Riego en el Alto Valle: Banacloy confirmó que se busca compartir el costo de mantenimiento del sistema

"No es justo recargarle todo al que produce", aseguró el ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro. Asimismo, confirmó que el Gobierno trabaja en cambios al impuesto inmobiliario.

Carlos Banacloy: "Ya casi no quedan chacras abandonada en el Alto Valle". Foto: Alejandro Carnevale.

El ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, Carlos Banacloy, brindó una extensa entrevista a Río Negro Rural. Compartió un balance del año que termina y dio detalles de los proyectos de riego y electrificación. También reveló que el Gobierno trabaja en una ley ante el avance de las urbanizaciones sobre chacras.

Entrevista con Carlos Banacloy


P: ¿Hacia dónde cree que están yendo los valles de Río Negro?   
R:
En la fruticultura, cuando tenés que hacer una inversión de renovación varietal con la diaria, la mayoría elige un cultivo de rápido retorno. La renovación varietal sin el financiamiento adecuado queda solamente para aquellas estructuras muy grandes. Ahí vemos la transformación con mucha alfalfa, mucho maíz, que además están altamente demandados. Hoy la fruticultura obsoleta en el valle prácticamente no existe. Y cuando uno mira la foto del Valle hace diez años, y ve la foto del Valle hoy, ya casi no quedan chacras abandonadas. Antes era recurrente recorrer kilómetros y kilómetros de chacras con montes frutales abandonados. Hoy tenés horticultura de precisión, invernaderos, alfalfa, maíz, y esto pensando solo en el Alto Valle. Ni hablar cuando te vas al Valle Medio, a Conesa o al Valle Inferior, donde están mucho más diversificados. La ganadería del Alto Valle también está vinculada a esta alfalfa y este maíz: hoy tenemos engordes en el Alto Valle.   

«Ya casi no quedan chacras abandonadas.»

Carlos Banacloy, sobre el Alto Valle.

P: ¿Qué postura tiene el gobierno de Río Negro ante el avance de las urbanizaciones sobre las hectáreas productivas?
R:
Esta semana vamos a tener una reunión con el gobernador y seguramente con algunos productores. Tenemos proyectos para incentivar la producción. Hoy hay una competencia por la misma tierra de distintos actores. El hub exportador de Vaca Muerta va a necesitar mayor producción de gas y petróleo, con lo cual va a expandirse hacia Cipolletti, Cinco Saltos o Cordero. Y, con esa expansión, va a venir más urbanización. Lo peor que nos puede pasar hoy es nivelar para abajo con la producción: es decir poner a la producción en la misma condición que aquel que tiene cuatro hectáreas para estacionar sus camiones. No es justo recargarle todo el costo del sistema de riego de las 70.000 hectáreas históricas del valle irrigado al que produce, al que mantiene 931, genera fuentes de trabajo, sostiene un esquema productivo y mantiene verde el Valle. Es algo a revisar. El privilegio de vivir en los valles lo tenemos que compartir. Si alguien quiere ocupar parte de esas tierras con el petróleo, con la urbanización, con la estructura que requiere cualquier proyecto por fuera de la fruticultura, tendrá que contemplar que el sistema lo tiene que mantener. La urbanización tiene que ser un actor fundamental para el mantenimiento de lo verde, porque por algo querés vivir acá. Si no, te irías a vivir a la barda. Nosotros tenemos borradores por pedido del gobernador de dos leyes de incentivo a la producción.   

«Si alguien quiere ocupar parte de esas tierras con el petróleo, con la urbanización, con la estructura que requiere cualquier proyecto por fuera de la fruticultura, tendrá que contemplar que el sistema lo tiene que mantener.»

Carlos Banacloy, sobre el costo del sistema de riego del Alto Valle.

