El barilochense que viaja sin pagar alojamiento

“Es pura y exclusivamente confianza”. Así define Mariano su experiencia como “cuida casas” por el mundo, cuando los dueños no están. Lo hace con Benjamín, su pareja. Ya recorrieron 40 países y 110 ciudades desde el 2017. Ahora descansa en sus pagos.

Cuando Mariano Rebattini Capurro llegó a EE.UU., tras varios meses de recorrer Latinoamérica, su presupuesto estaba en rojo y “san Google” le dio la respuesta para seguir explorando el mundo sin gastar dinero en alojamiento.

Con el sistema house sitting que nació en Reino Unido se cuidan casas cuando los dueños no están. “Esa persona no te paga a vos ni vos le pagás. Es pura y exclusivamente confianza; confianza de que vas a cuidar la casa como si fuera tuya y las mascotas también. Ese es el concepto”, contó Mariano en un impasse, a metros del lago Nahuel Huapi y a más de un año de haberse embarcado en esta aventura junto a su pareja, Benjamín Harris.

Fueron 40 países y 110 ciudades las que recorrió Mariano desde enero de 2017 hasta el mes pasado, cuando se despidió de su último destino antes de regresar a su Bariloche natal por una estancia corta y volver a salir.

En estos 20 meses de viajes –los primeros destinos de manera convencional alojándose en hostels o departamentos de alquiler temporario– Mariano casi dio la vuelta al mundo. Visitó América en toda su extensión, Europa, Asia, Oceanía y países africanos.

Mariano, el perro que cuidó y la típica cabina telefónica en Londres.

El origen

En enero de 2017 Mariano y Benjamín decidieron viajar por Latinoamérica y llegar a EE.UU. Se desprendieron de sus muebles, armaron un equipaje modesto y largaron. Ambos tenían trabajos remotos que, sin importar el lugar físico en el que estén, podían continuar, siempre y cuando tengan una buena conexión de internet. Por lo tanto, los ingresos mensuales estaban garantizados para avanzar.

“Al llegar a EE.UU. mi presupuesto estaba golpeado y Ben tenía la idea de ir a Nueva York , entonces alguien le comentó que había un sistema de cuidar casas, lo buscamos en Google, aparecieron cuatro opciones, investigamos un poco la plataforma y nos gustó”, relató el joven de 28 años.

Su nuevo destino será Alemania, para estudiar un posgrado.

Para ser miembros de la plataforma, Mariano y Benjamín se registraron, pagaron un abono anual de 120 dólares, diseñaron un perfil de cuidadores y grabaron un video creativo para presentarse. El trato es directo con quien ofrece la casa para cuidar y es el propietario de la vivienda quien elige entre los postulantes que se ofrecen, por eso, es indispensable en los inicios, ser creativos y tener un buen perfil. Con la experiencia y las buenas puntuaciones, el camino de despeja.

Benjamín y Mariano en un fin de año europeo.

¿Por qué la gente deja su casa a desconocidos? “Generalmente es gente que no tiene conocidos, se acaba de mudar o que abraza un poco mas la cultura del expatriado y lo ven más factible. En Argentina lo charlaba con gente y decían ‘ni loco dejo mi casa’, somos un poco reacios, incluso me preguntaban si dejaban cuartos con llave y la verdad que no nos ha pasado. Cuando todo se basa en la confianza, no vas a hacer nada para traicionarla” remarcó.

Así, Mariano pasó su primer mes en un departamento de Nueva York en julio del año pasado, sin pagar alojamiento y con un perro para cuidar. Después pasó por Canadá, varios países de Europa, Asia, Egipto y Australia.

“No hemos cuidado departamentos de megalujo, hay de todo. Lo que nos atrae de la propuesta, además de las mascotas, es que son casas de gente real no como un departamento de Airbnb, que son casas preparadas para turistas, acá se nota que vive gente”, enfatizó Mariano. Espera que en Argentina crezca esta modalidad, donde hasta hace poco solo había dos pedidos de cuidadores: en Mendoza y en Capital.

