El cepo a las importaciones complica a los chocolateros de Bariloche

El cacao es un insumo que no se consigue en nuestro país. Hasta ahora, el trámite era automático, pero con las nuevas medidas entra en las restricciones. Ante un invierno que todos anticipan como de la recuperación algunos tienen un stock que se mide en semanas. Sostienen que el valor agregado es grande.

Las nuevas medidas adoptadas por el Banco Central para limitar la salida de dólares generaron fuerte incertidumbre en la actividad chocolatera local, debido a su alta dependencia de un insumo importado como el cacao, que no tiene reemplazos de producción nacional.


Con efectos menos severos, la restricción también impactará en las fábricas de cerveza artesanal, que se proveen regularmente de lúpulos y levadura provenientes del exterior.

Algunos referentes empresarios ya mantuvieron contactos con el ministerio de Producción de la provincia y hablaron incluso de apelar “a la gobernadora Arabela Carreras” en el intento de “destrabar” la limitación que amenaza al sector.

El dueño de la chocolatería Mamuschka, Matías Carzalo, reconoció que las compras directas al exterior entraron en un terreno complejo. Dijo que “hasta ahora había licencias automáticas y no automáticas, y ahora pasó todo a no automático”, de modo que el impacto sobre las compras de granos de cacao será inmediato, salvo que logren una eximición puntual.

Dijo entender los problemas ocasionados por la falta de dólares, pero defendió la idea de que las pymes puedan acceder a un tratamiento distinto. Y más aun en el caso de la industria del chocolate.

“Traemos cacao en grano, no semielaborado. Es un producto primario, que acá recibe todo el valor agregado. Menos que eso sería traer el árbol -explicó-. Y hay una contribución social del chocolate, porque la generación de mano de obra es enorme. Todo trabajo genuino, todo en blanco. Aportamos mucho de lo que el Estado está tratando de resolver”.

Dos chocolaterías de Bariloche importan el cacao y producen desde el origen. Foto: Chino Leiva

Mamuschka y Rapa Nui son las dos principales chocolateras de Bariloche que importan cacao de modo directo. Hay varias más, pero se abastecen con “cobertura” elaborada en el país con el mismo insumo.

Aldo Fenoglio, de Rapa Nui, dijo que la nueva regla impuesta por el Banco Central les causa un importante perjuicio también en un plan de importación de maquinarias. “Hay algunas que están en fabricación y otras en viaje, son máquinas destinadas a un proyecto para exportar. Si tenemos que pararlo por la falta de dólares, hay un gran contrasentido”, se lamentó.

En el caso de las cerveceras, la estrechez también es grave aunque el lúpulo importado se puede sustituir por otros de origen nacional. La preocupación generada esta semana por la resolución del gobierno nacional corrió rápido entre los fabricantes de esta ciudad, quienes fueron informados por su proveedor sobre la imposibilidad de satisfacer los pedidos.

Franco Lapenna, presidente de la cámara local de cerveceros y titular de la firma Blest, dijo que el stockeo de materias primas se hace “en algunos casos con previsión trimestral y otros semestral”, pero estimó que un corte en el circuito de lúpulo importado va a causar perjuicios y también va encarecer los precios, “lo mismo que otros insumos como la malta, que aunque siendo nacional, están dolarizada”.

El cacao es el principal insumo para fabricar chocolate en Bariloche, desde el origen. Foto: Chino Leiva

Situación crítica


Fenoglio definió la situación como “complicadísima” y dijo que ya desde hace varios meses vienen “sorteando obstáculos” para sostener el ritmo de producción. Gabriel Di Tulio, propietario de chocolatería Frantom, dijo que en su caso no es importador directo pero todo el cacao que entra al país se produce afuera, “como el café” y no tardarán en tener problemas de abastecimiento.

Señaló que la ayuda del Estado va a ser indispensable para sortear el conflicto y recordó que “hace unos meses pasó ya con un impedimento para traer avellanas y se liberó con una gestión ante el ministro Matías Kulfas”, ex titular de la cartera de Producción.

Fenoglio dijo que la actividad chocolatera ingresa ahora en los meses de mayor venta en todo el año, lo cual preocupa todavía más, porque de prolongarse la veda empezaría a haber problemas de provisión. “Teníamos entendido que el cacao quedó exceptuado (del retaceo de divisas), pero un colega me acaba de decir que le bloquearon una operación. Es una locura”, dijo el titular de Rapa Nui.

Señaló que para la provincia las importaciones de las chocolateras son apenas un tema entre otros, igual o más graves. Según le comentaron “también entró en riesgo la importación de feromonas para combatir la carpocapsa y generaría un serio perjuicio a la producción frutícola”.


Impacto generalizado


Otro empresario chocolatero, Luis Brogger (de la firma Tante Frida), reconoció que la complicación para el acceso a los dólares de importación “va a afectar a todo el sector”, incluso a los que no son importadores directos. Dijo que en su caso tiene insumos para los próximos 30 días. “Julio lo paso, después ya no -afirmó-. Hay una preocupación pero no lo hemos hablado todavía con los colegas, es muy nuevo, de esta semana. Veremos qué se puede hacer. Esto sin dudas va a tener impacto sobre los precios, porque todo el mundo se va a cubrir, ante el costo incierto para reponer”.

El aumento de los insumos pone en alerta a chocolaterias y cervecerias. Foto: Archivo

Carzalo explicó que para importar en forma directa deben tramitar el permiso por el sistema SIMI (sistema integral de monitoreo de importaciones), que administra la Afip y que “ahora dejó de ser automático”. Dijo que en su caso operan con el banco Patagonia, quien realiza la gestión con el Central para comprar con pesos los dólares necesarios y efectuar el pago a través de un banco del exterior. “Ahora cuando piden les sale siempre ´rojo, es decir denegado -explicó-. Hay que esperar y el proveedor también. Por el SIMI categoría B están autorizando los dólares a 180 días, pero solo lo aceptan los proveedores grandes o aquellos con los que uno tiene relación de mucho tiempo. Y por supuesto tiene un costo”.

Mamuschka compra cacaos de Ecuador, Perú, Panamá, Brasil y Colombia, entre otros países productores y en algunos casos se trata de “cooperativas agrícolas muy chicas” que no tienen espaldas para financiar.

Según Carzalo, el cacao es 100% importado y para el país no tendría un gran costo darle un tratamiento especial, ya que “en todo el año las compras de Argentina representan unos 200 ó 300 millones de dólares” y la industria chocolatera de la Patagonia tiene una participación no mayor a los 50 millones, que -según subrayó- redundan en “una contribución social al empleo que es altísima”.


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