Abuso de sustancias: advierten en Allen que avanza el “policonsumo” y piden prevenir

El crack ya es palabra recurrente en las consultas que realizan jóvenes y adultos, pidiendo ayuda. Escenas estremecedoras circulan en videos, por redes sociales.

“Eso no es solo una borrachera”, dijo más de uno al ver las imágenes de una joven, que a la salida de un bar en Allen, yacía tendida en el suelo, boca abajo. Despierta, parecía que intentaba vomitar, pero no podía controlar su propio cuerpo. A su alrededor desconocidos esperaban a que llegara la ambulancia. ¿Qué sucede con el consumo problemático en la ciudad?

En diálogo con RÍO NEGRO, Norma Mora, directora del programa de Abordaje Integral de Consumos Problemáticos, definió la situación como una “problemática sanitaria” en la que queda a la vista cómo se ha instalado el hábito del “policonsumo” de sustancias, mezclando aquellas legales, como el alcohol, con las ilegales, como la cocaína e incluso el crack, sumadas a las “sintéticas”, como las pastillas.

«Policonsumo» de sustancias en Allen | Consecuencias insospechadas


Lejos de aplicar prejuicios respecto a cómo jóvenes o adultos eligen divertirse o experimentar, la encargada de la temática a nivel provincial apuntó directamente sobre el daño que estas combinaciones generan, tanto en lo físico como en el estado psicológico de cada uno. Se refirió no sólo al tipo de sustancias que eligen o que se animan a probar, sino al agravante de que consiguen versiones adulteradas de las drogas originales, “estiradas” con otros agregados, que abaratan su costo, pero que abren un abanico de consecuencias insospechadas.

“No queremos alarmar, diciendo que Río Negro está invadido por esta situación”, dijo la funcionaria con franqueza, pero sí buscó dar relevancia al impacto que esta conducta genera y que es necesario desnaturalizar. Anticiparse y prevenir son, desde su perspectiva, las instancias en las que aún se puede frenar lo que puede convertirse en una adicción.

“Esto nos interpela como Estado y también es necesario que se lo trate en los colegios, en los espacios de trabajo, con padres y familiares, docentes, porque no es normal terminar todos los fines de semana alcoholizados o creer que este tipo de prácticas son inofensivas”, insistió. “No se trata de hostigamiento o de límites violentos, sino de intentar profundizar qué sucede con los vacíos existenciales, que impiden la concreción de un proyecto de vida”, planteó.

«Policonsumo» de sustancias en Allen | Creciente demanda


Actualmente son casi 30 las personas que reciben acompañamiento en el CRAIA (Centro Rionegrino de Abordaje Integral de Adicciones), que funciona en la Sala de Atención Primaria de Salud de barrio Bifulco. En ese registro, siete son mujeres, especificaron. Allí personal de salud y una psicóloga, articulan e intentan cubrir con dos días a la semana, la creciente demanda que reciben.

En ese espacio contaron a este medio que el regreso a clases ayudó para que lleguen derivaciones de adolescentes, desde los 14 años, que en los meses de vacaciones no se acercaban. Queda a la vista cómo los colegios secundarios son parte fundamental en la búsqueda de soluciones, justamente por tener esa interacción cotidiana con sus estudiantes y con las necesidades que enfrentan en la dinámica con sus pares, con compañeros de su misma edad. Ya fuera de la educación formal, las edades de las personas afectadas por esta situación se extienden, aseguran, hasta los 50 o 60 años, desde los que tienen una estabilidad económica hasta los que viven en situación de calle.

Frente a eso, el CRAIA de Allen trabaja bajo el lema “Mientras hay vida, hay esperanza”, en la esquina de calles Lago Correntoso y Ex Combatientes de Malvinas. Se suman a la labor de “AUKÁN”, ubicado en la Isla N°16.

En total son 30 centros en todo Río Negro, que articulan con cuatro dispositivos que responden a los hospitales cabecera de cada zona sanitaria, en Roca, Cipolletti, Viedma y Bariloche. “La reducción de daños no implica solamente garantizar que no se deshidraten en las fiestas electrónicas o elegir un conductor designado, sino también hablar de los efectos”, concluyó Mora.


“Eso no es solo una borrachera”, dijo más de uno al ver las imágenes de una joven, que a la salida de un bar en Allen, yacía tendida en el suelo, boca abajo. Despierta, parecía que intentaba vomitar, pero no podía controlar su propio cuerpo. A su alrededor desconocidos esperaban a que llegara la ambulancia. ¿Qué sucede con el consumo problemático en la ciudad?

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