Aseguran que cada año hay menos deserción en los secundarios de Río Negro

El Ministerio de Educación de la provincia dio a conocer estadísticas del período 2011-2020. La ministra de esa cartera Mercedes Jara Tracchia lo atribuyó a varias causas. Pero falta mejorar la calidad.

El abandono en el secundario es un problema que hasta hace algunos años afectaba a miles de adolescentes que veían cómo se frustraba un sueño. Sin embargo, los datos que manejan en el Ministerio de Educación de Río Negro desmienten lo que tal vez piensan algunos sectores de la ciudadanía: que los chicos y las chicas no quieren estudiar. Esa información oficial refleja que el drama de la deserción comenzó a revertirse, a partir de una batería de acciones.

Según los datos oficiales, 1.997 adolescentes abandonaron sus estudios secundarios en 2011, lo que representó entonces el 6.30 por ciento de la matrícula inicial de 31.700 chicos del plan de 5 años en la provincia.

Cinco años después, la tasa de abandono cayó al 2,70 por ciento y solo 946 chicos dejaron la escuela secundaria en Río Negro. Mientras que en 2020, la deserción descendió al 0.31 por ciento con solo 108 adolescentes que abandonaron sus estudios de los 34.430 de la matrícula inicial.

En las escuelas técnicas (plan de 6 años) 603 adolescentes abandonaron en 2011, lo que equivalió al 5,70 por ciento de la matrícula inicial de 10.582 estudiantes. En 2016 fueron 312 los que desistieron, es decir, el 2,40 por ciento de los 13.004 estudiantes secundarios de las escuelas técnicas de la provincia. Y el 2020, solo 27 dejaron de cursar de los 15.591 que empezaron el ciclo lectivo, lo que representa el 0,17 por ciento.

La ministra de Educación del gobierno rionegrino, Mercedes Jara Tracchia, atribuyó esa baja en el abandono a varios factores. Destacó, sobre todo, la obligatoriedad de la educación secundaria, a partir de la sanción a finales de 2006 de la ley 26.206 de Educación Nacional.

Recordó que hasta la implementación de esa norma, solo la educación primaria era obligatoria en el país. Valoró esa decisión política porque “siempre decíamos que era necesario aumentar y garantizar más derechos para los chicos y chicas y eso se logra con la ley”.

“Cada vez que falta un chico lo vamos a buscar en la primaria, pero en el secundario es diferente”, observó Jara Tracchia. Dijo que hoy a los adolescentes y jóvenes se les da la oportunidad de seguir en la escuela “aunque tengan que hacer sus estudios secundarios en más años”.

Planteó que hoy se observa “que muchos estudiantes no terminan su secundario o esperan determinado tiempo y se pasan a la nocturna”. Sostuvo que los abandonos hoy se producen por varias causas: jóvenes que arman familia, razones laborales, problemas familiares, entre otros. Son los casos denominados salidas sin pase, es decir, aquellos que dejan de estudiar. Pero enfatizó que existe la posibilidad de retomar los estudios con varios de los programas vigentes.

“También, creo que las familias han tomado conciencia de la importancia del secundario”, puntualizó. Para la ministra es fundamental “que nuestros chicos estén en la escuela”, donde el proceso de socialización “es único”.

Consideró que el cambio de las currículas influyó en bajar los niveles de deserción. Destacó que hay más opciones educativas para atraer a los adolescentes y jóvenes. “No se puede decir que por un solo factor se logró un descenso de la deserción”, insistió.

Cuando se le planteó el tema de la calidad educativa versus cantidad de horas o días de clases, Jara Tracchia admitió que “falta mucho en aprendizajes”. “Nuestro objetivo está puesto cada vez más en reflotar esa calidad educativa, en buscar propuestas y estrategias”, manifestó.

Dijo que son clave los planes de capacitación para mejorar la calidad y presentar opciones atractivas. “Creo que hay muchas cosas para tener en cuenta, para mejorar porque no nos sobra nada”, reconoció.

Mejorar

“Necesitamos seguir trabajando, sobre todo, en los contenidos de matemáticas y lengua”, indicó. Aunque señaló que los estudiantes rionegrinos “siempre están por encima de la media nacional” en las pruebas Aprender que rinden alumnos de primaria y secundaria. “Pero eso no significa que nos tengamos que enorgullecer”, planteó.

Y mencionó que hoy los egresados de escuelas técnicas de la provincia salen con una certificación laboral y en las ESRN “hay ofertas laborales de alcance nacional”. Para la ministra, “los chicos tienen que estar en la escuela, tienen que estar aprendiendo”.

Cuando se le planteó que algunos sectores advierten que hoy hay menos exigencias pedagógicas para aprobar a los estudiantes y permitirles que pasen de año con tal de retenerlos en la secundaria, respondió: “No comparto eso. Puede que en algunos caso pase eso, pero no es lo que corresponde. La escuela está para que los chicos aprendan y se tiene que corregir para que no ocurra eso”.


¿Cómo fue la escolarización en pandemia?


Desde el Ministerio de Educación explicaron que los datos correspondientes al 2021 aún están en procesamiento porque el período cerró el 30 de abril pasado.

Cuando esos datos sean procesados se podrá determinar cómo la pandemia impactó en los estudiantes secundarios. Aunque la ministra de Educación de la provincia expresó que se logró recuperar a los estudiantes que tuvieron discontinuidad durante la peor etapa de la pandemia que obligó a implementar la virtualidad educativa.

“Nos decían que teníamos una alta tasa de abandono y nosotros decíamos que no”, afirmó. Sostuvo que lograron recuperar a unos 1.600 estudiantes de todos los niveles que habían abandonado “porque pusimos mucha energía para que los chicos vuelvan”. Destacó la labor de los compañeros de esos adolescentes, de las instituciones educativas y de programas como “Puentes que construyen futuro”. “Volvimos a los datos prepandemia”; aseguró la ministra.

“La presencialidad iguala, el ir todos los días a la escuela iguala”, afirmó. “En el colegio podemos ver sus procesos de aprendizaje, la convivencia, la socialización con sus compañeros y compañeras”, aseveró.

Admitió que en la pandemia, la continuidad académica fue dispar. Recordó que fue “un tiempo muy difícil con situaciones de orden emocional, que afectaron a los chicos, sufrimiento, tiempo de ausencias por la muerte de familiares en algunos casos, y eso impide sistematizar conocimientos”.

Expresó su desacuerdo con aquellos que plantearon que los contenidos que no se dieron en la pandemia no se recuperan. “Si compartiera eso, pensaríamos que es toda una generación perdida y no es así, no es un proceso irremediable”, aseguró.

No lo veo en los términos apocalípticos que algunos lo plantean como que son procesos educativos que los chicos no recuperan”, aclaró. “Tenemos las herramientas para hacerlo”, enfatizó.


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