¿Sabías que podés cultivar manzanilla a partir de un saquito de té? El paso a paso para lograrlo
Cómo cultivar manzanilla desde un saquito de té
Si querés tener manzanilla fresca siempre a mano para disfrutar de sus propiedades calmantes y medicinales, esta nota es para vos. Vamos a mostrarte un método simple y original para cultivarla en casa… ¡usando un saquito de té!
Se trata de una técnica casera muy fácil que te permite germinar semillas directamente desde el contenido de un sobre de manzanilla comercial. Te contamos cómo hacerlo paso a paso y qué cuidados necesita la planta para crecer fuerte y saludable.
¿Cómo cultivar manzanilla desde un saquito de té? El truco casero que pocos conocen
Con este método fácil y accesible, podés tener tu propia planta en pocos días y disfrutar de sus propiedades relajantes y medicinales.
Paso a paso:
Colocá al sol directo entre 6 y 8 horas al día. En 10 días, ya podés llevarlas a su lugar definitivo.
Abrí dos saquitos de té de manzanilla y volcá el contenido en un recipiente. Asegurate de que no estén vencidos para que las semillas tengan poder germinativo.
Usá una maceta o recipiente perforado con tierra negra, compost o sustrato liviano (que no acumule agua).
Esparcí las semillas por la superficie, sin enterrarlas demasiado. Rociá con agua y tapá con una bolsa o tapa para crear una cámara húmeda.
Dejá en un lugar cálido y con luz. A los 3 o 4 días puede aparecer un hongo blanco: es normal y no afecta.
Cuando las semillas germinen, destapá para mejorar la ventilación. Trasplantá con cuidado a otro recipiente cuando tengan buen tamaño.
Cuidados de la planta de manzanilla
- Clima: prefiere clima templado, con buena luz solar (mínimo 6 horas diarias).
- Suelo: suelto, bien drenado, ligeramente alcalino (pH 6,5–7,5). Evitar suelos compactos.
- Riego: moderado. Mantener el sustrato húmedo pero sin encharcar; es resistente a la sequía leve.
- Contenedor (si se cultiva en maceta) al menos 20 cm de profundidad. Con buen drenaje para que las raíces puedan crecer bien.
- Cosecha: cuando las flores estén totalmente abiertas, idealmente por la mañana y en días secos. Deja secar las flores sobre telas, no al rayo del sol y guárdalas en frascos bien limpios.
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