Sistema silvopastoril emerge en Valle Medio

La puesta en funcionamiento del Centro Foresto Industrial y la ganadería patagónica en zona libre de aftosa, generan el escenario propicio para este tipo de producción en Río Negro.

INTA Valle Inferior

Oportunidad. La que ofrece el Centro Foresto Industrial de Conesa.

Los sistemas silvopastoriles son planteos productivos que combinan la forestación y la ganadería en la misma superficie y tienen múltiples ventajas entre las que se destacan el agregado de valor, el aumento de la producción y el cuidado del medio ambiente.
Este tipo de producción emerge como una alternativa en el valle irrigado de General Conesa –Río Negro – en el marco de un nuevo contexto de negocios marcado por el desarrollo de un complejo foresto industrial en la zona y una ganadería más competitiva.
En los valles de Patagonia Norte las especies más utilizadas en la forestación son los álamos y los sauces que se utilizan para las cortinas típicas de las parcelas frutícolas y para la producción en macizo. El valle irrigado de General Conesa tiene una tradición de más de un centenar de años en la producción de salicáceas y la industria se caracteriza por establecimientos con tecnología muy antigua con una producción de bajo valor agregado. Sin embargo, la inminente puesta en marcha del Centro Foresto Industrial promete revertir la situación.
El Centro Foresto Industrial cuenta con secaderos de madera y una línea de remanufactura que permite fabricar molduras, machimbres, tableros alistonados y madera laminada encolada.
Para Atilio Segura – jefe de la AER INTA Gral. Conesa – “El Centro permitirá multiplicar varias veces el monto obtenido por la venta de la madera, ya que recibirá tablas verdes de los aserraderos locales y regionales para desarrollar productos remanufacturados para fabricar muebles y viviendas, generando valor y empleo en la región”.

“Los sistemas silvopastoriles son una inversión con resultados favorables, y condiciones de resiliencia notables”

Adrián Núñez – Director EEA INTA Valle Inferior


La consolidación de los segmentos de mercado atendidos por el complejo foresto-industrial actual y la aparición de nuevos segmentos de negocios, genera múltiples oportunidades para la cadena productiva forestal. En esa línea, es fundamental generar y sostener condiciones de rentabilidad y orientar los esfuerzos de colaboración de actores privados y públicos en redes, clúster y microrregiones para consolidar procesos de innovación continuos.
Por otra parte, a partir de la declaración de zona libre de aftosa sin vacunación, la ganadería patagónica busca posicionarse en la producción y exportación de carne de novillo, vacas y vaquillonas gracias a la posibilidad que brinda la producción de forraje de calidad de los valles irrigados. Con ese objetivo, distintos actores de la cadena crearon de forma colaborativa público-privada un Plan de Mejora Competitiva para el Clúster Vacuno de la región, cuya meta principal es aumentar los índices productivos, obtener precios superiores y concretar nuevos negocios de exportación.
Desde el punto de vista productivo, los sistemas silvopastoriles surgen como respuesta de aprovechamiento de ambas oportunidades, por ser un sistema viable y adaptable para la mayor parte de las regiones y por ofrecer una serie de beneficios para la actividad ganadera y para los productores que lo implementan.

Libre de aftosa. Lo que abre el mercado a la exportación.


La estimación de los beneficios económicos-financieros de la implementación de un sistema silvopastoril ofrece resultados favorables. Según estudios realizados por INTA, la incorporación de la producción de carne genera mayores ingresos que la actividad forestal tradicional: “El aumento en el ingreso representa un monto que alcanza al 28% de los ingresos por hectárea en producción”.
Desde el punto de vista financiero, los productores que lo llevan a cabo resaltan la estrategia de diversificación de ingresos y su obtención de forma anticipada. Para Adrián Núñez –director de la EEA INTA Valle Inferior– “Estos planteos productivos acortan el periodo de retorno de la inversión. Por un lado, los ingresos se obtienen de la producción de carne en forma directa o la producción de forraje durante los primeros años de la plantación, y luego con la producción de madera a partir del momento de la corta”.
Asimismo, otra de las ventajas del sistema silvopastoril es la sostenibilidad de la inversión dado que los ingresos provienen de mercados independientes: “La actividad ganadera, con rentabilidad positiva y expectativas de mejora, y la actividad forestal con proyección positiva a través de la modificación de la estructura de la cadena en la región”, señaló Nuñez.
Desde el punto de vista ambiental, los sistemas silvopastoriles son reconocidos como oferentes de bienes y servicios no tangibles o poco evidentes, pero que tienen impactos positivos significativos sobre el ambiente como son la disminución de la erosión del suelo, el incremento de la diversidad biológica, la mejora del paisaje, la cobertura vegetal y la presencia de aves.
La combinación de las ventajas de estas dos actividades, genera las condiciones básicas para que la implantación de sistemas silvopastoriles se convierta en una oportunidad emergente y sustentable. “Los sistemas silvopastoriles se presentan como una oportunidad de inversión clara, con resultados económico-financieros favorables, y condiciones de sustentabilidad y resiliencia apreciables”, concluyó Nuñez.

Dato

28%
El incremento en los ingresos por hectárea de producción mediante la implementación de sistemas silvopastoriles.

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