Santoral 8 de febrero: por qué se celebra hoy a San Jerónimo, cuidador de pobres y enfermos

San Jerónimo Emiliani dejó un legado de compasión y trabajo dedicado a las personas pobres y enfermas. Su historia es ejemplo. Compartimos una oración para pedir su gracia.

San Jerónimo Emiliani fue un santo italiano del siglo XVI conocido por su dedicación al servicio de los pobres y los enfermos. Nacido en Venecia en 1481, Jerónimo experimentó la tragedia personal cuando perdió a su padre y a su madre en su juventud.


San Jerónimo Emiliani: celebración de su vida y legado


Después de una vida inicialmente despreocupada, Jerónimo se convirtió en un hombre profundamente religioso después de ser capturado y encarcelado por las tropas de Maximiliano I de Habsburgo en 1511. Tras su liberación, dedicó su vida al servicio de Dios y al prójimo.

San Jerónimo Emiliani fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de Somasca, una orden religiosa dedicada a la atención de huérfanos y la educación de la juventud. Trabajó incansablemente para ayudar a los más necesitados, especialmente durante tiempos de guerra y epidemias.

Jerónimo es recordado por su compasión, su sacrificio y su amor incondicional por los desamparados. Su ejemplo inspiró a muchos otros a unirse en la obra de la caridad y el servicio cristiano.

San Jerónimo Emiliani murió el 8 de febrero de 1537 y fue canonizado por el Papa Clemente XIII en 1767. Su festividad se celebra el 8 de febrero en la Iglesia Católica, recordando su vida de servicio abnegado y su dedicación a los más necesitados.


San Jerónimo Emiliani: una oración para pedir trabajo


Bendito san Jerónimo Emiliani
que pasaste por la tierra haciendo el bien;
caritativo padre de los más necesitados,
noble y entregado servidor de los pobres,
que con dedicación consagraste tu vida a los demás,
y pusiste todas tus fuerzas y energías
en consolar y ayudar a los que sufrían carencias;
que con amor socorriste a los humildes,
a los niños desamparados,
a las viudas y a los enfermos,
para tratar de conseguir tu propia santificación
y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos,
y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio,
tu compasión, tu desprendimiento y generosidad
permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros
.

¡Oh prodigiosísimo San Jerónimo!,
conociendo cuan agradable eres ante Dios,
y por los múltiples favores y milagros
que por medio tuyo
se ha dignado otorgar a tus devotos,
acudo a ti para solicitar tu ayuda,
no desprecies mis humildes súplicas
y llévalas ante el trono del Altísimo,
pues, aunque me encuentro triste y afligido
y las dificultades me agobian
confío plenamente en el Amor,
la Bondad y Misericordia de nuestro Padre celestial
.

¡Oh santo de los pobres y afligidos!
glorioso san Jerónimo,
ahora que gozas de la dicha eterna
dame tu auxilio, amparo y protección,
alivia mis angustias y necesidades
sobre todo mis estrecheces económicas
que ahora tanto me preocupan y abaten
:

(hacer la petición),

te pido que por tu santa y poderosa intercesión,
y con la gracia de Dios Misericordioso,
sea escuchada mi oración
y mi petición sea despachada favorablemente
.

¡Oh, san Jerónimo, santo de los milagros!,
alivia la congoja de mi corazón,
y haz que yo viva aquí
como verdadero amante de nuestro Señor,
para poder gozar de Él, junto a ti, en el Cielo
.

Amén.


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