Se vendió todo rápido en la feria de Belisle

Poco después de las 10, un convoy de dos camionetas, un tractor con acoplado, una combi y un auto salen desde el Municipio, cargadas de productos de primera necesidad que venderán al costo como una manera de hacerle frente a la crisis.

La primera parada de la feria ambulante organizada por el Municipio y cuatro comercios es una estrecha calle de tierra. Enseguida, la gente se acerca: “¿A cuánto está el azúcar? ¿Y los fideos?”, pregunta Teresa, asomada a la parte trasera de la camioneta municipal. “Hay azúcar de 8 y 10 pesos. Y los fideos 15”, dice la chica.

“Esto está muy bien, porque es muy difícil poder vivir con lo poco que se gana”, se entusiasma Julio, un vecino de unos 30 años con dos bolsas cargadas de alimentos.

“Está todo muy caro. Para nosotros esto es una buena salida. Está todo parado y no hay plata,” dice la mujer, acompañada por una nena que, colgada de sus polleras , no deja de pedirle.

En dos horas, la caravana se quedó casi sin productos. “Se hicieron 230 ventas hasta las 13 y sólo quedan algunas cosas: las bolsas de papas y de cebolla, harina, fideos se vendieron enseguida”, contó Carlos Beldar, que trabaja en la radio municipal local, y que siguió a la caravana por todo el recorrido. “Paramos sólo en tres lugares y se vendió casi todo. Y la gente nos está pidiendo que repitamos para cuando cobren la próxima quincena”, dice el intendente, David Mendoza.

“Esto nos ayuda mucho. Mucho. Vivo de changas y está todo parado, y muy caro”, dice Esteban, que se toma un respiro para dejar de palear un montón de arena, mientras su mujer compra un poco de todo.

La situación en Belisle es compleja: muchos de los habitantes son empleados a destajo en un establecimiento agrícola, el mes pasado casi no hubo actividad en los campos por las lluvias y un alto porcentaje está desocupado por la parálisis en la construcción.

“La gente nos está pidiendo que repitamos para cuando cobren la próxima quincena”, dice el intendente de la localidad, David Mendoza.