P: ¿De qué trata el segundo?  
R:
Es el incentivo a la productividad. Es injusto que un productor con campos en la línea sur, que los sostiene a capa y espada con sus 300 o 5.000 ovejas peleando contra la fauna y el clima tenga el mismo impuesto inmobiliario que campos abandonados en una inmobiliaria que está esperando al mejor postor para poder ser vendidos. Estamos trabajando en una ley de incentivo a la productividad: aquel que produce no puede pagar el mismo impuesto inmobiliario que aquel que solo tiene un campo en venta. También hay que darle solución definitiva a cientos de sucesiones que no se pueden resolver por temas familiares. Todo es parte de una ley que nos está pidiendo el gobernador que trabajemos para el 2026, para darle un marco y un paraguas a esto y al avance de la urbanización sobre las tierras productivas en Río Negro. El gobernador plantea que la necesidad de generar nuevos valles para nuevos desarrollos económicos, y por eso el Negro Muerto, por eso Colonia Josefa, por eso Guardia Mitre, por eso es el revestimiento de canal Pomona-San Antonio.   

«Estamos trabajando en una ley de incentivo a la productividad: aquel que produce no puede pagar el mismo impuesto inmobiliario que aquel que solo tiene un campo en venta.»

Carlos Banacloy, ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro.

P: ¿Qué detalles puede contar de esos proyectos?  
R:
Hace una semana estuvo en Río Negro la misión del BID. No nos olvidemos que la primera gran búsqueda de financiamiento para Negro Muerto fue en el gobierno del presidente Macri. Desde entonces al día de la fecha, pasó poco. Todos los financiamientos internacionales llevan entre dos a tres años; están primero autorizados por el Gobierno nacional en función de una garantía soberana atada a la coparticipación provincial, que se fue postergando permanentemente. Por lo pronto, lo resolvimos dividiendo los proyectos en tres etapas, y a partir de marzo o abril, estará la posibilidad de su validación. Primero hay que hacer lo básico. En Guardia Mitre, la etapa 1 es electrificación, porque el 90% es presurizado. En Negro Muerto, la etapa 1 es la electrificación de los primeros 40 kilómetros. En Colonia Josefa se necesita que el canal de la usina Céspedes, que vuelve al río en cuatro kilómetros, vuelva al río en 20 kilómetros y que en ese recorrido el productor pueda tener una bomba y presurizar como lo hace hoy Agrónica. Habrá que expropiar en esa servidumbre de paso, pero imagínate que te queda el canal adentro de tu campo. Es una negociación que dura dos minutos: ningún beneficiario se va a oponer. Todo esto ya está acordado con los productores, está avanzado. Lo mismo con el Negro Muerto: la validación es con todos los productores adentro. No puede haber uno que no esté de acuerdo. Están firmadas las actas, eso es lo primero que mira el BID. En esas zonas, los productores ya están regando con bombas a gasoil. En Guardia Mitre, tenés un crecimiento de prácticamente 1.500 hectáreas por año. Solamente poniéndoles la luz, los haremos 35-40% más competitivos. Hoy se defienden con productividades altísimas, con los promedios más altos del país. Cuando vos le pongas eficiencia a eso, el desarrollo será de un potencial enorme. Y por eso la desesperación de acelerar estos procesos.   

«Habrá que expropiar en la servidumbre de paso, pero imagínate que te queda el canal adentro de tu campo. Todo esto ya está acordado con los productores, está avanzado.»

Carlos Banacloy, sobre la primera etapa de obras para riego en Colonia Josefa.

P: ¿En la primera etapa de Colonia Josefa, muchos productores quedarán afuera?  
R:
Sí. Son 17 productores los que ingresarán. Quedan adentro todos los productores cuyos campos sean atravesados por el canal. Después, por supuesto, tendrán que pagar la captación de agua. Ahora, lo que no podés permitirte es que se termine transformando solamente en un negocio inmobiliario. Y ahí vendrá la letra chica. Para la segunda etapa hay dos posibilidades. Una es el desarrollo de una red de canales, y la otra es con agua presurizada. Si lográs un buen financiamiento, todo debe ser con acueducto y presurizado: deberíamos llegar a la puerta del campo con un caño con los metros cúbicos que necesitás, presurizados, con una canilla, y te conectás a la red. Es preferible a una red de canales, primero por seguridad y segundo por la enorme evapotranspiración.  

Carlos Banacloy, ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro. Foto: Alejandro Carnevale.

