Ruta 22: no a las murallas

Es un hecho que todos los habitantes del Alto Valle estamos convencidos de la necesidad de reestructurar la Ruta 22. Desde el primer tramo Chichinales-Godoy miramos esperanzados la continuación hacia los tramos de mayor concentración poblacional y por ende vehicular.

El inconveniente es que en algún momento Vialidad Nacional decidió transformar la autovía en autopista. Se ven las primeras murallas y allí comienzan a manifestarse problemas, que más allá de la estética inciden directamente en las actividades de los pobladores. Pongo como ejemplo General Roca, hoy una ciudad extendida de sur a norte por 12 km y de este a oeste por 15 km, surcada en esta dirección por la Ruta 22, que cohesiona y distribuye el tránsito y es un nexo para todas las actividades productivas o no.

¿Alguien duda que la Ruta 22 es la avenida más importante de General Roca y que, desde allí, a izquierda y derecha surgen calles que van a barrios rurales, escuelas, centros de salud y productivos, lugares de esparcimiento, etc.?

En síntesis digo que la forma de vida, los modelos de desarrollo y de crecimiento de nuestra ciudad están atados a la Ruta 22.

Desde el Municipio y a través de las convocatorias del intendente Martín Soria pudimos analizar los pro y los contra de cada sistema propuesto, pero fue una constante y por distintos motivos el rechazo de las fuerzas vivas al proyecto de Vialidad.

No dudamos de la consistencia técnica de las propuestas, no necesitamos intermediarios de otras provincias, no nos merecemos que un funcionario nacional nos diga “es esto o es nada”, sólo queremos que nos respeten una forma de vida.

No a las murallas.

Ernesto Epifanio

10.595.540

Ernesto Epifanio

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