Escracharon a sus compañeros por compartir sus fotos en San Martín de los Andes

Descubrieron que habían armado un grupo de Whatsapp en los que compartían las imágenes y opinaban sobre sus cuerpos.

Un grupo de adolescentes de San Martín de los Andes escrachó a compañeros de distintos secundarios por compartir sus fotos. Descubrieron que habían armado un grupo de Whatsapp destinado a difundir las imágenes y opinar sobre sus cuerpos.

Según pudo reconstruir RÍO NEGRO todo se conoció cuando otro adolescente vio el grupo de Whatsapp en un celular ajeno, le tomó fotos y les advirtió a las jóvenes que eran mencionadas. Ellas difundieron lo que pasaba y armaron un escrache con carteles para pegar en las escuelas donde cursan.

En los carteles figuraban los nombres de los integrantes del grupo y distintas consignas como: «no nos vamos a callar», «eduquen a los pibes» y «queremos sentirnos seguras». En la cuenta de Instagram que crearon hace dos días para difundir lo que pasaba, las estudiantes contaron que los carteles fueron retirados de las instituciones bajo la indicación que no había pruebas de lo ocurrido.

Las jóvenes contaron que tuvieron dos charlas en sus escuelas «indicando que la situación estaba ocurriendo fuera del establecimiento educativo por lo cual ellos ‘no podrían hacer nada’ sabiendo que sus propios alumnos eran partes de esta situación».

Cuestionaron que en esas dos charlas no se les permitió explicarse y, por el contrario, fueron sancionadas: «lo único que conseguimos es que nos den una amonestación a la mayoría y que nos prohibieran expresarnos con nuestros carteles dentro del establecimiento al cual acudimos para pedir ayuda».


Los adolescentes que crearon el grupo de Whatsapp


Según indicaron las mismas adolescentes, el grupo de Whatsapp está formado por jóvenes de 13 a 15 años. Detallaron que algunos de ellos niegan su participación y que otros les han pedido perdón.

Además del reclamo de justicia, las jóvenes han respondido a quienes les dicen que las fotos enviadas fueron tomadas de sus propias redes. «Totalmente me hago cargo de lo que subí, pero no les da derecho de hacer lo que están haciendo, realmente se siente mal que una foto con bikini, malla o demás sea viralizada para una paja», publicó una de ellas.

Desde el punto de vista penal, lo que sucedió no constituye un delito porque las fotos utilizadas fueron sacadas de las redes sociales. Un antecedente similar cercano se registró en mayo del 2020. Un grupo de jóvenes denunció que sus fotos estaban siendo publicadas en un sitio web pornográfico. Poco después las denuncias fueron desestimadas porque la publicación sin autorización de imágenes no se encuentra tipificado en la normativa penal. Como todas las personas involucradas son menores de edad no se brindan sus nombres en esta nota.



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