Aumentó la demanda en los comedores barriales de Roca

La crisis golpea a todos por igual pero en los comedores y merenderos barriales de Roca, la necesidad de tener un plato de comida sobre la mesa se nota mucho más.

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Florencia Dabba es una de las referentes del comedor y merendero Corazón Solidario que está ubicado en calle Perito Moreno 3135.

“Somos una asociación civil y esto se pone cada día más difícil”, explicó la mujer quien remarcó que las cifras de asistencia -especialmente a niños- aumentó de manera considerable en las últimas semanas.

“Acá pasamos de tener 50 a 93 inscriptos y muchos de esos niños son los que reciben su merienda o su leche en las escuelas y que están viniendo acá porque hay paro”, dijo.

Todo se torna más difícil para el grupo que sostiene el comedor porque no sólo aumentó el número de chicos sino también de adultos mayores que no tienen para llegar a fin de mes.

Adriana es una mamá que tiene 5 hijos, algunos van a la escuela primaria 357 y otros al ESRN N° 16.

Empezó a trabajar en el merendero hace un año pero ahora comenzó a asistir con sus hijos porque estas semanas no hubo clases.

“En este merendero se sumaron muchas familias con cuatro o cinco hijos”, dijo.

Rinconcito de luz

El panorama para los vecinos que asisten al merendero Rinconcito de Luz -en barrio Tiro Federal- no difiere mucho del resto de los que se encuentran en la zona norte de Roca.

Paola, es una de las encargadas y explicó que hasta diciembre tenían 80 familias que diariamente llevaban su ración de comida y hoy la cifra ya aumentó de manera notable.

“Para que tenga una dimensión, estábamos entregando 50 raciones por día y en estas últimas semanas lo llevamos a 70”, explicó la mujer quien aclaró que tuvieron que sumar una olla de 34 litros a la de 5o que ya venían utilizando.

En este lugar también dan cena y las mujeres que colaboran pueden llevarse su ración de comida.
Paola aclaró que reciben una asistencia de 30 mil pesos por parte de la Municipalidad de Roca.

Mejor dar

Susana es una de las referentes del comedor “Mejor dar que recibir”. Si bien no tienen espacio físico igualmente se las ingenian para brindar asistencia a niños y adultos del barrio.

“Nosotros básicamente nos reunimos con otras personas cristianas para trabajar por el prójimo”, expresó la mujer.

“Al comedor llegan mamás solas, gente con distintas necesidades, personas en situación de calle, personas adultas y niños”, explicó una de las impulsoras del proyecto en el barrio.

En esta última semana se han sumado 10 familia de 3 o 4 chicos y en algunos casos hasta 7. “Son familias numerosas”.

“El año pasado, provincia nos daba 30 módulos, ahora nos envía 45”, contó la mujer, para dimensionar la necesidad de los vecinos que viven en el extremo norte de Roca.

“Antes de que iniciara el paro docente, se entregaban 200 porciones, ahora ya suman 250”, apuntó.

Macarena está a cargo del merendero Cielo Azul, en Chacramonte. Sobreviven con un aporte de 19.000 pesos más las donaciones. “En el barrio funcionan escuelas de jornada extendida. Con el paro docente, muchos chicos asistieron a los comedores para recibir una ración de alimento”.

Y aclaró que hace dos semanas asistían a 111 chicos y con el paro ya se sumaron 12.