Jorge se enamoró de Neuquén, lanzó un Gin y lo ilustró con lugares emblemáticos de la ciudad
Jorge Dell'Oro nació en San Juan, es arquitecto y hace trece años se mudó a la Patagonia. Acá sentó bases y también se abrió camino en el mundo de las bebidas destiladas con una particular etiqueta.
Jorge Dell’Oro nació en San Juan, pero su búsqueda por nuevos horizontes lo trajo a Neuquén hace 13 años, una localidad que lo enamoró. Acá no solo sentó bases, sino que se abrió en el mundo de las bebidas destiladas con una marca única y con un sello muy particular en honor a su nuevo hogar.
El sanjuanino es arquitecto y toda su vida se abocó al trabajo independiente de proyectos particulares. Sin embargo, como a muchos, la pandemia lo obligó a salir de sus esquemas. «Se paralizó todo en mi rubro, entonces tuve que buscar una idea, un plan B».
Junto a su esposa comenzaron a gestar el plan. Estaban seguros de que querían llevar adelante algo relacionado con la gastronomía. «Probamos un destilado de pera y nos encantó. Así se nos ocurrió hacer algo bien local».
Como por arte de magia, un aviso de un curso de destilería llegó a su celular, y Jorge no dudó. Ese fue el inicio de un largo camino. El 12 de diciembre del 2021, con un alambique de cobre, hizo su primer destilado y nació 12 Veintiuno Gin de Autor, en las cercanías del río Limay Neuquén de la
mano de la familia Dell’ Oro López.
El proceso de su creación es así: mediante la combinación de enebro patagónico y botánicos seleccionados se genera una infusión en frío especial en una solución hidroalcohólica que tras un lento destilado en alambique 100% de cobre, se extraen cuidadosamente todos los sabores y perfumes.
Esta primera variedad producida en una chacra del barrio Valentina Sur resultó un éxito entre sus amigos. Se trataba del un London Dry Gin, un clásico. Así empezó a experimentar sabores. Siguió un cítrico de limón y uno floral de hibiscus, lavanda y rosa.
«A mí me encanta el color de la pimienta, así que hice un gin con especias, pimienta, almendras, cardamomo y más. Así surgió el gin especiado», contó. Esta variedad ganó un premio internacional en Londres.
Lo interesante de este gin y algo que lo hace muy distintivo es su envase. En realidad su etiqueta.
Cuando Jorge llegó a Neuquén se enamoró de la ciudad, y de su historia. Por eso, al momento de pensar la estética para su producto no se le ocurrió mejor idea que ilustrarla con dibujos de la ciudad que lo acogió.
Durante días se instaló frente a los lugares emblemáticos elegidos por él con tinta y acuarela. El profesional tardaba solo 15 minutos en hacer los bocetos. Luego los escaneaba y llevaba al diseñador gráfico para que pueda imprimir las etiquetas.
Pensó en aquellos turistas que se quieren llevar algún regalito o postal de la ciudad. Su producto ofrecía una bebida y un recuerdo. El arquitecto relató: «dibujé a mano alzada cada lugar que para mí fue significativo cuando llegue de San Juan».
Cada variedad tiene un dibujo a color de La Torre Talero, la Confluencia de los ríos Neuquén y Limay, el puente carretero que une Neuquén y Cipolletti, y el mirador del río Limay. Abajo de la imagen, se encuentra una pequeña descripción de los ingredientes que componen el gin.
Sin embargo, un código QR en la misma etiqueta le da el toque especial. «Si vos lo escaneas, tiene un contenido digital donde al final hay una reseña histórica de lo que está dibujado«, detalló.
«Por ejemplo, uno cuenta lo que fue el puente carretero en la época en la que se fundó», explicó. «El de la confluencia pusimos una leyenda muy linda, el mirador cuenta cómo surgió el diseño, de quién fue la idea, y por último el de la Torre Talero, que narra su historia», relató.
El emprendimiento de Jorge terminó convirtiéndose en algo más que la venta de un producto. Sino en un homenaje a la ciudad que lo recibió con brazos abiertos y le permitió cumplir su sueño.
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