River pegó primero, Boca pegó demasiado

las tarjetas rojas que sacó Patricio Loustau: tres a Boca y dos a River.

DyN

La primera alegría del año fue para River. En un partido caliente, le ganó 1-0 a Boca y dio un paso clave para quedarse con la Copa Luis Nofal, que se definirá el sábado en Mendoza.

Anoche, en Mar del Plata hubo poco fútbol e incluso incertidumbre, porque el partido pudo suspenderse en dos ocasiones (ver aparte).

Los de Arruabarrena perdieron la cabeza desde el primer minuto y terminaron el partido con ocho jugadores, por las expulsiones del debutante Silva, Peruzzi y Cata Díaz. En el ganador, marcharon Maidana y Pisculichi, que ya había sido reemplazado.

El clásico arrancó con todo y, lejos de cuidar la pierna, hubo un duelo picante entre Osvaldo y Álvarez Balanta, que se cometieron dos faltas cada uno en los primeros 4 minutos.

Fue toda una señal, porque a los 10, el partido tuvo un quiebre determinante. Silva le entró muy fuerte a Mercado, vio la roja directa y todo quedó a pedir del Millonario.

Con el Xeneize nervioso, la banda esperó su momento. Se adueñó de la pelota, con paciencia fue a buscarlo y se encontró con un doble regalo. Meli le hizo una falta innecesaria a Vangioni, Mora se hizo cargo de la falta y Tevez, que estaba en la barrera, tocó la pelota con la mano. Penal.

Pisculichi se hizo cargo de la pena máxima y con calidad, puso el 1-0. Estalló la mitad del Minella y River empezó a inclinar la balanza a su favor.

A partir del gol, el Millo no pudo hacerse dueño del balón, pero tampoco pasó demasiados sofocones, ante un rival que abusó de las faltas y que no se quedó con nueve de milagro.

Una media vuelta de Osvaldo a los 25 y un mano a mano que desperdició Tevez fueron las más claras de un Xeneize que estuvo muy lejos de mostrar todo lo que prometía en la previa.

River, en cambio, hizo su negocio durante la primera mitad. Jugó tranquilo, se apoyo en el buen manejo de Fernández -tuvo un interesante debut-, Lucho y Ponzio, y quedó mejor parado para el complemento.

Como ocurrió en varios pasajes del primer tiempo, al Millo le costó dominar la pelota y casi no generó situaciones ante un Boca que se retrasó y apostó por una contra salvadora. Por eso Gallardo metió mano y empezó con los cambios.

Enfrente, Arruabarrena se dio cuenta que se podía y se la jugó con una línea de tres, pero Peruzzi hizo la “gran Silva” y se fue a los vestuarios antes de tiempo. Once contra nueve y 1-0, más que nunca, todo estaba para River.

Sin embargo, el Millonario nunca encontró la manera de quebrar a la defensa rival, que a los 33 perdió a su tercer hombre: Cata Díaz.

Más tarde, llegó el papelón, con el encontronazo entre varios jugadores, luego de un cabezazo de Maidana a Tevez. Hubo invasión de varios jugadores y no se suspendió de milagro. Luego de un par de minutos se pudo reanudar el juego, volvió la calma y Loustau, que alterno aciertos y errores, pudo dar el pitazo final. (AN)

fútbol de afa


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