Aumentó el tránsito en caminos alternativos por los semáforos en Ruta 22

Desde la ONG Estrellas Amarillas aseguraron que hay más tráfico en la Ruta 65 y una suba en los accidentes menores. Desde la Caminera señalan que no hay un gran flujo vehicular.

Los semáforos de la Ruta 22 en Roca dividen las aguas y en el último tiempo se ha notado un cambio en la conducta de los automovilistas que eligen otros caminos alternativos para evadirlos.

Además, según la ONG Estrellas Amarillas se han registrado accidentes por la imprudencia de los conductores. Por otro parte desde la Policía Caminera, si bien reconocieron este cambio aseguraron que “no hay un flujo importante en el tránsito”.

Desde la organización “Estrellas Amarillas” se está observando un incremento de las desviaciones del tránsito por Ruta Provincial 65 o Ruta Chica, que carece de las condiciones de seguridad necesarias para un incesante flujo de rodados. “En ocasiones terminan ingresando a altas velocidades a la ciudad por calle Alsina. También está aumentando el número de camiones de gran porte que utilizan estos caminos alternativos”, advirtió el delegado Carlos Torres.

Desde la ONG hicieron hincapié en la necesidad de educar a la población y trabajar de manera articulada con las diferentes dependencias gubernamentales. Sobre todo en lo que respecta a una correcta aplicación de la Ley de Tránsito N° 24.449. “La educación vial a nuestro entender es integral, con prioridad en la protección del ser humano y su familia”, añadió.

En Roca, el organismo participó en reiteradas oportunidades en charlas de prevención en escuelas secundarias. Aunque en la ciudad suele ser el municipio quien se encarga de este tipo de prácticas, quienes recientemente incorporaron juegos didácticos en plaza San Martín para la enseñanza de los más pequeños.

Según datos aportados por la ONG en lo que va de 2022 se registraron cerca de 17 siniestros viales en los cruces con semáforos de la Ruta 22, ubicados dentro del ejido de la ciudad. Voceros de la entidad argumentaron que su colación en algunos casos favoreció al aumento de la imprudencia de los conductores.

“En algunos casos provocaron una reducción de las velocidades de los rodados, pero también trajeron perjuicios. Como por ejemplo, al tratar de evadirlos los autos se movilizan por la banquina. Todo se solucionaría con una buena educación vial”, afirmó Carlos Torres, delegado de Estrellas Amarillas en Río Negro.

El registro de accidentes en el sector, releva accidentes desde calle Vintter hasta el cruce con Félix Heredia, uno de los principales accesos al sector de J. J. Gómez. Curiosamente este último acarrea el mayor número de denuncias por demoras.

En el acceso oeste, hasta la fecha se contabilizan tres siniestros. El último de ellos se trató de un triple choque, ocurrido noches atrás mientras el artefacto se encontraba en intermitencia.
Paradójicamente, el semáforo de calle Mendoza, que ya cuenta con varios años en el lugar, acumula la mayor cantidad de impactos. Cerca de cinco hechos fueron registrados en ese sector durante los primeros cinco meses del año.

Los camioneros son los que más se quejan por las largas filas que se generan en la Ruta 22.

Las demoras

“Es un desastre el tránsito, estoy 40 minutos en promedio”, los conductores que atraviesan diariamente la ciudad por Ruta 22 parecen repetir esa afirmación como una constante. Sin embargo, la realidad presenta muchas más discrepancias en torno a los tiempos de espera de los viajeros.

“En lo que es Ruta 22 siempre funcionan bien los semáforos”, argumentó Julio, un conductor de cargas pesadas que transita regularmente la ciudad. Su voz es un quiebre en el coro de voces críticas contra los dispositivos, ya que se los posiciona como los principales causantes de las demoras en el tránsito.

Sin embargo muchos de los consultados tienen la percepción de que los semáforos entorpecieron el tránsito de una las principales vías de comunicación del Alto Valle. “Te retrasan mucho, tenés hasta una hora para recorrer todo Roca, sobre todo en hora pico. Es la ciudad que más te retarda”, comentó en referencia a este asunto Carlos Benítez, un camionero de la región.

Cristian Ledesma es transportista de fruta hacia Buenos Aires. “Las horas pico son desde el mediodía hasta las 17. Tenés que venir rápido porque los frigoríficos te están esperando y no te entienden”, expresó.

Este medio realizó los 8,5 kilómetros de trayecto que unen a J. J. Gómez con Stefenelli durante el horario pico de mediodía. El recorrido duró 16 minutos en promedio y se inició en la intersección de calle Félix Heredia para finalizar sobre Vintter.

