Del visón americano al jabalí: el riesgo oculto de comprar animales exóticos en Neuquén

Un operativo en Junín de los Andes desarticuló la venta ilegal de especies en un comercio clandestino. Desde la Dirección de Fauna advierten que pueden provocar desequilibrios ecológicos irreversibles.

Advierten sobre los peligros de comprar animales exóticos en Neuquén. (Foto: Gentileza).

Vecinos de Junín de los Andes alertaron sobre la venta de animales exóticos en un local clandestino. A través de las redes sociales constataron que comercializaba especies en peligro de extinción. Cuando ingresaron, a mediados de diciembre, se encontraron con una serpiente del maizal de más de un metro de largo, 14 ajolotes y una tortuga de laguna. “Hay que tener mucho cuidado. Si esas especies en algún momento se liberan y prosperan en nuestro ambiente, se puede generar una invasión”, remarcó el jefe de Fauna de Neuquén, Nicolás Lagos.

¿Por qué es peligroso comprar animales exóticos?



Ejemplo de ello son el jabalí y el conejo europeo que alteraron el ecosistema neuquino. El funcionario mencionó, además, el visón americano: su liberación por parte de criaderos provocó la depredación casi total del pato de los torrentes, una especie autóctona, en el río Aluminé.


“Cuando aparece una especie exótica en un ambiente que no está preparado para ella genera un desequilibrio ecológico en el lugar”, insistió Lagos. Buscan concientizar sobre esta práctica que atenta contra los animales, el medio ambiente y la salud.


Lagos indicó que disminuyó la venta ilegal de animales en la provincia. En 2025 este fue el único caso de comercialización registrado, a diferencia de otras situaciones que solo implicaron tenencia irregular. En contraste con el año anterior, donde se llevaron a cabo “varios procedimientos”, esta baja se atribuye a la intervención activa de las autoridades. “Una vez que Fauna empezó a proceder, bajó rápidamente”, señaló.


De todas maneras, la práctica no se erradicó, sino que pasó a ser “más secreta”. El funcionario advirtió que el tráfico de fauna silvestre continúa siendo uno de los diez mercados ilegales más grandes del mundo. No solo se trata de especies traídas de otros países, sino también del saqueo de la fauna autóctona argentina.


Lagos detalló la crueldad con la que operan para evadir los controles: “Hemos encontrado aves hasta en termos de mate o de agua para que no las podamos detectar”. El cardenal patagónico o de copete rojo suele ser una de las víctimas de los cazadores, ya que luego lo venden en el norte.

¿A dónde van a parar los animales exóticos rescatados en Neuquén?



En el caso específico del operativo en Junín de los Andes, el destino de los animales rescatados varía. Lagos explicó que la serpiente de maizal, originaria de Centroamérica y México, es una especie dócil, pero biológicamente incapaz de sobrevivir en la Patagonia. “Lo más probable es que acá se muera, no aguanta el frío del invierno”, lamentó. Lo mismo sucede con los ajolotes, una especie protegida de México en peligro de extinción, que requieren condiciones acuáticas específicas.


Actualmente, la provincia mantiene un convenio con la Fundación Bubalcó para albergar a aquellas especies que no pueden ser liberadas de forma inmediata en el ambiente. El objetivo final siempre es que vuelvan a sus lugares de origen para reinsertarse. El funcionario aclaró que, cuando se trata de ejemplares nacidos en cautiverio o exóticos, el proceso es complejo.


Lagos adelantó que están trabajando en la implementación de un centro de recuperación provincial para el próximo año. Se están evaluando locaciones estratégicas como Villa El Chocón o Senillosa. Este espacio es vital no solo para la fauna exótica, sino para casos de fauna local, como pumas o guanacos que aparecen en zonas urbanas. “Es necesario que tengamos un lugar para hacer todos esos procesos.


Para no promover este tipo de prácticas, Lagos recalcó la importancia de no comprar animales exóticos o en peligro de extinción. Sostuvo que la única forma de frenar la oferta es acabar con la demanda, entendiendo que los animales silvestres no son mascotas ni mercancías.

Cuándo es delito y cuándo es infracción: el mapa de las sanciones


La Ley Nacional de Fauna (22.421) establece el marco para los delitos penales, castigando la caza furtiva, la depredación y el tráfico, que incluye el almacenamiento y la compraventa de animales silvestres. La asistente letrada de Delitos Ambientales de Neuquén, Julieta González, explicó que las tiendas de mascotas suelen ser el «último eslabón» de estas cadenas, pero la intervención penal depende estrictamente del origen del animal. «Hablamos de tráfico cuando son animales que vienen de áreas silvestres y de comercialización de exóticos cuando son criados en cautiverio», diferenció la funcionaria.

En Neuquén, la normativa provincial es estricta y prohíbe el ingreso de cualquier fauna exótica al territorio, independientemente de si proviene de un criadero legal, para proteger el ecosistema local de posibles invasiones biológicas. Por ello, en el caso del comercio de Junín de los Andes, al tratarse de especies como el ajolote o la serpiente de maizal —presumiblemente nacidas en cautiverio—, la sanción no es penal sino administrativa. Nicolás Lagos confirmó que al infractor le corresponde la clausura del local y una multa económica aplicada por la Dirección Provincial de Fauna, sumada a las sanciones municipales por falta de habilitación.

Sin embargo, la situación legal puede agravarse drásticamente si la investigación técnica revela otro origen. «Nosotros intervendríamos si Fauna determina que los ejemplares vienen de la captura de animales silvestres», advirtió González. En esos escenarios, donde se confirma el saqueo directo de la naturaleza, la figura legal escala a delito penal, y los responsables enfrentan procesos judiciales que van mucho más allá de una simple infracción económica.


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