Salen a la calle en Bariloche para promover la energía nuclear

Un grupo de trabajadores del Centro Atómico, Instituto Balseiro e Invap mostraron en el Centro Cívico la alternativa para utilizar este  sistema energético. Se trató de una campaña mundial.

Una mesa de difusión en la plaza principal de Bariloche, afiches explicativos y experimentos en tiempo real para desmentir los riesgos de la radiación natural, formaron parte de las acciones realizadas ayer por un grupo de defensores de la energía nuclear.

La actividad estuvo enmarcada en la campaña “Átomos para el clima”, con presencia en 32 ciudades de todo el mundo, incluida Buenos Aires.

En Bariloche la llevan adelante trabajadores del sector nuclear, provenientes en su mayoría los planteles del Instituto Balseiro, el Centro Atómico e Invap.

La campaña busca subrayar que la producción de energía mediante reactores nucleares es una alternativa válida para combatir el calentamiento global, ya que “no emite contaminantes a la atmósfera”. Uno de los folletos explicativos señala que en el período 1971/2009 la energía nuclear “evitó 1,8 millones de muertes por contaminación del aire”, al reemplazar el uso de otros combustibles.

El físico Gabriel Paissan, uno de los voceros del grupo, explicó que “la construcción de centrales nucleares es una opción superadora de la generación con carbón y otros combustibles fósiles”.

Señaló que a pesar del recelo que puedan generar, los reactores nucleares como los que funcionan en Atucha y Río Tercero “contribuyen a la descarbonización de la atmósfera”.

Dijo que el grupo que integra promueve todas las energías llamadas “limpias”, pero aclaró que la nuclear está un escalón arriba de las otras, porque la generación con paneles solares o con molinos eólicos “es intermitente, y también tiene sus consecuencias sobre el ambiente”.

Refirió por ejemplo que los paneles fotovoltaicos están confeccionados con materiales “altamente contaminantes” y que los molinos “afectan a la fauna”.

Los manifestantes realizaron una experiencia en público para medir la radiación natural de distintos materiales como la sal, la arena y también “el uranio tal como se lo encuentra en las minas”.

La evidencia fue que no es el uranio el material más radiactivo sino las camisas incandescentes que se usan para los faroles, que están hechas con un material llamado “torio”, cuya radiación natural es mucho mayor.

Paissan dijo que la defensa de la energía nuclear tiene no solo motivaciones ambientales sino que también responde a la importancia de que el país se asegure un “desarrollo autónomo” en materia tecnológica.

Entre otras consignas, la campaña explica que las centrales producen energía sin emitir gases de efecto invernadero, “que son la causa de la crisis climática: olas de calor, aumento de nivel en los océanos y derretimiento de glaciares”.


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