Nos pidieron la planilla y en un día y medio conseguimos 1.500 firmas, después las fotocopiamos y las presentamos con un escrito dirigido a Rodolfo Káiser, para que la casa de los Soazo no la ocupen más”, explicó Daniela. Pero las respuestas se están haciendo esperar. “Nadie se acerca a hablar, la fiscalía nos dice que si pasa algo lo denunciemos. ¿Qué tengo que hacer, esperar que me disparen? Estos tipos tienen antecedentes y andan sueltos, pero yo que me levanto a laburar todos los días tengo que vivir encerrado”, dijo Gómez.

Neuquén