Los artesanos que rescatan joyas del motociclismo en Roca

En el patio de Fabián González hay 17 motos clásicas de la marca Puma, Gilera, DKW y Zanella. Junto cuatro amigos se dedica a recuperar la gloria de estas máquinas.

En un taller de tres metros por siete Fabián González revive esas joyas del motociclismo argentino. A veces las máquinas solo llegan con el puro chasis y él se encarga de buscar las piezas originales de los modelos de las décadas del 60, 70, 80 y 90. El trabajo es muy meticuloso.

El restaurador que nació en Quilmes y vive en Roca desde 2008, tiene un museo de motos clásicas en su patio. Hay más de 17 modelos, entre los que destacan Gilera, Puma, Zanella, Jaway, DKW, Siambretta y una Honda.
Su amor por estas joyas de dos ruedas dio lugar a la formación de la Agrupación de Motos Restauradas que la fundó junto con Eugenio Cacopardo, Martín Yáñez, Osvaldo López y Luciano Rodríguez, otros locos fanáticos de Roca de estas máquinas.

Fabián es electromecánico y carpintero. “La pasión por las motos la llevo desde que tenía seis años. Mi viejo me llevaba paradito en la Siambretta. Éramos tres o cuatro pibes empujándolo porque a veces no arrancaba”, contó.
También el escuchar una Gilera 200 de esos motores a baja revoluciones lo emocionaba.

Puma, Gilera y DKW son algunas de las motos que tiene en su patio Fabián.

A los 12 años consiguió un ciclomotor y empezó a acomodarlo. En la escuela secundaria aprendió electricidad, mecánica y hojalatería. “Me entusiasmó arreglar la parte estética de la moto”, contó.
“Después tuve la suerte de trabajar con mi tío que laburaba para los restauradores de San Telmo, para los anticuarios. Hacíamos restauración de antigüedades, soldaduras, baño de oro y plata”, recordó.

Fabián aprovechó para arreglar su moto porque “teníamos cromador, tapicero. Ahí fui aprendiendo a restaurar, desde la tapicería, la chapa, los cromados, los pulidos. Luego hacía la mecánica”, relató.
El restaurador llegó luego a vivir en Trelew. Allí ya tenía a su familia y continuó su locura por las motos.
Lo que más lo motivó fue participar de un Moto Encuentro en Rawson en 1999. “Me fui hasta Rawson andando en moto. Cuando me vieron llegar con la Gilera antigua, me dijeron ´eh loco ¿de dónde venís con esa moto?, mi viejo tuvo una de esas´ fue muy inspirador ese momento”, describió.

En 2008 llegó a Roca con su familia donde continuó buscando repuestos para terminar de restaurar su Gilera 200 cc de 1968. “Encontré viejos mecánicos que tenían unos repuestos, y pude comprarlos. Fue difícil conseguir las piezas, una vez que te haces amigo, y se da la charla de apoco van aflojando los repuestos”, mencionó sonriendo.
A partir de ese momento comenzó a contactar a otros motociclistas que tenían sus máquinas abandonadas. “Les decía ´vamos a tratar de armarla´ y fuimos dando una mano y resucitando motos”, contó.

Fabián no solo hace la parte estética sino también se encarga de la mecánica. Foto Andrés Maripe

Después de encontrar repuestos para la Gilera, empezó a conseguir partes de una Puma y DKW. “Fui investigando, porque hay que investigar mucho para restaurar. Me di cuenta que valía la pena revivirlas porque eran joyas que estaban abandonadas, y que tenían potencial y era lindo recuperar todo eso”, destacó.

Ese mismo año también participó de un Moto Encuentro en Villa Regina donde conoció a los primeros dos compañeros con cuales formaría la Agrupación de Motos Restauradas.
“Hicimos eventos a beneficio, la idea es convocar gente de todo el valle, tenemos un grupo de WhatsApp con gente de Neuquén, Cinco Saltos, Regina. Cuando podemos nos juntamos, buscamos un lugar intermedio”, dijo.
Este año quieren realizar un evento en Roca, en primavera.

Cómo es el proceso

Por lo general la moto cuando la encuentra Fabián está abandonada, oxidada o le faltan piezas.
“Empezás a buscar las piezas, si no encontrás en la zona, tenés que buscar en internet qué es lo más cercano, encargás una pieza de acá a 200 kilómetros y hay que confiar en la otra persona que te envía”, señaló.