P: Las obras sobre el canal Pomona-San Antonio, ¿permitirán incorporar superficie bajo riego?   
R:
La propuesta que tuvimos con el gobernador desde el primer día de esta segunda etapa, es consolidar y apoyar los clústeres productivos identitarios y que climatológicamente sabés que funcionan. En la provincia tenés concentrada la pera y la manzana, está claro dónde tenés los frutos secos, y también dónde tenés los olivos. En función de eso, el canal Pomona-San Antonio tiene un potencial enorme en la producción de olivos. Hoy hay muchos proyectos que están esperando el desarrollo para que llegue el agua cerca de la costa. Allí hay una condición climática: el mar atenúa las heladas. El mundo se está secando y los principales productores de olivos del mundo han perdido productividad. El canal Pomona-San Antonio es un canal que, por ley, tiene entre 6 y 7 metros cúbicos por segundo; si ese canal va completo a San Antonio, podría regar allí entre 10 y 15 mil hectáreas de olivos. En el lugar ya hay expertise, tenés la gente y ya está probado el cultivo.  

«El canal Pomona-San Antonio tiene un potencial enorme en la producción de olivos. Hoy hay muchos proyectos que están esperando el desarrollo para que llegue el agua cerca de la costa.»

Carlos Banacloy, sobre las obras en ese canal.

P: En el ámbito productivo, he oído más de una vez una frase: “Neuquén hace, Chubut copia, Río Negro mira”. ¿Qué puede comentar al respecto?  
R:
No comparto, y creo que no se puede comparar Neuquén con Río Negro. Son dos provincias totalmente distintas, primero geográficamente. Es una opinión de quien no conoce Río Negro. Que entre su capital y Bariloche, su ciudad más importante, haya casi 800 kilómetros, marca la complejidad que tiene esta provincia versus Neuquén, que tiene el 75% de su población concentrada en una única ciudad. En Neuquén es muy fácil poner el recurso donde está la gente. En Río Negro, elegir en qué canasta poner los huevos es muy difícil. Nosotros tenemos la complejidad de la cordillera al mar, de que en todas las regiones hay gente y ciudades, que el Alto Valle es el mayor conglomerado poblacional y está a 500 kilómetros de la capital y de la cordillera. Unir todo esto productiva y estratégicamente, con servicios, es muy difícil, y no sucede prácticamente en ninguna provincia.  

«En Neuquén es muy fácil poner el recurso donde está la gente. En Río Negro, elegir en qué canasta poner los huevos es muy difícil.»

Carlos Banacloy, ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro.

P: ¿Qué balance hace del 2025?  
R:
Veníamos de un proceso inflacionario muy alto, con discusiones paritarias complejas todos los años, donde gran parte de las actividades se desarrollaban con algunas reglas de antaño, como los subsidios a las energías. Bueno, todo eso entró en discusión en 2024, con incremento violento de tarifas, con el foco en bajar la inflación y lograr el déficit cero, pero con una inercia en todos los sistemas productivos que no se tiene de un día para el otro. Muchas actividades quedaron totalmente descalzadas, como la pesca. En la fruticultura, hubo mucha gente muy golpeada en la temporada 2024 con el incremento de las tarifas energéticas: de golpe el servicio de frío valía el doble o el triple que la fruta que tenías conservada. Ese reacomodamiento en todas las economías de la provincia todavía se está sintiendo. Hubo cambios de reglas de juego muy fuertes. Pensemos en el aperturismo acelerado, que es el camino, pero pasamos de 0 a 500 kilómetros por hora en menos de un año. Tuvimos un boom de importaciones baratas con un tipo de cambio anclado que no acompañó el proceso inflacionario, y es un deterioro que se sigue generando. Llevamos dos años de una nueva gestión de gobierno donde todavía la reforma laboral está en discusión, donde la reforma impositiva no está arriba de la mesa y muchas de nuestras economías empiezan a sentir la fatiga sin tener en el medio herramientas de transición. Tenemos un vínculo muy abierto con el Gobierno nacional, pero las economías regionales no han tenido grandes cambios de reglas de juego y competimos con todos. Y ahí aparecen la discusión de un mínimo no imponible, de los 931 en función a las emergencias, años atravesados por situaciones climáticas muy complejas con episodios cada vez más violentos. Vemos un año difícil, complejo. Hoy una de las economías que está pasando por un veranito es la ganadería, pero el cambio de reglas de juego modificó también conductas en la industria. Los frigoríficos hoy tienen menor volumen de faena porque gente del norte viene a comprar hacienda al sur. Cuando una economía como la fruticultura u otra se resiente, en la provincia de Río Negro siempre hay otra que le da equilibrio.  

