Servicio Social, en la cuerda floja

La carrera de Servicio Social de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) está caminando en la cuerda floja.

A causa de la escasez de profesores, de la ausencia de concursos y de “falta de decisiones” que apunten a su fortalecimiento, el segundo cuatrimestre podría no abrir sus puertas.

Más de 600 alumnos que aspiran a convertirse en licenciados en Servicio Social quedarían directamente a la deriva.

Directivos, docentes y estudiantes expusieron la frágil situación que atraviesa la carrera, que se dicta en Roca y en Neuquén, a través de un pronunciamiento público.

Se denunció el “vaciamiento”, la “discriminación” y “ninguneo” que sufre la carrera “pionera en la Universidad” y se advirtió que existe un riesgo cierto de que no se continúe dictando la carrera en ambas localizaciones en la segunda mitad del 2016.

Solo este año la matrícula de ingresantes llegó a los 200, sin embargo desde el 2003 no se hacen concursos regulares para cubrir cargos.

Actualmente el plantel de profesores es de 42, pero de ellos solo uno es profesor titular regular; cinco son profesores adjuntos y el resto son auxiliares, “algunos con régimen de encargado de cátedra que sostienen la carrera”, explicó ayer la directora del Departamento de Servicio Social, Rita Rodríguez.

Los asistentes con dedicación simple (con diez horas) perciben un monto de 5.700 pesos, se apuntó.

“Nosotros entendemos que hay un vaciamiento en la carrera de Servicio Social y, en otro sentido, también decimos que hay un trato discriminatorio con respecto a otras carreras dentro de la misma Facultad (de Derecho y Ciencias Sociales). Nosotros con la doble localización tenemos una complejidad que hay que atender, además de la complejidad misma que tiene la carrera, que tiene desde el segundo año materias prácticas. La relación docente-alumno es mucho más estrecha”, indicó la directora del Departamento de la carrera.

Sin embargo, y pese a ser una carrera que “fue fundacional para la Universidad del Comahue” – explicó Rodríguez–, “venimos viviendo un vaciamiento, como una discriminación al haber exigido ya nuestras demandas, que no se han tenido en cuenta. El hecho de no sustanciar los concursos que ya tienen ordenanza, jurados aprobados, habla de esta discriminación por parte de la propia Facultad”.

La docente y magíster indicó que urge la llegada de “respuestas”, y alertó que hasta el momento “nunca cortamos (el dictado de una cátedra), porque uno nunca lleva al extremo algo que es una precariedad absoluta, pero en verdad en este momento estamos trabajando codo a codo con los estudiantes para exigir que se concurse lo que se pueda concursar”.

Principales puntos del pronunciamiento

“La sistemática desintegración de los equipos de cátedra, demoras injustificadas en la sustanciación de concursos regulares para los docentes de esta carrera desde hace más de una década, constatan la política académica de vaciamiento, pauperización y flexibilización laboral crónica en la UNC”.

“La carrera cuenta con un profesor titular regular y cinco profesores adjuntos, de lo que se desprende como dato objetivo –por más de una década – que quienes sostienen el dictado en las dos localizaciones separadas por 45 km de distancia son docentes que revisten en condición de interinos Asistente de Docencia y Ayudante de Primera.

Desde 2015 han quedado suspendidos los concursos, negándose la posibilidad de regularizar cargos correspondientes a todas las materias troncales de la carrera (Áreas Introductorias, Metodológicas, Niveles de abordaje y Campos de Intervención). Se cuenta con ordenanzas de aprobación de realización de concursos que distan del año 2011 y 2012 (Ord. CS 402/11 y 848/12)”.

Rita Rodríguez,

directora del Departamento de Servicio Social.