Asado para Navidad en Neuquén: qué dicen los precios a seis meses de la flexibilización de la barrera

Si bien la modificación causó una caída inicial en los valores, la tendencia habría empezado a revertirse. Advierten por la escasez de hacienda y la cuestión de la estacionalidad.

Los precios vuelve a escalar en Neuquén. Foto: archivo Matías Subat.

A casi seis meses de la apertura parcial de la barrera sanitaria, el precio del asado con hueso empezó nuevamente a escalar en algunas carnicerías y comercios de Neuquén, en vísperas de lo que serán las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.

El 27 de junio de este año, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó la resolución 460/2025, con la cual implementó una flexibilización de la normativa existente, permitiendo el ingreso de carne con hueso desde zonas libres de aftosa con vacunación hacia el sur del río Colorado, donde el régimen sanitario funcionaba sin vacunas.

Si bien la modificación causó una caída inicial en los precios, un relevamiento del Sistema de Información de Patagonia Norte (SIPAN), una plataforma a cargo del INTA, mostró un reajuste de los valores durante los últimos meses.

De acuerdo al informe, que toma como referencia los precios al consumidor de carnicerías y una cadena de supermercados presente en buena parte de la Patagonia, el kilo de asado pasó de venderse a $16.990 en junio a $12.990 en julio, cuando ingresaron los primeros cortes desde el norte del río Colorado.

Desde entonces, el kilo se valorizó hasta alcanzar un nivel medio de $13.990 en noviembre, el último mes medido por el estudio, incluso con carnicerías ofreciendo mercadería en precios cercanos a $20.000.

A seis meses de la flexibilización de la barrera sanitaria: un efecto «temporario»


Leonardo Claps es licenciado en Economía, trabaja como asistente de planificación del centro regional Patagonia Norte del INTA y forma parte del equipo editor de precios de ganados y carnes de la cordillera de Río Negro, la Línea Sur y toda la provincia de Neuquén, a excepción de las localidades de la Confluencia, donde interviene el equipo técnico del Alto Valle.

En diálogo con Diario RÍO NEGRO, indicó que el relevamiento considera tanto la cotización de la hacienda en pie como la de cortes específicos de carne que llegan hasta el consumidor final.

Al ser consultado por la evolución de los precios, señaló que el efecto de la barrera sanitaria y su flexibilización «fue temporario», porque más allá de la cuestión normativa, «existe un problema de mercado» y es que «se ha liquidado el stock» de ganado bovino nacional.

Según explicó, esa retracción de la oferta, junto a otros factores, como la apertura de nuevos mercados de exportación, “inevitablemente tuvo un impacto al alza”.

Respecto al caso de la Patagonia, comentó que, luego de la caída inicial, «los precios empezaron a empatar a los que se dieron después de la flexibilización e, incluso, los superaron».

A su criterio, una de las explicaciones de este incremento es que la región no alcanza a producir carne suficiente para autoabastecerse, haciendo que casi el 60% de lo que se consume sea comprado al norte de la barrera.

Claps también mencionó la cuestión estacional, ya que en verano la demanda de asado y otros cortes de parrilla suele aumentar, tendencia que se puede extender hasta marzo o abril.

El especialista consideró relevante la necesidad de recuperar stocks, objetivo que «lleva tiempo a nivel biológico». «Para lograr un animal, siendo completamente eficientes, se necesitan por lo menos 3 años y medio, no es algo inmediato», remarcó.

A seis meses de la flexibilización de la barrera sanitaria: dos tipos de asado «diferentes»


Para Sergio Rivas, propietario del frigorífico Senderos de Raza, los precios empezaron a aumentar desde hace un par de semanas. A su entender, existen dos causas principales para entender el panorama.

Por un lado, la cuestión estacional. Noviembre y diciembre marcan el inicio de la temporada de alto consumo de los cortes de parrilla, con el asado como una de las opciones tradicionalmente más buscadas.

Ese incremento de la demanda se traduce en un aumento de los precios, fenómeno que, expresó Rivas, también se observa en otros cortes, como el vacío y el lomo.

Por otra parte, resaltó que Argentina atraviesa una situación de escasez de hacienda, lo que también impulsa los costos hacia arriba.

«Hay mucho animal destinándose a exportación, por lo que eso también se está notando en los precios», indicó.

A nivel regional, precisó que el precio del asado fue recuperando terreno paulatinamente con el paso de las semanas.

De todos modos, afirmó que «el kilo de asado que se hace acá está hasta un 40% por encima del que llega desde el norte». Y sumó: «Hay que aclarar, igualmente, que son dos productos diferentes, con calidades distintas y costos distintos».

En ese contexto, aseguró que los animales que se faenan en la zona tienen, por lo general, una calidad superior respecto a los que arriban del centro y el norte del país, que se destinan mayormente a exportación y suelen ser más grandes.

Consultado por los precios, dijo que el asado que cotizó a $12.000 cuando se flexibilizó la barrera, hoy ya cuesta alrededor de $14.000 y $15.000. Mientras que las planchas de origen local que se comercializaron a $17.000 tiempo atrás, ahora se ofrecen a $22.000.


Exit mobile version