En medio de la ola polar, los brigadistas del Splif detectaron «un remanente» del incendio de enero en El Bolsón

El Splif recibió un aviso por la presencia de humo en el sector del cerro Dedo Gordo, en cercanías del Río Blanco.

A cinco meses del incendio en El Bolsón que arrasó con 3.835 hectáreas de bosques, un llamado al Servicio Prevención de Lucha contra Incendios Forestales (Splif) en El Bolsón alertó sobre la presencia de humo en el sector del cerro Dedo Gordo, en cercanías del Río Blanco. El llamativo aviso se dio en el día más frío del año con temperaturas bajo cero y fuertes heladas.

«Concurrimos como a cualquier otra intervención y los brigadistas se encontraron con lo que parecía ser un fuego de rescoldo subterráneo (es decir, que arde sin llama, a menudo con poca presencia de oxígeno, y que se propaga lentamente, como el fuego subterráneo). Generalmente se mantiene por raíces», explicaron en diálogo con diario RÍO NEGRO.

Advirtieron que «aún no sabemos, pero podría haber algún tipo de arcilla o piedra que generó algún efecto refractante o mantuvo ese rescoldo más de lo normal. Generalmente, puede durar muchísimo. Hay lugares -tipo turba- o machines, donde una vez que prende por debajo, puede quedar prendido todo el año».

Recalcaron que esto «no es normal, pero hemos visto ese comportamiento en centros de residuos forestales, donde se van apelmazando capas y capas de material orgánico combustible. Posiblemente arrojan otro tipo de residuos entre medio. Muchas veces, prenden fuego intencionalmente en esos vertederos que duran mucho tiempo«.

Ayer cuando los brigadistas llegaron al área señalada y evaluaron el sector, comprobaron que se trataba de un rescoldo: «Un fuego subterráneo que se mantuvo con calor desde el incendio del 30 de enero en el área de Confluencia. Esa zona estaba dentro del sector quemado. Por eso ,por el momento se presume que podría ser un remanente de ese incendio«.

El hallazgo llamó la atención no solo porque ya pasaron cinco meses, sino porque llovió en gran medida en la zona que también se vio azotada por la ola polar, «con heladas muy crudas». «No encontramos con este contraste de tener calor y fuego en una época de tanto frío», indicaron. Hoy los brigadistas tenían previsto volver a la zona para extinguirlo.

Al ser consultado, el biólogo Javier Grosfeld, técnico del Centro Científico Tecnológico (CCT) Conicet Patagonia Norte, aseguró que «es normal que haya rescoldo si hay mucha materia orgánica en el suelo«. «A esto se suma que el agua no llegó: nos faltan las grandes nevadas. Entonces, no llama la atención que el colchón de cenizas se mantenga calentito. Por eso, es tan importante la lluvia del otoño«, señaló el experto, al tiempo que recordó antecedentes de «humos que han aparecido debajo de la nieve». «Son los procesos del suelo. Si bien llovió en el lugar que se quemó, la infiltración del agua está mucho más reducida», subrayó.


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