Bariloche recibió 70.000 egresados en la reapertura

Cierra hasta junio la temporada de viajes estudiantiles luego de un período de recuperación que ni se acercó a los valores tradicionales. Piden que se flexibilicen exigencias sanitarias.

La temporada de viajes de egresados llegará a su fin esta semana de marzo en Bariloche, hasta fines de junio cuando se retome la actividad.

Alrededor de 70.000 estudiantes visitaron la ciudad en el transcurso del último año, pese a varios altercados como la suspensión de la actividad por la segunda ola de la pandemia, 500 estudiantes aislados por Covid a fines de diciembre y el freno de los viajes por diez días ante el avance de la tercera ola.

Los empresarios del sector estiman que Bariloche recibió alrededor de 500 egresados por semana, aunque por momentos ese número se incrementó. Los contingentes solían estar “incompletos” por repentinas bajas ante contagios, personas que no estaban vacunadas o con factores de riesgos -que no confiaban y optaban por no realizar el viaje-.

“Ya estamos con muy pocos estudiantes, pero lo cierto es que estamos muy contentos con la cantidad de gente que visitó la ciudad. El turismo estudiantil es el único segmento que aún tiene protocolos durísimos en un país que ya ha aflojado todos los controles”, indicó Néstor Denoya, secretario de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche (Ateba).

Aun con nubes y en verano en cerro Catedral es una de las excursiones que las empresas ofrecen a los jóvenes. Foto: Marcelo Martínez

Qué pidieron

Los estudiantes que visitaron Bariloche durante los últimos meses debieron presentar un PCR negativo antes del viaje y someterse a tres hisopados durante su estadía. “Esperemos que para este año dejemos de ser un sector de riesgo. Es un operativo caro”, reconoció Denoya.

Previamente a la pandemia, la ciudad recibía alrededor de 120.000 estudiantes por año. Con las restricciones, los requisitos y los casos positivos de Covid, ese número bajó a 70.000 durante 2021 y lo que va del 2022 (esa cantidad corresponde a dos promociones).

“Al correrse la temporada por el freno de la actividad, fue difícil operar el turismo estudiantil en simultáneo con el turismo individual”.

Julieta Rimoldi, de la empresa que maneja cuatro discotecas.

“Fue un impacto grande, además de la pérdida de los 22.000 estudiantes de Chile. En ese segmento, habrá que empezar a trabajar de cero. Pero de todos modos estamos contentos y para este año estamos recepcionando una buena venta”, dijo, aunque no pudo precisar cuántos estudiantes visitarán Bariloche ni el valor de los paquetes.

Dijo que los operadores ya tienen previstos los recorridos por las escuelas apenas inicien las clases para apuntalar las ventas. De todos modos, consideró que “la normalización no se logrará este año” sino en 2023 cuando se vuelva a alcanzar “un volumen importante de pasajeros”.

El turismo estudiantil genera 5.000 puestos directos de trabajo en Bariloche y representa entre un 8 y 10% del turismo total en la ciudad.

Además derrama recursos a proveedores (desde hoteles hasta alimentos, pasando por el transporte y los sitios de excursiones), que a su vez emplean trabajadores.

La postal de los egresados por el centro regresó luego de muchos meses ausente. Foto: Marcelo Martínez

Burbujas

Julieta Rimoldi, gerenta de Calidad de la empresa Alliance, que agrupa a las discotecas By Pass, Cerebro, Genux y Rocket, se mostró optimista por el final de la temporada aunque la calificó como “estresante”.

“Tuvimos un protocolo que costó aprobar, reglamentaciones muy estrictas que no tenían otros sectores del turismo. Y lo cierto es que mantener las burbujas fue agotador con los volúmenes que manejábamos”, recalcó.

Aseguró que “al correrse la temporada por el freno de la actividad, fue difícil operar el turismo estudiantil en simultáneo con el turismo individual (más aún en una temporada récord). Fue todo un desafío, pero mostramos que somos una industria profesional”.

Impacto

5.000
puestos de trabajo directos suele generar el turismo joven en Bariloche en tiempos de normalidad.

Rimoldi reconoció que tras varios meses de suspensión de la actividad, se registró una rotación de personal del 40%.

“La gente no podía esperar y buscó otros trabajos. Eso nos generó situaciones difíciles: no solo salir a buscar gente sino la formación del nuevo personal. Es entendible: nuestra industria está catalogada como industria de riesgo y nadie podía sobrevivir sin otro trabajo”, manifestó.

Recordó que las discotecas han funcionado con un aforo reducido y con el formato de burbuja, lo que implica que no se pueden “mezclar” los estudiantes de los hoteles.

“La capacidad de By Pass es de 1.800 personas y ahora, en los picos de temporada, tenemos 700 pasajeros. Además, trabajamos en dos turnos (de 21 a medianoche y de 1 a 4)”, resaltó y agregó: “Este año trabajamos con 68.000 pasajeros, un 70% menos. Sucede que hablamos de dos promociones (la 2020 y 2021) y generalmente, Bariloche trabaja con 80.000 jóvenes por temporada”.

Pese a la caída inevitable del segmento, Rimoldi destacó la posibilidad de comenzar a trabajar, garantizar los puestos de trabajo del personal, “comenzar a mover la rueda y demostrar que, en este panorama, podíamos trabajar en manera segura”.

El trabajo en las ventas durante estos meses será clave para una recuperación total el año que viene.


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