Los mayores retrasos se registraron sobre el flamante semáforo de Félix Heredia, inaugurado a comienzos de marzo. Allí el tiempo de espera rozó los 5 minutos, mientras que los conductores cuentan con 99 segundos para transitar antes del cambio a rojo.
Unir el ingreso de J. J. Gómez con el acceso por calle San Juan conlleva más de la mitad del viaje total de la traza. En promedio suele demorarse más de ocho minutos con un flujo cargado de autos y camiones.

En el resto del trayecto los tiempos parecieron acelerarse, con dispositivos ubicados sobre calle Mendoza y Vintter que cuentan con un máximo de espera de 2:30 minutos, por 45 segundos de paso en verde.

También por la tarde a las 18 horas se realizó el mismo recorrido. En esa oportunidad duró solo 15 minutos y no hubo mucha presencia de camiones.
Una gran imprudencia que se pudo observar fue como algunos conductores que se dirigían a barrios al sur de la Ruta 22 y circulaban sobre el carril norte, no bajaban a la banquina sino que aceleraban y directamente doblaban representando un peligro para el resto de los automovilistas.

Desde la Policía Caminera no notan grandes cambios

“Estamos viendo que el tránsito es bastante fluido por Ruta 22, pero también observamos desviaciones por calle San Juan y Mendoza para retomar después Ruta Chica. Aunque no se trata de un gran flujo de conductores”, comentó Félix Valenciano, jefe de la policía de Tránsito de Zona Alto Valle Sur.

Según las autoridades de la Policía Caminera, el tramo mantiene un buen ritmo en cuanto a lapsos de tiempo y la cantidad de rodados que eligen transitarlo. Tampoco observaron cambios en el comportamiento de los conductores por elegir caminos alternativos más rápidos, como por ejemplo Ruta Provincial 65.

Aunque, advirtieron que los semáforos trajeron consigo un aumento de infracciones, la más común suele ser el uso de la banquina para adelantarse y posteriormente doblar por los caminos adyacentes. Este tipo de hechos suele repetirse con frecuencia en Félix Heredia y San Juan.

El organismo continuamente se encuentra efectuando controles y campañas de concientización junto a la Inspectoría de Tránsito del municipio, con el fin de informar a los vecinos sobre la importancia de una buena educación vial. El último ejemplo se dio con motivo de la colocación del semáforo de Félix Heredia, donde disminuyeron los incidentes fatales pero se mantuvieron los leves.

“En el momento en el que se instaló hicimos trabajos de prevención para los conductores que se vieron sorprendidos. A posterior de esa labor no registramos accidentes de carácter grave, solo hechos con daños materiales”, afirmó Valenciano.
Hasta el día de la fecha permanece el monitoreo del funcionamiento del artefacto y se efectuará un encuentro con la empresa encargada de la instalación para revisar los tiempos de espera.

“Los semáforos se colocan por la falta empatía de los conductores”

El licenciado en accidentología y prevención vial y ex jefe de zona Tránsito Alto Valle, Mario Figueroa señaló que no está mal usar vías alternativas pero “hay que tener en cuenta que vas a descomprimir una vía para comprimir otra”.

Según el licenciado que actualmente es director de Tránsito en Villa Regina, esto implica transitar más por la Ruta Chica que “no tiene medidas de seguridad, hay lugares donde no hay banquina, tenés el desagüe en forma paralela y no hay espacio ni para estacionar ni para emergencias”.
En cuanto a la instalación de los semáforos remarcó que es importante porque ordena el tránsito, lo regula y establece el momento en el cual se puede pasar.

“El objetivo principal de los semáforos es evitar hechos de gravedad y si las personas tienen que esperar 10 minutos es parte del tránsito, hay que cambiar la cultura de no respetar las normas”, sostuvo.

Figueroa enfatizó que están bien estos dispositivos de seguridad mientras tanto se concrete la obra de la futura autovía.

Además remarcó que la velocidad máxima para circular en una ruta nacional que atraviesa una zona urbana, como la 22, es de 60 kilómetros por hora.
“La mayoría de los hechos de tránsito que ocurrieron en el cruce de Félix Heredia eran con autos que andaban a 100 o 120 kilómetros por hora”, recordó.

Remarcó que los camioneros no deben transitar a más de 80 kilómetros por hora pero “la mayoría no respeta la normativa”.
“Los semáforos se colocan para prevenir la muerte, porque la gente no respeta los límites de velocidad”, concluyó.


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