Estudiantes de Cipolletti diseñaron un satélite para detectar incendios

Los alumnos del Cet 30 participaron de una iniciativa que impulsa la Conae. El proyecto recibió una mención de honor. 

Un grupo de alumnos del Cet 30 de Cipolletti fue distinguido entre más de 900 estudiantes de la provincia. Hace unos días participaron en un proyecto de Cansat y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) en el que tenían que diseñar un satélite.   

La docente del establecimiento, Mirta Urrutia explicó que el proyecto de Cansat fue una convocatoria en la que los estudiantes debían construir una carga útil, cuyo tamaño no supere al de una lata de gaseosa, y lanzarla en un cohete hasta una altitud aproximada de 300 metros. 

El proyecto denominado Misión Espacial Satelital Sur Init (Messi) fue creado por cuatro alumnos de cuarto y quinto año del Cet 30. Francisco Gonzalez, encargado de la programación de la estación terrestre; Luka Hugon, encargado de la programación del satélite; Tiziana Bouzon, encargada de la difusión y marketing, y Valentin Sario, encargado del diseño del proyecto.  

Su profesora explicó que «ellos vinieron con la inquietud y a partir de ahí comenzamos a trabajar. Ellos hicieron estudios, participaron de una capacitación de cinco clases para una nivelación a nivel nacional a través de un meet. Tuvieron dos misiones, una primaria para medir la temperatura, presión y humedad, otra secundaria en la que teníamos que crear un proyecto. Nosotros planteamos medir los rayos UV y tomar fotos de la biomasa para recuperar contenido y poder detectar zonas de incendio». 

Los alumnos denominaron a la misión RUV y expresaron que «la propuesta es de suma importancia porque vivimos en una zona en la que poseemos una gran cantidad de biomasa que serían las plantas, árboles y bosques que son propensos a incendiarse. Lo que logramos al medir los rayos es conocer la cantidad de biomasa que existe y qué tan propensa es esa zona».

El satélite no órbita, sino que se eleva hasta 300 metros y de ahí comienza su caída que será efectuada con un paracaídas. En el ascenso y descenso es cuando se realizan las mediciones de temperatura, presión, humedad y rayos UV, además se tomarán fotografías de la biomasa que serán trasmitidas desde la lata a la tierra. A partir de allí se realiza una telemetría de las mediciones, las imágenes de las fotografías se recuperan al recuperar el Cansat que posteriormente será analizado con un software libre. 

El proyecto recibió una mención de honor, pero no lograron seguir en la competencia. Ahora los estudiantes buscan dar a conocer la idea y lograr juntar fondos para poder ejecutarlo. 

«Esperamos que con esta difusión obtengamos el apoyo del ministerio de Educación y reconocimiento por parte de la gestión de intendencia local y así obtener apoyo para continuar con el proceso de desarrollo». Es necesario destacar que el Cet 30 fue la única escuela pública que recibió una mención de honor entre más de 900 participantes.  

Podes conocer más acerca del proyecto en https://cansatmessi.francis.ar/


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