Roca: Investigan a policías por la desaparición de vehículos, motores y autopartes de un taller

Motores desaparecidos, repuestos que nunca llegaron a destino y hasta vehículos que no se saben dónde fueron a parar. Esos son algunos de los interrogantes de una compleja trama que desde hace un mes tiene como protagonistas a varios efectivos de la policía de Río Negro que prestaban servicios en el taller mecánico de la Unidad Regional II, que tiene su sede en calle Palacios, entre avenida Roca y España, a metros del edificio del Poder Judicial.

El caso llegó a manos de la Justicia y ya es investigado por el Ministerio Público Fiscal en medio de una denuncia impulsada por las propias autoridades de Unidad Regional II y de la Policía de Río Negro que, además, inició sumarios a los efectivos involucrados.

Todo comenzó a principios de junio, cuando un sargento -encargado transitoriamente del taller de la policía (se resguardan los nombres atento a la etapa en la cual se encuentra la investigación)- buscaba una herramienta que había extraviado. En un momento, se le ocurrió observar en el interior de un Renault 9 que había en el taller y que pertenecía a la fuerza, y fue en ese momento que cayó en la cuenta que había “desaparecido” el motor completo del vehículo.

La sorpresa fue aumentando cuando el policía comenzó a hacer un relevamiento de las distintas piezas que había en ese lugar de trabajo y se encontró con que además del motor, también faltaba la caja de cambio de una camioneta Toyota Hilux, una batería, una tapa de cilindro. Y también en el camino se habrían “extraviado tacos de motor y un kit de distribución”, dijo una fuente consultada, cercana a la investigación.

Pero la trama no terminó allí. Días después, uno de los policías que presta servicios en el taller y que había sido apuntado como uno de los sospechosos de la maniobra, se presentó en la sede de la Comisaría 21 y radicó una denuncia contra su propio jefe del taller.

En el escrito explicó que junto a otro uniformado habían sido obligados a cargar motores, cajas de cambio y otro tipo de repuestos que luego fueron trasladados a un taller de chatarra en J.J. Gómez y advirtió que una camioneta Toyota (chocada) que la empresa Expofrut había donado a la policía también había desaparecido. “Nos dijeron que con ese dinero nos íbamos a comer un asado con los jefes de la Regional”, detalló.

Denunció además que otros autopartes fueron vendidos a una casa de repuestos de la ciudad. En un momento, el policía dijo que había recibido amenazas por parte de su jefe y primer denunciante. “Si vos hacés algo yo te secuestro a tus hijos y te prendo fuego tu casa”, habría sido la frase lanzada en medio de una de las discusiones por la faltante de los autopartes.

Las denuncias cruzadas dejaron al descubierto no sólo la desaparición de un importante número de repuestos sino también la falta de controles por parte de la Unidad Regional II en este tipo de unidades.


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