Refinadas melodías asiáticas en Armonicus

NEUQUÉN (AN).- La presentación del dúo chino que integran la violinista Qian Zhou y la pianista Moli Chiang, había generado ciertas expectativas en el ciclo de conciertos de Armonicus debido a la “impactante” trayectoria de la violinista, ganadora de importantes concursos internacionales. Su actuación el jueves pasado en el teatro Español, no hizo más que reafirmar su condición excepcional de música de cámara, al igual que la calidad de la pianista Chiang. El programa hizo alarde de una ductilidad interpretativa que sitúa a Zhou entre los violinistas más depurados para abordar obras escritas en el siglo XX. Fue así que fueron apareciendo las difíciles e inconfundibles armonías de Leos Janacek, Cesar Franck, Francis Poulenc y Manuel De Falla. Su arco comandado por una técnica inobjetable que comienza en su postura y se prolonga en el sostén del arco, siempre disponible a los requerimientos de la partitura en la regulación sonora que la traduce. Un aspecto que debe destacarse de Zhou y Chiang es que ambas conocen la producción del sonido en sus respectivos instrumentos; ejercen una inteligente interrelación y colocan su virtuosismo al servicio exclusivo de la obra que encaran. Al ejecutar la célebre Sonata en la mayor de Cesar Franck, por ejemplo, quedó clara la unidad expositiva que ambas alcanzaron. El rasgo cíclico que a menudo se señala de esta obra, surgió con naturalidad a partir de la consistente riqueza armónica del piano y la belleza melódica del violín.. Otro tanto aconteció con las conmovedoras interpretaciones de las obras que completaron el difícil programa: en la primera parte, la Sonata para violín y piano de Janacek y en la segunda parte, la Sonata para violín y piano de Poulenc y la Suite popular española de Manuel De Falla. Al finalizar la ejecución de la suite de De Falla, llena de ritmos y timbres melódicos andaluces y castellanos, que tan cerca están del oído de los argentinos, la respuesta del público no se hizo esperar. Fuera de programa, las intérpretes tocaron de manera contundente y brillante la “Pampeana Nº 1” de Alberto Ginastera” y “Rosita Iglesias” de Carlos Guastavino.


NEUQUÉN (AN).- La presentación del dúo chino que integran la violinista Qian Zhou y la pianista Moli Chiang, había generado ciertas expectativas en el ciclo de conciertos de Armonicus debido a la “impactante” trayectoria de la violinista, ganadora de importantes concursos internacionales. Su actuación el jueves pasado en el teatro Español, no hizo más que reafirmar su condición excepcional de música de cámara, al igual que la calidad de la pianista Chiang. El programa hizo alarde de una ductilidad interpretativa que sitúa a Zhou entre los violinistas más depurados para abordar obras escritas en el siglo XX. Fue así que fueron apareciendo las difíciles e inconfundibles armonías de Leos Janacek, Cesar Franck, Francis Poulenc y Manuel De Falla. Su arco comandado por una técnica inobjetable que comienza en su postura y se prolonga en el sostén del arco, siempre disponible a los requerimientos de la partitura en la regulación sonora que la traduce. Un aspecto que debe destacarse de Zhou y Chiang es que ambas conocen la producción del sonido en sus respectivos instrumentos; ejercen una inteligente interrelación y colocan su virtuosismo al servicio exclusivo de la obra que encaran. Al ejecutar la célebre Sonata en la mayor de Cesar Franck, por ejemplo, quedó clara la unidad expositiva que ambas alcanzaron. El rasgo cíclico que a menudo se señala de esta obra, surgió con naturalidad a partir de la consistente riqueza armónica del piano y la belleza melódica del violín.. Otro tanto aconteció con las conmovedoras interpretaciones de las obras que completaron el difícil programa: en la primera parte, la Sonata para violín y piano de Janacek y en la segunda parte, la Sonata para violín y piano de Poulenc y la Suite popular española de Manuel De Falla. Al finalizar la ejecución de la suite de De Falla, llena de ritmos y timbres melódicos andaluces y castellanos, que tan cerca están del oído de los argentinos, la respuesta del público no se hizo esperar. Fuera de programa, las intérpretes tocaron de manera contundente y brillante la “Pampeana Nº 1” de Alberto Ginastera” y “Rosita Iglesias” de Carlos Guastavino.

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