Eugenio, Osvaldo y Fabián tienen una fuerte pasión por las motos clásicas. Foto Andrés Maripe

Luego queda una buena relación entre el restaurador y el cliente.
“El que te ayudó a armar tu moto es parte de la familia. Cada restauración tiene un presupuesto. Los trabajos que se encargan llevan tiempo. Los proyectos tienen el plazo de más de seis meses”, detalló.
Los neumáticos los encarga a vendedores de confianza en Córdoba, Mar del Plata y Santa Fe.
“Son réplicas de los de la época. Los neumáticos que había antes ya no se fabrican”, explicó.

Fabián sostuvo que las motos cuando se restauran originales no se ocupan para el uso diario sino solo para exposición.
“La legislación de tránsito exige que las motos tengan accesorios de seguridad como espejos retrovisores, luces de giro, elementos que varias de estas motos clásicas no tenían. Además las antiguas suenan fuerte y son de dos tiempos, llevan mezcla de aceite y nafta y dejan una cortina de humo”, explicó.

La historia de las Puma

El modelo más antiguo que tiene es una Puma de 1957, segunda serie 98 cc. La moto fue fabricada en las Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). Allí se fabricaban aviones pero “el presidente Juan Domingo Perón les ordenó parar la producción porque se iba a fabricar una moto para el obrero”, explicó.

Las motos Puma se empezaron a fabricar durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Foto Andrés Maripe

Con licencia de Alemania se trajo el motor Sachs y se empezó a fabricar desde cero la moto Puma para el trabajador, con planes de adquisición.
La Puma de la primera serie, traía pedales y freno contra pedal. Era más una bicicleta con motor.
Después salió la segunda serie, más avanzada, con mejor freno y más robusta. “La historia del motociclismo en Argentina es muy interesante porque empezó con motos extranjeras, inglesas, italianas y después se empezaron a fabricar acá, hubo una gran cantidad de fabricas”, contó.

Original o con modificaciones

Osvaldo López es técnico constructor y aunque ahora trabaja como operador de sistemas informáticos siempre le gustó la mecánica. “Como me faltaba un medio de transporte decidí armar una máquina que me gustara, elegí una moto clásica para usarla a diario”, contó.

Fue así como terminó de armar su Gilera 200 cc, modelo 1967. “No está original porque cuando empezás una restauración tenés que plantearte ciertos aspectos”, señaló.
Explicó que se puede elegir la opción de que sea completamente original. “Así sólo podés dejarla para exposiciones. Elegir el otro camino implica hacer algunas adaptaciones para poder usarla en forma diaria”, sostuvo.

“Tomé la segunda opción porque no sabía a dónde iba a llegar con este proyecto”, expresó.
Para circular en la ciudad tuvo que agregarle luces de giro y un espejo retrovisor.

La AMR la integran: Fabián González, Martín Yáñez, Osvaldo López, Eugenio Cacopardo y Luciano Rodríguez.

La dificultad de tramitar la documentación para las motos

Eugenio Cacopardo se dedica a la fabricación de cerveza artesanal en Roca y su pasión por las motos nació con la Puma 98 cc de 1960 que tenía su padre. “La moto estuvo mucho tiempo parada y con mi hermano la sacábamos para salir a andar. Mi papá en un momento la llevó a una compraventa y estuvo tres años ahí y nadie la compró. Me la llevé y la empecé a restaurar”, contó.

Explicó que lo más difícil además de encontrar los repuestos es poder realizar la documentación para poder circular. “Antes no se hacía toda la documentación que hoy se exige, solo había patente municipal y andabas en tu ciudad”, señaló.
Eugenio salía a trabajar en la moto Puma pero los inspectores de Tránsito la secuestraban por no tener papeles. “Les explicaba que no tenía papeles, se la llevaban, después yo apelaba y la recuperaba”, recordó.

Tuve que esperar a que el Gobierno Nacional hiciera un empadronamiento. Se hace una verificación policial como en un auto, vas al registro del automotor con dos testigos que aseguren que la moto es tuya y te dan una patente provisoria por dos años”, explicó.
Si en esos dos años nadie reclama la moto “queda como tuya. En el último empadronamiento le hicimos los papeles a seis motos”, relató.


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