Los esfuerzos de la región para evitar que el mosquito del dengue se propague

En caso de que se confirme el primer caso autóctono en Roca, las autoridades cambiarán la estrategia sanitaria para el control.

Las autoridades sanitarias de la región evalúan cambiar las estrategias del control del dengue en medio de una suba exponencial de casos a nivel nacional.

Marina Aravena, directora del hospital Francisco López Lima de Roca, aguarda los resultados del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Julio Maiztegui para confirmar un caso de dengue autóctono en esa localidad. Sería la primera persona que contrajo la enfermedad en la zona y no en el norte del país, tal como ya ha detectado en Cipolletti y Bariloche.

En este caso, la muestra ya se envió a analizar y los resultados se conocerían en las próximas horas.
De confirmarse el diagnóstico, las autoridades explicaron que Río Negro pasaría a “otra fase de abordaje sanitario” y también Neuquén debería replantear sus estrategias.

“El mosquito que produce la enfermedad es el Aedes Aegypti, un insecto doméstico que también transmite el zika y la fiebre chikungunya. Ese mosquito que vive en nuestras casas y en los alrededores (no vuela más allá de los 100 o 150 metros) antes no existía ni en Río Negro ni en Neuquén”, precisó Marcos Arezzo, titular del Programa de Control de Plagas que depende del Ministerio de Salud de Río Negro.

Dijo que, años atrás, “ante la ausencia del vector que genera la enfermedad estábamos resguardados. Sólo se podían dar contagios, si alguien viajaba a lugares de circulación del mal y regresaba infectado”. En estos casos, “se abre una ventana de contagio desde el día previo a tener síntomas y los 6 días posteriores. Y si el enfermo de dengue es picado por cualquier otro mosquito puede, a su vez, transmitirle el virus a ese insecto que lo propagará al volver a picar”, detalló Arezzo.

Hasta 2020 se colocaban unos dispositivos de oviposturas a fin de captar larvas o huevos en lugares estratégicos de la geografía provincial. Al analizarlos, esos recipientes permitían determinar si la especie ya estaba presente en el territorio.

“Así apareció una larva de Aedes en 2020, en una gomería de San Antonio Oeste, la localidad costera de Río Negro”, recordó el experto.

Los especialistas indican que la implementación de insecticidas debe ser evaluada por las autoridades sanitarias. Foto: gentileza

A partir de ese momento, los planes cambiaron y se pasó a la fase de eliminación de criaderos, para evitar que la especie colonice y se propague.

“Estuvimos un tiempo sin novedades, pero todo cambió el año pasado, en 2023. Aparecieron larvas de Aedes nuevamente en San Antonio, Las Grutas, Viedma, Río Colorado, Cipolletti y Catriel. También en Neuquén, en una zona ubicada cerca del río del mismo nombre, frente a Cipolletti”, enumeró.

Mencionó que este año, además, se encontraron mosquitos adultos en Río Colorado. “Por otra parte -agregó-, cambió la situación en los alrededores de la región. Es que en Bahía Blanca ya está instalada la especie y hace un par de semanas aparecieron dos casos autóctonos. Lo mismo ocurrió en Santa Isabel, La Pampa, a 150 kilómetros de Catriel”.

Ahora, el hallazgo de un posible caso autóctono sería clave porque indicaría que el mosquito ya colonizó. De ahí a la circulación viral de la enfermedad hay solo un paso.

Estrategias de prevención

Los especialistas coinciden en que la eliminación del mosquito a través de la fumigación no es la mejor estrategia. Lo ideal es evitar que se generen espacios donde depositen sus larvas. Y para eso hay que impedir que se junte agua en recipientes de cualquier tipo.

“La fumigación no es una acción suficiente para eliminar las poblaciones de mosquitos, ni tampoco una estrategia de prevención. La aplicación de insecticidas es una medida de control destinada a eliminar a los mosquitos adultos en contexto de emergencia sanitaria (es decir, brotes), pero no sirve para erradicar los estados inmaduros (larvas y pupas) ni sus huevos”, planteó Arezzo.

La implementación de insecticidas, continuó, “debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que sólo se recomienda cuando se detectan personas con cuadros clínicos con sospecha de dengue, y para aquellas áreas donde está confirmada la presencia del mosquito vector”.

Recalcó que estas acciones deben ser controladas y deben eliminarse todos los recipientes u objetos que puedan acumular agua en las viviendas y espacios públicos: “Porque una vez que se aplica el veneno, hay que eliminar los criaderos para evitar que continúen emergiendo nuevos adultos, teniendo en cuenta que estos productos no tienen poder o efecto residual”.

Además, detalló que el rociado con insecticidas “sólo está indicado en la vivienda o sitio de contagio de un caso positivo, y en las casas de alrededor si se detectan adultos y el caso es autóctono. También se recomienda rociar en caso de brote (cuando se han detectado varios pacientes) y debe llevarse adelante en las manzanas donde están las personas enfermas “porque el mosquito vuela 100 o 150 metros”.

Si el caso del Alto Valle finalmente se confirma, mencionó, es probable que se opte por aplicar algún tipo de fumigación.

Un mosquito hogareño

El mosquito que origina el dengue se cría en lugares sombríos y húmedos. La oscuridad produce que el agua acumulada en recipientes de cualquier tipo (incluso floreros) no sobrepase ciertas temperaturas que matarían a los huevos, las pupas y las larvas. De modo que cualquier espacio que acumule agua puede convertirse en un criadero, desde cubiertas de autos hasta piletas, macetas vacías y baldes.

“Este mosquito no se cría en charcos, zanjas, lagos, lagunas o ríos. Son áreas domésticas las que prefieren. Por eso se los encuentra incluso en departamentos. Una vez adultos, los pastos altos que ofrecen humedad, alimento y refugio, alientan su presencia. Por eso, también en áreas domésticas hay que evitar esos desbordes”, especificó Arezzo.

“Las comunas y la Provincia estamos haciendo campañas para que la gente se deshaga de esos cacharros y esté atenta. Además, si hay larvas, el Estado debe hacer una tarea para deshacerse de esos elementos pero disponiéndolos de manera adecuada. A esa tarea seguimos abocados”, destacó.

Casos importados

A fines de febrero, el área de Epidemiología de Cipolletti confirmó la presencia de dos casos de personas con dengue en la ciudad que habían viajado al norte del país.

Días atrás, las autoridades sanitarias de Bariloche confirmaron otros cuatro casos. El contagio también se produjo en el norte.

“¿Cómo se procede con los casos importados?”, consultó RÍO NEGRO. Los especialistas coinciden en que el control es clave. “En la ventana de 7 días (el día previo a la detección y los seis posteriores) hay que tratar de que esa persona no circule, duerma con mosquitero y use repelente, para que no sea picada por otro mosquito que propague el mal”, advirtió Arezzo.


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