Se espera una buena cosecha de frutos secos

La producción en el Valle Inferior Río Negro continúa creciendo. Nogales y avellanos son los frutales que actúan como protagonistas principales de una buena temporada.

Los volúmenes de producción de nueces y avellanas del Valle Inferior del Río Negro varían año tras año, principalmente por factores climáticos.

La presente temporada (2018-2019) en términos generales, se puede considerar como buena, ya que las expectativas para la cosecha de estos frutos secos es positiva.

El principal factor que condiciona o define la producción anual de los cultivos en esta zona, son las heladas tardías o primaverales. Particularmente en esta temporada no se produjeron numerosas e intensas heladas. Para ser más precisos, la fecha de la última helada fue el 11 de octubre, y se registró en sectores bien localizados del valle. En el caso más extremo, la helada alcanzó una temperatura de -3 ºC, fue de corta duración y, en general, no produjo daños importantes en este tipo de frutales. Solo se observaron daños vegetativos en algunas plantaciones de nogales, de la variedad Chandler, que se encontraban en el estado fenológico de inicio de brotación.

En comparación con la temporada anterior, las heladas tardías no fueron devastadoras y hoy podemos afirmar que los árboles tienen una buena carga de fruta.

Además la primavera se caracterizó por ser muy lluviosa, tal es así que entre los meses de septiembre a diciembre la precipitación acumulada fue de 190 mm, 72 mm por encima del promedio histórico. Sin embargo, las lluvias no ocurrieron durante el periodo de floración del nogal (fines de octubre), esto favoreció la polinización y cuaje. En cambio estas lluvias primaverales no afectaron al avellano ya que esta especie florece y se poliniza en época invernal.

Desde el punto de vista sanitario, se advierten algunos problemas principalmente en nogales, lo cual era esperable dado que las condiciones ambientales de la temporada (elevada humedad), fueron muy predisponentes para el desarrollo de enfermedades (hongos y baterías). El nogal es el cultivo más propenso a ser afectado, en particular por una enfermedad conocida como bacteriosis (Xanthomonas campestris pv. Juglandis). En algunos montes se han observados importantes niveles de daño en frutos, mientras que en otros, los niveles parecen ser similares a los de otras temporadas. Posiblemente, en éstos últimos las intervenciones fitosanitarias de prevención fueron adecuadas y oportunas, logrando hasta la fecha (enero) una sanidad aceptable.

De todos modos la calidad de la fruta no está totalmente asegurada. Aún restan entre dos y tres meses para la cosecha de las avellanas y de las nueces, respectivamente.

En los últimos años, se han registrado importantes pérdidas de calidad de fruta, debido principalmente a que previo a su recolección los frutos quedan expuestos en el suelo a condiciones meteorológicas desfavorables (principalmente lluvias). Este periodo de exposición (verano-otoño) puede variar en días, semanas e incluso meses hasta que los frutos son recolectados. Las nueces suelen ser las más afectadas ya que se cosechan en abril, época en que la probabilidad de lluvia es mayor.

Considerando el aumento en la precipitación de los últimos años en esta región durante la época de recolección de frutos, existe la necesidad de evaluar estrategias para reducir la pérdida de calidad de los frutos.

A nivel experimental, en el INTA Valle Inferior se está evaluando la aplicación de diferentes dosis de etefón en nogales y avellanos, con el fin de anticipar y concentrar la caída de los frutos para su rápida recolección. El etefón es un producto comercial que una vez aplicado en un monte frutal se transforma en etileno, la liberación de ésta fitohormona desencadena procesos de senescencia de hojas, flores, y de abscisión o caída de frutos.

En la mayoría de los establecimientos se cosecha de manera manual, sin embargo en los últimos años los productores han adquirido tecnologías que hacen más eficiente la labor de recolección, manteniendo la calidad del fruto. En los nogales, por ejemplo, se están utilizando shaker o remecedores que se acoplan a los tractores cuya función es vibrar el árbol facilitando la caída de los frutos para su rápida recolección. En avellanos se están utilizando maquinas aspiradoras que permiten cosechar grandes volúmenes de fruta en poco tiempo. El objetivo siempre es recolectar la fruta lo antes posible y evitar pérdidas de calidad.

Naturalmente, recolectar volúmenes importantes de fruta en poco tiempo implica al mismo tiempo, tener sistemas de secado acorde a lo cosechado, es decir, disponer de secadero de gran capacidad y espacios para el almacenamiento.

No obstante la mecanización de la cosecha sigue siendo un objetivo a alcanzar, no solo para conservar la calidad de la fruta sino también para solventar la problemática cada vez más recurrente de escasez de mano de obra.

“La temporada promete ser buena, pero hay que esperar hasta la cosecha, ya que las lluvias pueden afectar la calidad de la fruta”.

Gastón Fuente INTAValle Inferior

Técnicos de INTA Valle Inferior evalúan en campo el uso de etefón (fitohormona) para concentrar y anticipar la cosecha en avellanas y nueces.

Dato

Datos

“La temporada promete ser buena, pero hay que esperar hasta la cosecha, ya que las lluvias pueden afectar la calidad de la fruta”.
Técnicos de INTA Valle Inferior evalúan en campo el uso de etefón (fitohormona) para concentrar y anticipar la cosecha en avellanas y nueces.
190 mm
Las precipitaciones registradas en Valle Inferior entre los meses de septiembre y diciembre de 2018.

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