Crece la preocupación por la pérdida de puestos de trabajo en Río Negro
La crisis en la fruticultura, el turismo y la producción industrial en Río Negro genera preocupación por el futuro del empleo.
El empleo en Río Negro atraviesa un momento crítico, la situación de Alpat, la principal generadora de empleo en San Antonio Oeste, encendió las alarmas tras solicitar al Gobierno una asistencia de 3 millones de dólares para sostener su planta operativa y evitar el recorte de puestos de trabajo.

Señal de alerta en Río Negro
La empresa, dedicada a la producción de soda Solvay, enfrenta una caída en la producción y un incremento en los costos, lo que la llevó a anticipar un plan de retiros voluntarios para sus 490 empleados activos.
Esta crisis se enmarca en un contexto de debilidad laboral en la provincia, que ya había sido anticipado por el gobernador Alberto Weretilneck durante la apertura de sesiones legislativas, donde advirtió que todas las actividades económicas, a excepción del petróleo y el gas, requerirán medidas estatales para evitar su deterioro.
Alpat es solo un ejemplo de esta problemática; la industria pesquera de San Antonio Oeste también se ve golpeada, afectando considerablemente la mano de obra local.
El turismo en Bariloche espera un plan de acción mientras crece la incertidumbre laboral
El turismo, uno de los mayores motores económicos de Bariloche y de la provincia en general, se encuentra expectante de un plan de acción que aún no llega. La Agencia de Turismo, cuya puesta en marcha fue anunciada con optimismo, todavía no cuenta con una estrategia clara, generando incertidumbre en un sector que demanda políticas urgentes para sostener el empleo.
La fruticultura, pilar de la economía en los valles rionegrinos, tampoco escapa a esta realidad. La reciente apertura de las importaciones de peras frescas provenientes de China generó un fuerte impacto en la región, que ya venía afectada por un sobrestock y costos de producción elevados. Según datos de Senasa, un 45% de la producción de peras en el primer trimestre fue destinada a la industria, evidenciando la dificultad para colocar la fruta en el mercado.
A nivel estatal, los intentos por reducir la planta de personal tampoco fueron efectivos. El plan de retiros voluntarios, implementado desde mayo del año pasado, solo logró que 53 agentes accedieran al beneficio, de un total de 11.810 empleados en condiciones de hacerlo.
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