Río Negro: el gobierno de Carreras y la continuidad de JSRN

Rodrigo Pérez*


El sello partidario tiene pocos años y su instalación no es la misma que la del exgobernador Weretilneck (el espacio fue creado en torno a su figura), ni la de diversos partidos nacionales. También deberá estar atenta al contexto nacional. La debilidad opositora.


Arabela Carreras tiene por delante un enorme desafío: gobernar la provincia después de dos períodos de quien construyó el esquema partidista actual. Para ello deberá tener en consideración tres ejes: el contexto nacional, la consolidación de un partido provincial y la debilidad de la oposición.

Luego del triunfo electoral donde el partido provincial incluso venció ampliamente en diversos municipios (sumó entre otros Cipolletti, San Antonio Oeste y Viedma; consolidó Bariloche) deberá demostrar si se trata de algo más que el liderazgo y figura del exgobernador Alberto Weretilneck, para sustentarse como un proyecto federal más allá de quien esté al frente del gobierno provincial.

El sello partidario tiene pocos años y su instalación no es la misma que la del exgobernador Weretilneck (el espacio fue creado en torno a su figura), ni tampoco la misma que la de diversos partidos nacionales. De hecho cuando compitió contra algunos de ellos en elecciones nacionales no le fue nada bien, como en 2017 y en menor medida la elección de este año, donde si bien obtuvo algunas bancas fue derrotado por candidatos con muchísimo menor nivel de conocimiento.

Habrá que observar el desempeño del ahora senador de Juntos Somos Río Negro y su accionar como referente partidario y articulador de gestiones nacionales para el gobierno provincial.

Aquí el rol de la gobernadora Carreras es muy importante. Ayer participó de la reunión de gobernadores junto al presidente Alberto Fernández y luego del discurso de aquél en el Congreso fue una de las primeras en saludarlo.

Tanto Carreras como Weretilneck deberán acordar políticas direccionadas para el trabajo en conjunto en beneficio de Río Negro. Cómo se desarrollarán estas acciones todavía es una incógnita, quizás ella establezca un vínculo con el Ejecutivo y el exgobernador lo haga con referentes del gobierno en el Congreso.

Weretilneck, luego del discurso del presidente destacó que fue un “mensaje destinado a cerrar la grieta” y señaló que tuvo un “fuerte federalismo”, una de sus metas en el Senado: resguardar los intereses rionegrinos, planteando ya su perfil de representante de un partido provincial.

El peronismo provincial en su actual denominación de Frente de Todos volvió a sus años de crisis, al igual que en los años ochenta, noventa y posteriores, donde luego de cada derrota electoral sobrevenían fuertes internas (Franco-Costanzo, Pichetto-Soria). En este caso el escenario es más preocupante para el partido del general, ya que muchísimos “compañeros” pasaron a las filas de JSRN.

Hoy la oposición está demasiado fragmentada, mucho más que en otros períodos y esto plantea un desafío al presidente del partido, Martín Soria (hoy diputado nacional). El rol clave aquí será el de su hermana María Emilia al frente del Municipio de General Roca, única intendenta de las ciudades grandes de la provincia que no pertenece al partido provincial.

Si analizamos la competitividad electoral en Río Negro, observamos que las elecciones han sido muy disputadas excepto en los siguientes casos: 1983 con el triunfo de Osvaldo Álvarez Guerrero sobre Mario Franco, 1991 con la victoria de Horacio Massaccesi al candidato justicialista Víctor Sodero Nievas, la del 2011 de Carlos Soria frente a César Barbeito y los dos últimos éxitos de Juntos Somos Río Negro: Alberto Weretilneck venciendo a Miguel Pichetto y Arabela Carreras a Martín Soria , por cifras muy amplias.

Arabela Carreras buscará continuar con el proyecto que retoma el tema del federalismo, tantas veces defendido desde Río Negro (un candidato rionegrino lo hizo eje de su campaña presidencial) y consolidar al partido provincial, imitando a su vecino, el Movimiento Popular Neuquino. El senador Weretilneck, en este afán de “parecerse”, habló hace pocos días de “blindar Vaca Muerta”.

En 2015 el triunfo de Weretilneck se sustentó en estrategias ya utilizadas por el radicalismo, como la provincialización y el federalismo. JSRN fue en aquella dirección pero siempre sustentado en la figura de su líder, como lo demostró la estrategia de la última campaña electoral donde “no había plan B” y hubo que crearlo de urgencia. Allí Carreras habló de “un proyecto político que resistió al embate de Buenos Aires, protegido por todo lo que hemos hecho”.

El nuevo gabinete de la gobernadora muestra caras heredadas y algunas de su propio círculo. La mayoría cuenta con experiencia. Salud, Obras públicas, Seguridad y Desarrollo Social, por citar algunos casos, tienen a funcionarios en continuidad de gobierno.

Un tema aún por definirse es si se intentará posicionar la imagen de Weretilneck como el principal interlocutor rionegrino o este rol lo ocupará la gobernadora. También es posible que lo compartan, para fortalecer la imagen partidaria por sobre las figuras personales. ¿Será así?

*Analista político


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