Segunda semana en un juicio por corrupción de menores y grooming en Bariloche

El juicio contra un hombre acusado por los delitos de corrupción de menores, coacción, distribución, tenencia y producción de imágenes de abuso sexual infantil y grooming entra en la segunda semana. A partir de hoy comenzarán a escuchar el relato de las víctimas.

Así lo informaron fuentes judiciales que explicaron que esta semana se observarán las declaraciones que se hicieron en Cámara Gesell durante la investigación. El juicio se desarrolla a puertas cerradas porque las víctimas son niñas y adolescentes, de entre 11 y 17 años. Por eso, es poco lo que trascendió hasta el momento de las audiencias que se hicieron la semana pasada.

El fiscal Martín Govetto acusó al imputado por 22 hechos vinculados con distribución, tenencia y producción de imágenes de abuso sexual infantil, corrupción de menores, coacción y acoso sexual contra niños a través de Internet (groming). La identidad del acusado, que todavía no declaró en el juicio, se mantiene en reserva.

“El juicio peligra porque está mal constituido el tribunal”, advirtió ayer el abogado Alejandro Pschunder, defensor particular del imputado. Dijo que se vulneró el derecho constitucional del juez natural y, por eso, hizo la reserva correspondiente para llevar el caso -si es necesario- hasta la Corte Suprema.

Explicó que el tribunal está integrado por la jueza de juicio Romina Martini y su par Bernardo Campana, pero advirtió que el tercer miembro del tribunal es el juez de garantías, Ricardo Calcagno. El defensor particular recordó que los jueces de garantías tienen otras facultades y competencias, según lo establece la normativa vigente, y no pueden intervenir como jueces de juicio.

Pschunder informó que la semana pasada escucharon a los peritos que trabajaron en la investigación. Declaró, por ejemplo, el ingeniero del Poder Judicial que explicó el procedimiento que habían hecho para identificar los celulares que el imputado presuntamente manipulaba. El acusado está detenido desde diciembre pasado porque cumple prisión preventiva.

Govetto informó a finales de agosto pasado, cuando se hizo la audiencia de control de acusación, que la investigación demandó meses para identificar al sospechoso, quien para impedir que lo detectaran usaba perfiles falsos de chicos y chicas del entorno de las víctimas. De esa forma lograba la confianza de las niñas y adolescentes.

El defensor sostuvo en la apertura del juicio que el acusado sufrió un grave accidente laboral, lo que le provocó problemas de salud mental.