La experiencia de Mariano fue buena aunque lleva una logística especial y trabajosa acomodar la continuidad de la estadía en diversas casas, comprar los pasajes y llegar siempre a tiempo cuando el propietario deja su hogar.

Esta modalidad de viaje hace que se genere un lazo con los dueños. “Cuando están de viaje estamos en contacto constante, le mandamos fotos o videos de las mascotas, le contamos qué hicimos y ellos también a veces te mandan fotos de sus vacaciones panza arriba en la playa”.

“La primera experiencia fue un mes en Nueva York, los dueños eran muy copados, la casa estaba buenísima y la perra era genial, entonces evaluamos: nuestro presupuesto la está pasando un poco mal y esto es alojamiento gratis y encima tenemos una mascota! Sigamos haciendo esto”, concluyó Mariano.

Mariano en la terraza con una de las mascotas que cuidó.

En Indonesia. Rodeado de visitantes, frente a un templo.

www.trustedhousesitters.com es la plataforma mediante la cual Mariano conecta para cuidar casas.

Mariano y Benjamín publican sus fotos de viajes en Instagram. Buscalos como mr.rebcap y benjyboo.

“Muchas de las casas fueron muy buenas por la buena relación con los dueños, las comodidades, y la mascota también hace la diferencia”.

Mariano Rebattini

Por el mundo

Del barrio Jardín Botánico a recorrer 40 países

Mariano se crió en el barrio Jardín Botánico de Bariloche. Estudió en el colegio Don Bosco y antes de terminar la secundaria se fue de intercambio a Estados Unidos. Luego llegó la etapa universitaria y en 2008 se mudó a Buenos Aires para estudiar Licenciatura en Turismo. Allí conoció a Benjamín (27), un norteamericano que llegó a la Argentina para estudiar. Fue profesor universitario y trabajó para una tarjeta de crédito hasta que en enero de 2017, junto a Benjamín, su pareja, decidieron viajar.

Del norte argentino pasaron a Atacama (Chile), Bolivia, Perú por la costa pacífica, Ecuador, Colombia, Aruba, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba, EE.UU. Todo el recorrido lo hicieron alojándose en hostels o deptos. de alquiler turístico pero el presupuesto quedó en agonía.

El 4 de julio de 2017 fue una vuelta de página: cuidaron la primera casa en Nueva York y no pararon hasta el 10 de agosto pasado.

Mariano regresó a la Argentina para tramitar su visa de estudiante para cursar un máster en Patrimonio de la Humanidad en una ciudad alemana. La estadía allí será por dos años y no tiene pensado cuidar casas mientras perdure su etapa de posgrado.

En Brooklyn, asomado al balcón. Le tocó cuidar esta casa, a metros del puente.

“Buscando un sofá”

Los viajeros exploran cada vez más los nuevos métodos de alojamiento alternativo. Economizar y el contacto con los locales, son dos motivos.

En Argentina se hizo popular viajar a través de Airbnb, una modalidad para alquilar casa, departamento o habitación, con un trato directo de propietario a huésped. Hoy hay 2 millones de propiedades disponibles y si bien en algunos lugares se regularizarlo y no generar una competencia desleal con los hospedajes habilitados (como es el caso de Bariloche), se expandió por todo el mundo.

El couchsurfing tiene su público. Su traducción sería “buscando un sofá” y es una red de viajeros que ofrecen un sillón o cama en su casa para recibir visitantes. La premisa es que el viajero conozca destinos a través de su gente, sin pagar alojamiento y en corta estadía.

Datos

www.trustedhousesitters.com es la plataforma mediante la cual Mariano conecta para cuidar casas.
Mariano y Benjamín publican sus fotos de viajes en Instagram. Buscalos como mr.rebcap y benjyboo.
“Muchas de las casas fueron muy buenas por la buena relación con los dueños, las comodidades, y la mascota también hace la diferencia”.
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Las ciudades que recorrió Mariano en 20 meses de viaje.

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