Limonada de frutos rojos: la bebida refrescante que debes probar este verano
Con la llegada del calor, la hidratación es clave. Te enseñamos a preparar una bebida natural, rica en antioxidantes y súper fácil de hacer en casa. El paso a paso para disfrutar de los sabores de estación.
El verano es, sin dudas, la época ideal para bajar un cambio y empezar a comer (y beber) más liviano. Cuando las temperaturas suben, el cuerpo pide frescura, y a veces el agua sola no alcanza para saciar las ganas de algo dulce y sabroso.
Si buscás una alternativa saludable a las gaseosas o los jugos industriales, la limonada de frutos rojos es la tendencia de la temporada. No solo es vistosa y elegante para servir en una mesa, sino que combina la acidez de los cítricos con el dulzor natural de la fruta.
Con muy pocos ingredientes y en cuestión de minutos, podés resolver la bebida para la merienda o para acompañar un almuerzo ligero. Tomá nota de esta receta infalible.
Limonada de frutos rojos fresca y liviana para el verano: ¿qué necesito?
Para preparar una jarra rendidora (aproximadamente dos vasos grandes) de esta limonada de frutos rojos, vas a necesitar:
- Cítricos: 2 limas (para un toque más tropical) o 1 limón jugoso.
- Fruta: ½ taza de frutos rojos (pueden ser frutillas, arándanos, frambuesas o un mix congelado).
- Líquido: 2 vasos de agua fría (si es mineral o filtrada, mejor).
- Dulzor: miel o edulcorante natural a gusto.
Limonada de frutos rojos fresca y liviana para el verano: la preparación paso a paso
La magia de esta receta es su simpleza. Lo importante es integrar bien los sabores para que no quede «agua por un lado y fruta por el otro».
- La base ácida:
Exprimí las limas o el limón.
Si usás limas, podés dejar alguna rodaja con cáscara dentro de la jarra para aromatizar (¡ojo, lavalas bien antes!). - El corazón de la bebida:
En una licuadora o procesadora, colocá la media taza de frutos rojos junto con un chorrito del agua. Procesá ligeramente si querés que quede con textura, o bien licuá a fondo para un jugo uniforme. - La mezcla final:
En una jarra, uní el jugo de los cítricos, el procesado de frutos rojos y el resto del agua. - El toque dulce:
Agregá la miel o el edulcorante de a poco. Remové bien hasta que se disuelva completamente. - Servido:
Serví inmediatamente con mucho hielo.
El verano es, sin dudas, la época ideal para bajar un cambio y empezar a comer (y beber) más liviano. Cuando las temperaturas suben, el cuerpo pide frescura, y a veces el agua sola no alcanza para saciar las ganas de algo dulce y sabroso.
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