«Vemos un año difícil, complejo.»

Carlos Banacloy, en su balance del 2025.

P: Ante esta coyuntura desfavorable que describe, ¿qué ha hecho el Gobierno provincial?   
R:
A mí me toca ser parte de una estructura de gobierno de algunos años y hay que entender que la Provincia acompañó ininterrumpidamente en todas las líneas que se propuso: financiamiento para agroquímicos, para maquinaria, para malla antigranizo. En muchos casos con sábanas cortas, pero sin dejar de financiar a diferencia de lo que pasa con el sistema financiero privado que hoy y siempre ha estado más enfocado en financiar lo público y el consumo en lugar del desarrollo. Este es un gran déficit que tiene Argentina y no logra revertirlo. En cambio, nosotros como Gobierno provincial nunca dejamos de hacerlo. Hoy financiamos agroquímicos al 50% de la tasa activa del Banco Nación, lo mismo con la maquinaria. En granizo sabemos que es un tema estructural: la única solución es la malla antigranizo.  

P: ¿Qué puede esperar el sector productivo rionegrino de la Provincia en 2026?   
R:
Para nosotros es un año bisagra. Será la primera vez en la historia que Río Negro va a contar con proyectos que le den más equilibrio en su balanza comercial, como los hidrocarburíferos y mineros. Chubut y Neuquén son dos esquemas basados en los hidrocarburos que no tienen el desarrollo productivo que sí tiene Río Negro: nuestra matriz agroalimentaria es muy fuerte. Es una provincia que ha privilegiado ese sector y lo acompañó siempre con su sábana corta. Será la primera vez en la historia la oportunidad de que la sábana se haga un poquito más larga y cómoda. Río Negro siempre fue el primo pobre de la Patagonia. Hoy pasa a ser de a poco petrolera, de a poco gasífera, de a poco minera, y a lo que aspiramos es que nos dé ese oxígeno que la provincia hasta acá no tuvo. La fábrica está en marcha, los productores están, saben lo que tienen que hacer, con lo cual es cuestión de ponerle un poco más de papa a la olla y creo que eso viene a partir del 2026 y 2027.  

«2026 será la primera vez en la historia que Río Negro va a contar con proyectos que le den más equilibrio en su balanza comercial, como los hidrocarburíferos y mineros.»

Carlos Banacloy, ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro.

P: ¿Te ves dentro del Gobierno en 2026?  
R:
Soy un sobreviviente. Con un ministerio tan amplio, con una cartera totalmente diversificada como es la de Río Negro, tengo seis años en la gestión de manera ininterrumpida, más dos años y medio como secretario de Fruticultura, más dos años de director de Vitivinicultura; o sea, soy un sobreviviente. Por la vocación, la dedicación y el sentimiento que uno tiene por la producción, y por venir del sector privado, yo entiendo que tengo que salir en algún momento. Es natural y es una salida sana. Sí creo que hemos consolidado un vínculo muy serio con todos los sectores productivos. Es una provincia que hoy está pacificada por el trato responsable de un gobierno que atiende en tiempo y forma la necesidad de los sectores. Y eso hace que hoy no haya mayores conflictos. No es suficiente, pero en tiempos como estos no es poco. El gran desafío es consolidar equipos que no tengan que ver con el funcionario de turno. Esta es un poco la mirada que yo le transmití al gobernador. Es una de las pocas áreas que tiene un vínculo 100% con el privado y es un ministerio totalmente territorial. Para mí el objetivo del 2026 es que los equipos se terminen de consolidar como equipos de profesionales más allá de la política. Nos encantaría sumar gente nueva joven con ganas de aportar pasión y conocimiento, con sentido de pertenencia con la provincia, con una mirada territorial. Es un proyecto abierto, y siempre lo fue, pero al estar hoy cuestionada la política, no es fácil sumar gente nueva. Es muy importante involucrarse si queremos cambiar las cosas. 


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