Comenzó la restauración del área afectada por los incendios forestales en Aluminé

Sorprendió que ya se registraron rebrotes. Buscan mitigar las consecuencias del grave incendio que afectó unas 5 mil hectáreas en Quillén.

Aún con zonas calientes, se comenzó a trabajar en un plan de restauración en el Lote 39 de Quillén, del departamento de Aluminé, por lo que se llevó a cabo un primer sondeo de la situación, con el uso de imágenes satelitales y sistemas específicos realizadas por la Dirección General de Recursos Forestales de Neuquén. Se trata del incendio que comenzó el 19 de diciembre del año pasado y que duró cerca de un mes hasta que se pudo controlar.

El trabajo lo realizan en conjunto equipos técnicos de INTA, Corfone S.A y la Dirección de Recursos Forestales del Ministerio de Producción e Industria.  

Buscan poder planificar acciones que restauren los sistemas boscosos y poder mitigar las consecuencias del grave incendio, en el que participaron brigadistas de la provincia y de otros puntos del país para poder sofocar las llamas, además de los aviones hidrantes y helicópteros.  

En ese sentido, las organizaciones implicadas en la planificación recorrieron las áreas para poder detallar el grado de severidad del incendio. Consideran que la misma será llevada a cabo por etapas, en las que se tendrá en cuenta los grados diferenciales de afectación en el área.  

Esto se debe a que, en el informe emitido por las organizaciones, se concluyó que “la severidad del incendio es variada entre los distintos sitios y tipos forestales”.  

Respecto a los ñirantales, quedaron totalmente carbonizados, sólo con los troncos y ramas mayores, pero sin follaje. El informe detallí que existe una “pérdida total de materia orgánica en superficie” y que en los primeros 10 centímetros “no hay estructura”.  

En cuanto a las araucarias, se realizó una clasificación más diversa que se dividen en las araucarias chamuscadas, las araucarias quemadas con yemas verdes y las araucarias calcinadas.  

Las primeras son las menos afectadas, teniendo parte de la copa sin quemar. En cuanto a las segundas, se trata de araucarias totalmente quemadas y en las que se formaron yemas verdes en sus extremos. Respecto a las últimas, comprende a aquellas que no cuentan con retención de follaje ni con yemas verdes. En algunos casos incluso tienen “presencia de un exudado resinoso por los troncos”. 

En relación a las lengas y del bosque mixto, el informe detalló que en general se encuentran totalmente quemadas. Aunque algunas partes presentan una retención parcial tanto del follaje como en ramitas, como también hay algunas copas de árboles con partes sin quemar.   

Sin embargo, sorprende a las organizaciones que forman parte del plan de restauración que ya existe un rebrote incipiente desde el cuello de los ñires, como también de caña de colihue, de matas de pastos, de chacay y de berberis. 


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