Empleadas domésticas: Diferencias y similitudes entre el trabajo con retiro y sin retiro

Las empleadas domésticas pueden ser contratadas en dos modalidades: con retiro y sin retiro. Conocé en cada caso a qué derechos accedes y qué diferencias hay entre ambos empleos.

Las empleadas domésticas registradas pueden ser contratadas bajo dos modalidades de prestación: con retiro y sin retiro. Esta contratación dependerá de la demanda laboral del empleador, que deberá tener en cuenta los derechos específicos de la trabajadora de casa particular según sus características.

A pesar de que las empleadas domésticas con o sin retiro tienen períodos de trabajo diferentes, se contemplan los mismos derechos laborales para ambas. Así, deberá respetarse para las dos categorías que la jornada de trabajo no exceda las ocho horas diarias, o cuarenta y ocho horas semanales.

Las empleadas domésticas con retiro y sin retiro, además, podrán acceder a una distribución semanal desigual de las horas de trabajo, en tanto no importe una jornada ordinaria superior a las nueve horas.

Otro punto a tener en cuenta para las empleadas domésticas es que, en ambos casos, deben acceder al descanso semanal de treinta y cinco horas corridas a partir del sábado a las trece horas, según lo establecido por AFIP.

Sin embargo, en caso de contratar a una empleada doméstica sin retiro, debe contemplarse específicamente que gozará de tres derechos básicos: reposo diario nocturno de nueve horas consecutivas como mínimo; descanso diario de tres horas continuas entre las tareas matutinas y vespertinas, lapso dentro del cual quedará comprendido el tiempo necesario para el almuerzo; y acceso a una habitación amueblada e higiénica, con destino exclusivo para el personal.

Empleadas domésticas: Cuál es la diferencia entre trabajar con retiro y trabajar sin retiro


Las empleadas domésticas pueden ser contratadas en dos modalidades de prestación, con retiro y sin retiro. En ambos casos, hay diferencias sobre las responsabilidades asumidas.

Las empleadas domésticas con retiro no viven en el lugar donde trabajan, es decir que una vez que cumplen con su jornada laboral se van de la casa del empleador.

Mientras que las empleadas domésticas sin retiro viven en el mismo lugar donde trabajan, a quienes se conoce como trabajadoras con «cama adentro» o caseras.


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